jueves, julio 09, 2009

Ratzinger y la economía según la izquierda


Reconozco que el llamamiento del Papa a repensar el modo en que se gestiona la economía mundial en la nueva encíclica "Caridad en la verdad" me ha dejado perplejo.
No soy lector de encíclicas, pero recurrí a esta cuando leí la referencia en el "New York Times" bajo el epígrafe "El Papa arremete contra la política neoliberal".
¿Estamos ante un texto que arremete contra la esencia de la política económica neoliberal?. Veamos. Dice el Papa:

…las políticas de balance, con los recortes al gasto social, con frecuencia promovidos también por las instituciones financieras internacionales, pueden dejar a los ciudadanos impotentes ante riesgos antiguos y nuevos; dicha impotencia aumenta por la falta de protección eficaz por parte de las asociaciones de los trabajadores.

El mercado único de nuestros días no elimina el papel de los estados, más bien obliga a los gobiernos a una colaboración recíproca más estrecha. La sabiduría y la prudencia aconsejan no proclamar apresuradamente la desaparición del Estado. Con relación a la solución de la crisis actual, su papel parece destinado a crecer, recuperando muchas competencias.


Es decir, aboga por el intervencionismo y el control del Estado de los resortes económicos.
Lo más preocupante, a mi juicio, es cuando solicita una autoridad política mundial,un "gobierno de gobiernos".
Dice Ratzinger:

La globalización necesita ciertamente una autoridad, en cuanto plantea el problema de la consecución de un bien común global; sin embargo, dicha autoridad deberá estar organizada de modo subsidiario y con división de poderes, tanto para no herir la libertad como para resultar concretamente eficaz.

Para gobernar la economía mundial, para sanear las economías afectadas por la crisis, para prevenir su empeoramiento y mayores desequilibrios consiguientes, para lograr un oportuno desarme integral, la seguridad alimenticia y la paz, para garantizar la salvaguardia del ambiente y regular los flujos migratorios, urge la presencia de una verdadera Autoridad política mundial, como fue ya esbozada por mi Predecesor, el Beato Juan XXIII.

En diversas secciones de la encíclica, Benedicto XVI deja claro que tiene grandes reservas sobre un mercado totalmente libre.


La convicción de que la economía debe ser autónoma, de que debe protegerse de 'influencias' de carácter moral, ha llevado al hombre a abusar del proceso económico de un modo ampliamente destructivo.

A largo plazo, esas convicciones han llevado a unos sistemas económicos, sociales y políticos que pisotean las libertades personales y sociales, y por lo tanto son incapaces de proporcionar la justicia que prometen.


Personalmente, me parece que es evidente que Ratzinger se alinea con las tesis económicas más cercanas a la izquierda, que abogan por un papel preponderante del Estado en las normas y el control económico,una supervisión absoluta de los mercados, y lo más desconcertante para mi, aboga por una "autoridad política mundial".
¿Esta enciclica es doctrina social de la Iglesia o un acercamiento ideológico hacia los postulados de izquierda keynesianos en materia económica?.


julioandradas@gmail.com

53 comentarios:

Sempietnos dijo...

Viendo,Julio,las reacciones políticas por parte de los gobiernos de izquierdas al leer esta encíclica y las recomendaciones doctrinales de claro corte político, no hay duda de que la Iglesia se alinea con esas tesis.
Bien es cierto, que la Iglesia nunca simpatizó con el liberalismo,y que en varias ocasiones anteriores ya arremetió contra él.
¿Es un giro a la izquierda por parte del Vaticano?.
Pues no lo sé,Julio: lo que si sé es que la concepción socialista de la economía,va en contra de la libertad individual del hombre,cosa que siempre ha defendido la Iglesia católica.

alberto daza dijo...

Esta encíclíca es totalmente antineoliberal y totalmente a favor de las tesis que ya ha expuesto Obama en varias ocasiones, y que casan con los predicamentos de los Gobiernos de izquierda en materia económica.
Lo de la "autoridad mundial" si que es desconcertante, por que una cosa es reformar la ONU,que más o menos estamos todos de acuerdo, y otra muy distinta esto de un Gobierno supranacional.
Insólito.
No creo que sea cometido de ningún Pontífice estos asuntos, y menos aún promover la unidad mundial en contra de las las soberanías nacionales.

Saludos cordiales.

francisco dijo...

Leyendo lo manifestado por Benedicto XVI,no hay otra conclusión que esta encíclica entronca con los postulados de izquierda, antiliberales y proredistribución de la riqueza.
Es un documento eminentemente político.Lo del "gobierno mundial", sinceramente, me deja con los ojos como platos,por que bajo la peregrina excusa y motivación del "bien común", pretende nada más y nada menos que una institución domine y controle todo y a todos.
¿Quién ha asesorado a este hombre?.
Vivimos tiempos desconcertantes,Andradas.

Saludos.

Jose Antonio dijo...

Un abrazo Sanferminero.

alberto daza dijo...

Sempietnos:

Liberalismo es sinónimo de libertad. El término "libertas" tiene varios milenios a sus espaldas.
Por eso resulta tan extraño (o no...)esta decatación del Vaticano por el intervencionismo más absoluta.
Si nos fijamos además en la terminología empleada por Ratzinger,observamos que hace referencia a una "autoridad"(autoritas),no a un gobierno democrático libremente elegido, aunque sea quimérico plantear un Gobierno para el orbe, obvia ese concepto democrático.

Saludos cordiales.

Irene Adler dijo...

La encíclica tiene un trasfondo socialdemócrata incuestionable.

Saludos.

Enrique Baltanás dijo...

Véase mi entrada "Non placet encyclica".
Más Hayek y menos Santo Tomás!

Anónimo dijo...

A ver, el objeto de la economía no es la economía misma, eso sería como sacrificarlo todo a un icono sin sentido, el objeto de la economía es el hombre, él es su autor y su destinatario último, por lo tanto jamás hen de ponerse las estructuras económicas por encima del hombre. Las palabras de Benedicto XVI son coherentes y en completa sintonía con la dictrina cristiana al respecto. El neoliberalismo ha sido una deformación del liberalismo auténtico, y eso es algo que tenemos que asumir, pero a la vez, la intervención del estado ha de ser respetuoso con el "ser hombre", por lo tanto nada más lejos de la pretensión de estado que propugna la izquierda. Sólamente podremos aspirar a una economía justa si está sujeta a reglas cuyo fin último es el respeto por el ser humano, y actualmente en demasiadas ocasiones no es así. Puede ser que acabe sucediendo lo mismo que acontreció con la "Rerum Novarum" de Leon XIII, aquí en España mucha gente fue a rezar a las parroquias por la conversión del Papa, porque creyeron que se había vuelto loco. Cristo ha muerto en la cruz por el hombre, y sólamente lo que contribuye a que el hombre lo sea más, en su integridad, es lo que está a la altura del corazón de Cristo.

Anónimo dijo...

El liberalismo economico beneficia a los grandes empresarios capitalistas y la democracia a los politicos de turno,y cuando se mezclan se producen alianzas entre los dos bandos.
La democracia no puede existir sin el liberalismo economico por que es este quien la financia para seguir existiendo.
Solo podra haber una economia justa si el Estado pone sus manos en el asunto.

Julio Andradas dijo...

EMILIO:

Yo no discuto su primera afirmación,"el objeto de la economía no es la economía misma".Evidentemente.
Pero de lo que usted dice a lo que dice Ratzinger en la encíclica,no hay nada en común.
El Papa habla de un papel preponderante del Estado en los mercados y en su funcionamiento.
Eso es intervencionismo.
Aboga además por una "autoridad mundial" que sea la que "vigile" la economía,la fluctuación de los mercados y que intervenga en sus resortes.
Esto no tiene nada que ver con lo que usted interpreta, y no tiene nada de pastoral o moral, si no que invade lo que son conceptos puramente políticos y de conceptos económicos.

Saludos.

alberto daza dijo...

SOLDADO:

El liberalismo es precisamente todo lo contrario de lo que usted dice.
Liberalismo,lo digo en mi anterior comentario,es libertad;libertad de contrtaar,libertad de elegir,libertad de los mercados y sus agentes.
En cuanto el Estado mete sus manos,lo que único que se consigue es un intervencionismo que dirige y manipula las fuerzas del mercado y que frena el desarrollo,la libre competencia y los principios en los cuales se fundó el capitalismo.

Saludos cordiales.

Orisson dijo...

Está bien este artículo: peperismo puro y duro, enmendándole al mismísimo Papa, pues qué se habrá creído.

Madre mía, qué osados son algunos.

Un saludo

arquitectomirobenito dijo...

Joé con Ratzinger...Se empieza así y acabamos en la Teoría de la Liberación...

alberto daza dijo...

Orisson:

¿A ese simplismo reduce usted el tono del debate?.¿A equiparar el liberalismo,lo que representa,lo que lo sustenta tanto a nivel económico como moral y de conocimiento?,¿a equipararlo con lo que usted denomina "peperismo"?.
Me da la sensación de que las palabras del Papa y su encíclica tienen un calado lo suficientemente importante,para tratar de reconducirlo a un reduccionismo de tópicos que empequeñecen el debate.
No se trata de enmendar la plana a nadie:se traat de analizar lo manifestado por Ratzinger, y si esto supone o no un cambio de tendencia en la Iglesia.

Saludos cordiales.

supersalvajuan dijo...

¿Al César lo que es del César? ¿O no'

El Gato Blanco dijo...

El Nuevo Régimen va consolidándose... Dios nos pille confesados.

Un ronroneo.

Sempietnos dijo...

Me temo que esta enciclica traera tanta confusión y deriva en los planteamientos,tantas dudas como la "Populorum progressio" lo fue en su día.

Andrés Álvarez F. dijo...

¿Qué más se podía esperar del Papa? La Iglesia católica y su doctrina social son en esencia socialistas, estatalistas e intervencionistas. Nótese que diferencia con las demás iglesias protestantes, que han sabido aunar su doctrina cristiana con una defensa de las libertades civiles y el mercantilismo. Si el catolicismo es humanismo, ¿Qué más humano hay que un gobierno, una sociedad y un mercado totalmente libres?

"Solo podra haber una economia justa si el Estado pone sus manos en el asunto." - Ya, claro, investigue los orígenes de la crisis actual, que no son otros que los de la quiebra del estado del bienestar tal y como se lleva entendiendo desde los últimos 30 años.

BOIRA_A dijo...

Yo creo que esta encilica por lo leido es un enfoque social dentro de ciertos parametros cristianos de base No creo que este papa que fue quien se cargó la teologia de lña liberacion les de aliento Tampoco creo que coincidir con alguna stesis de la gente de izquierdad sea decir que el papa se inclina por esas siglas Mas bien lo contrario
pero tiempo habrá de ir desmenuzandola lo que si es cierto es que va a dar mucho que hablar

Un saludo

Unknown dijo...

Buenos días, sigo su blog con interés desde hace tiempo y este artículo me ha chocado negativamente, por eso le escribo.
Pienso que tanto los católicos como el mundo entero tenemos la gran suerte de contar con la guía de una de las cabezas mejor formadas de todo el planeta. La talla intelectual, humana y moral de Benedicto XVI es algo incuestionable, fuera de toda duda y con toda probabilidad está dando en el clavo en lo referente a la solución de la crisis internacional que sufrimos.
Le sugiero que consulte con personas más doctas que le puedan iluminar y orientar en su visión sobre esta Encíclica que es un tesoro de sabiduría y de profundidad aplicada a lo concreto.

Un saludo cordial y felicidades por su bitácora, en general es bastante acertada.

Julio Andradas dijo...

SANTIAGO:
Yo no hago una lectura como católico de la encíclica,sino como economista,y lo que extraigo es que el Papa aboga por el intervencionismo del Estado,por un control de los mercados y del sistema financiero y sus resortes,por la creación de una "autoridad mundial",de una especie de Gobierno supranacional.
Ésto,lo diga Ratzinger,Agamenon o su porquero,son principios keynesianos que entroncan con políticas cercanas a la socialdemocracia.
Nadie cuestiona la capacidad intelectual de Ratzinger.
Simplemente se escudriña un texto que ha creado polémica por que se aleja de lo pastoral,para enfrascarse en un terreno espinoso como es el político/económico.
Dice usted "con toda probabilidad está dando en el clavo en lo referente a la solución de la crisis internacional que sufrimos".
Esa es su opinión como católico,no como conocedor en absoluto de lo que es la materia económica,que evidentemente no tiene por lo manifestado.
Y termina usted con aseveración recoméndandome,"que consulte con personas más doctas que le puedan iluminar y orientar en su visión sobre esta Encíclica que es un tesoro de sabiduría y de profundidad aplicada a lo concreto";vuelvo a repetirle que esto se centra en un análisis económico de lo manifestado or Ratzinger.La teología no es una materia que me interese en absoluto, y que además,poco tiene que ver el misterio de la Santísima Trinidad con la fluctación de los mercados o con el intervencionismo regulador.
Respecto a mi capacidad docta,le recomiendo que lea mi pérfil,antes de hacer apresuradas aseveraciones.
Para debatir sobre economía y sobre aspectos como los que aquí se tratan,hay que dejar por un momento la condición de católico colgada en el perchero, y centrase en que se dice y no en quien lo dice.
Seguro que si a usted le dicen que este texto es de un asesor de Obama en vez de Ratzinger,su opinión sería diferente.

Isaac García Expósito dijo...

La Encíclica es una síntesis de Doctrina Social de la Iglesia, por ende, no se puede hacer una lectura minimalista como la que se está haciendo – izquierdas vs derechas-, y de la que este blog participa. Tan minimalista como llamar al Romano Pontífice Ratzinger, ¡qué cosas!

Hablar de Doctrina Social de la Iglesia es hablar de subsidiariedad, bien común, solidaridad, la participación (propia de los gobernados), la vida social concebida armónicamente y la justicia social. Y eso es lo que hace el Papa en una magnífica síntesis

Resulta curioso el discusionismo que existe en la sociedad: antes de recibir, leer y meditar, se discute, además sin fundamento. Es como ir al médico y en vez de aplicarse el tratamiento, lo que se hace es discutir con el doctor. Pues lo mismo. Se coge la encíclica y sin leerla y meditarla, sin intentar comprenderla, se sesga. Increíble.

El Papa no cambia lo recibido, ya que:

"10...La doctrina social está construida sobre el fundamento transmitido por los Apóstoles a los Padres de la Iglesia y acogido y profundizado después por los grandes Doctores cristianos. Esta doctrina se remite en definitiva al hombre nuevo, al «último Adán, Espíritu que da vida» (1 Co 15,45), y que es principio de la caridad que «no pasa nunca» (1 Co 13,8). Ha sido atestiguada por los Santos y por cuantos han dado la vida por Cristo Salvador en el campo de la justicia y la paz. En ella se expresa la tarea profética de los Sumos Pontífices de guiar apostólicamente la Iglesia de Cristo y de discernir las nuevas exigencias de la evangelización. Por estas razones, la Populorum progressio, insertada en la gran corriente de la Tradición, puede hablarnos todavía hoy a nosotros."


La economía no puede sustraerse a la moral. La fuente primera de las dos fuentes de verdad (ciencia y fe) es la Razón objetiva, esto es Cristo; que la ciencia económica sea autónoma no implica que tenga un fin extrínseco a ella misma.

Una vez dicho esto, el Papa no dice que el mercado libre sea malo; pero tampoco se puede orillar la existencia del mal. ¿O es que acaso en las transacciones mercantiles no se dan los engaños? ¿Es que no se necesita de la Ley? Porque tal como dice la Encíclica,

"43 ...Hoy se da una profunda contradicción. Mientras, por un lado, se reivindican presuntos derechos, de carácter arbitrario y voluptuoso, con la pretensión de que las estructuras públicas los reconozcan y promuevan, por otro, hay derechos elementales y
fundamentales que se ignoran y violan en gran parte de la humanidad. Se aprecia con frecuencia una relación entre la reivindicación del derecho a lo superfluo, e incluso a la transgresión y al vicio, en las sociedades opulentas, y la carencia de comida, agua potable, instrucción básica o cuidados sanitarios elementales en ciertas regiones del mundo subdesarrollado y también en la periferia de las grandes ciudades"

La Encíclica no habla de ciencia económica, ¿o es que se expone en la misma la Ley de Say? La Encíclica es teológica y proporciona a la economía los fundamentos que deben dirigir esa ciencia. Una Encíclica no me va a decir nada sobre la fisión nuclear, pero sí me dirá que es malo crear un arma nuclear para matar seres humanos. ¿Hablaría entonces de ciencia Física?

Respecto al gobierno mundial, otro de los temas que ha llamado la atención - porque se lee interesadamente, esto es, de forma sesgada -no se puede olvidar lo que se añade en el punto siguiente:

"57...Para no abrir la puerta a un peligroso poder universal de tipo monocrático, el gobierno de la globalización debe ser de tipo subsidiario, articulado en múltiples niveles y planos diversos, que colaboren recíprocamente..."

El único reinado posible es el de Jesucristo. Y todo debe estar sometido a su autoridad (como enseña uno de los principios de la DSI).

No se puede reducir una Encíclica de tanta enjundia y profundidad a unos cuantos párrafos.

Julio Andradas dijo...

SAN ISIDORO:

Para no repetirme en la respuesta,le remito a mi contestación a Santiago.
Insisto en que para debatir sobre economía y sobre aspectos como los que aquí se tratan,hay que dejar por un momento la condición de católico colgada en el perchero, y centrase en "que se dice" y no "en quien lo dice".
Su comentario se centra en cuestiones que aquí nadie discute.
De las que aquí hablamos son otras.
Se las repito,por si se le han pasado por alto:
Benedicto XVI aboga:

a)Un intervencionismo del Estado en materia económica,con un mayor número de competencias de los Gobiernos.
b)Un mayor control de los mecanismos del mercado,de las fluctuaciones y de la regulación.
c)La creación de una "autoridad mundial" que ejerza un poder real sobre la toma de decisiones que afectan a la economía.

Eso es lo que aquí debatimos,San Isidoro.
Y respecto a su afirmación de que la lectura de la encíclica que se hace en este blog (sería más justo decir en mi post) es una lectura minimalista- izquierdas vs derechas-,no es cierta.
Verá;aquí el análisis es puramente económico.Yo no discuto al encíclica en ningún aspecto pastoral,me centro en lo ecónomico.
Usted me habla de asuntos ajenos, como yo si hubiera hecho referencia a ellos.
Y respecto a lo de "izquierda/derecha",aquí se debate siobre dos modelos:liberalismo frente a al intervencionismo de las socialdemocracias.
Sólo eso.
Y que yo sepa,lo manifestado por Joseph Ratzinger,S.S Benedicto XVI se ajusta al segundo presupuesto.
Yo hablo de economía, no de teología.

Guerrera de la Luz dijo...

Hola Julio buenos días:

Mira yo no entiendo absolutamente nada de economía, soy una ignorante total en este campo.

De política sé algo más porque soy abogado y sigo la actualidad, pero tampoco demasiado, no tengo ni idea de cómo se puede gestionar un país, cuanto menos el planeta entero, por eso no te puedo dar mi opinión sobre tu post.

Pero lo que sí sé es que Benedicto XVI (y no su porquero)_ una expresión bastante desafortunada, dicho sea de paso_ tiene la suficiente autoridad y formación, probablemente mucha más que tú años luz por muy master en Harvard que seas y por mucho asesoramiento y consultoría que hayas hecho en tu vida, como para expresar sus ideas y que estas sean al menos, tenidas en consideración y estudiadas en profundidad, en mucha más profundidad y quizás con más asesoramiento, estoy de acuerdo con Santiago, antes que cuestionar lo que dice un cerebro como el de este Papa, que vuelvo a coincidir absolutamente con él en que es un crack a todas luces. Por no hablar del asesoramiento brillante que tendrá a su lado. Que yo sepa no son cuatro pelagatos quienes asesoran al Santo Padre.

Con lo cual, viniendo de quien vienen estas opiniones, es obvio que este dato no puede dejarse aparte. Y si sus propuestas se acercan más a la izquierda que a la derecha o, como luego has rectificado, al intervencionismo de las socialdemocracias que al liberalismo (que no tengo ni idea, esto yo no lo sé), pues quizás habría que tenerlo en cuenta y estudiar qué es lo que propone exactamente este Papa, que es UN COCO y que le da sopas con ondas a más de medio mundo, lo primero en humildad, que es la base de todo en esta vida.


Otra cosa que me parece algo preocupante es que digas que la Teología es una materia que no te interesa en absoluto. Preocupante porque la Teología es la Ciencia Primera. La Ciencia bajo la cual se hallan todo el resto de las ciencias a las que ilumina y fundamenta, puesto que estudia la razón última de todas las cosas. Simplemente con cariño te recomiendo que no la desprecies. La luz de la Teología no puede hacer sino enriquecer tus (no lo dudo) amplísimos conocimientos sobre cualquier tema.



Y lo último, siento extenderme. Julio, la condición de católico no se puede colgar en el perchero como tú dices, como si fuera un gorro o un paraguas que te pones cuando te apetece. La condición de católico es universal por definición y abarca todos los ámbitos de tu vida. Si eres católico, eres un miembro del Cuerpo Místico cuya cabeza visible (y por tanto quien lo rige) es Pedro: S.S Benedicto XVI, Joseph Ratzinger en este caso.

Creo que este tema, es necesario escudriñarlo, en eso estoy al 100% de acuerdo contigo, escudriñarlo con mucha más profundidad y por supuesto, sin dejar jamás de ser católico, entre otras cosas porque eso es algo que ya va contigo para siempre si es que estás bautizado, no te lo puedes quitar (a no ser que defecciones-ni siquiera apostatando_de tu fe.

Nada más, un saludo afectuoso.



Natalia, te mando un beso, espero que todo esté bien con el desencuentro del otro día, por mi parte ningún problema.

Isaac García Expósito dijo...

Usted no está haciendo un análisis desde la ciencia económica, sino desde los principios filosóficos del liberalismo – signifique esto lo que signifique -.

El Estado tiene que intervenir desde el momento que se tiene que encargar que los ciudadanos puedan realizar el fin propio que les corresponde como ciudadanos. Y lo tiene que hacer con Leyes. Leyes que digan, por ejemplo, que no se puede robar.

En la Encíclica se dice que el libre mercado es bueno, bajo unas condiciones, la de la Verdad:

“35. Si hay confianza recíproca y generalizada, el mercado es la institución económica que permite el encuentro entre las personas, como agentes económicos que utilizan el contrato como norma de sus relaciones y que intercambian bienes y servicios de consumo para satisfacer sus necesidades y deseos. El mercado está sujeto a los principios de la llamada justicia conmutativa, que regula precisamente la relación entre dar y recibir entre iguales. Pero la doctrina social de la Iglesia no ha dejado nunca de subrayar la importancia de la justicia distributiva y de la justicia social para la economía de mercado, no sólo porque está dentro de un contexto social y político más amplio, sino también por la trama de relaciones en que se desenvuelve. En efecto, si el mercado se rige únicamente por el principio de la equivalencia del valor de los bienes que se intercambian, no llega a producir la cohesión social que necesita para su buen funcionamiento. Sin formas internas de solidaridad y de confianza recíproca, el mercado no puede cumplir plenamente su propia función económica”.

(…) La actividad económica no puede resolver todos los problemas sociales ampliando sin más la lógica mercantil. Debe estar ordenada a la consecución del bien común, que es responsabilidad sobre todo de la comunidad política.

(…) La Iglesia sostiene siempre que la actividad económica no debe considerarse antisocial. Por eso, el mercado no es ni debe convertirse en el ámbito donde e más fuerte avasalle al más débil. La sociedad no debe protegerse del mercado, pensando que su desarrollo comporta ipso facto la muerte de las relaciones auténticamente humanas. Es verdad que el mercado puede orientarse en sentido negativo, pero no por su propia naturaleza, sino por una cierta ideología que lo guía en este sentido.

Dudo mucho que esto lo pueda firmar Keynes o un asesor de Obama.

Isaac García Expósito dijo...

El liberalismo (y ya vamos a empezar a hablar de un término totalmente equívoco) funda toda su filosofía en la libertad, llevándolo al totalitarismo o al relativismo, es decir a una contradicción con los principios que intenta defender. La libertad tiene que estar sujeta a la Verdad para que sea propiamente libertad.

Igualmente, ningún izquierdista – y con esto no estoy admitiendo los términos en los que usted quiere que se trate la Encíclica – podría firmar lo siguiente:

10 (…) Sin la perspectiva de una vida eterna, el progreso humano en este mundo se queda sin aliento. (…) EL hombre no se desarrolla únicamente con sus propias fuerzas, así como no se le puede dar sin más el desarrollo desde fuera. (…)Este desarrollo exige, además, una visión trascendente de la persona, necesita a Dios: sin Él, o se niega el desarrollo, o se le deja únicamente en manos del hombre, que cede a la presunción de la autosalvación y termina por promover un desarrollo deshumanizado. Por lo demás, sólo el encuentro con Dios permite no “ver siempre en el prójimo solamente el otro”, sino reconocer en él la imagen divina, llegando así a descubrir verdaderamente al otro y a madurar un amor que “es ocuparse del otro y preocuparse por el otro “.

29. (..) Si todo fuera únicamente historia y cultura, y el hombre no tuviera una naturaleza destinada a transcenderse en una vida sobrenatual, podría hablarse de incremento o de evolución, pero no de desarrollo.

Ningún socialista podría firmar el punto 29. Y si no puede el 29, tampoco los que usted reseña.

El Estado tiene que intervenir, respetando la libertad individual y de las asociaciones inferiores: eso es el principio de subsidiariedad. Y tiene que aplicar la ley, para que, entre otras cosas haya mercado y no ley de la selva.

Y por último, respecto al tema de la autoridad mundial, hay que reseñar que:

« (…) El mercado único de nuestros días no elimina el papel de los estados, más bien obliga a los gobiernos a una colaboración recíproca más estrecha. »

Igualmente:

«57 (…) La subsidiariedad, al reconocer que la reciprocidad forma parte de la constitución íntima del ser humano, es el antídoto más eficaz contra cualquier forma de asistencialismo paternalista. (…) Para no abrir la puerta a un peligroso poder universal de tipo monocrático, el gobierno de la globalización debe ser de tipo subsidiario, articulado en múltiples niveles y planos diversos, que colaboren recíprocamente. La globalización necesita ciertamente una autoridad, en cuanto plantea el problema de la consecución de un bien común global; sin embargo, dicha autoridad deberá estar organizada de modo subsididario y con división de poderes, tanto para no herir la libertad como para resultar concretamente eficaz.»

Isaac García Expósito dijo...

Y perdón por extenderme en exceso, pero como se puede comprobar, la Encíclica no se puede comentar en un simple artículo, por la diversidad de temas que toca.

Julio Andradas dijo...

SAN ISIDORO:

Vuelvo a repetirle lo mismo que le he dicho antes:usted me habla de términos y asuntos que yo no he mencionado.
Yo sólo me centro en las tres cuestiones que le indiqué en mi anterior comentario.
A saber:
Benedicto XVI aboga:

a)Un intervencionismo del Estado en materia económica,con un mayor número de competencias de los Gobiernos.
b)Un mayor control de los mecanismos del mercado,de las fluctuaciones y de la regulación.
c)La creación de una "autoridad mundial" que ejerza un poder real sobre la toma de decisiones que afectan a la economía.

¿Dice eso o dice eso Benedicto XVI en su encíclica?.Lo dice.
Bien,pues eso es seguir la linea keynesiana de las socialdemocracias.
Le recomiendo que lea The General Theory of Employment, Interest and Money (1936) y The end of laissez-faire (1926)ambas de Keynes, y verá,creo que viendo lo que usted manifiesta con sorpresa,que son coincidentes los planteamientos del Santo Padre con los de Keynes en los asuntos antes referidos.
Es lo único que digo.
No entro en valoraciones,sino en hechos.
Por cierto,agradezco su amabilidad en comentar este asunto.

Saludos.

Julio Andradas dijo...

GUERRERA:

Le remito a mis anteriores respuestas,en contestación a su comentario,por no repetirlos.
Sólo dos puntualizaciones:nadie duda de la extraordinaria capacidad intelectual de Benedicto XVI(ya lo he dicho antes), y el que opte por una linea económica,no significa nada,salvo eso:que opta por esa linea determinada.
Respecto a que yo desprecio la Teología,en absoluto es así.
Simplemente digo,que para debatir este asunto que es estrictamente económico,la teología queda al margen,dado que las creencias religiossa no influyen en el debate que aquí mantenemos:el PIB es el PIB,lo mismo para un musulmán,que para un taoista que para un católico.
A eso es a lo que me refería con "colgar en el perchero" la condición de católico:para debatir sobre diferenciales de deuda pública,coeficientes reductores,medidas de crecimiento I+D o tributación de sociedades,el que uno sea católico o no es indiferente,como si es budista o ateo.
Son conceptos técnicos,económicos,de política puramente ecoomicista,Guerrera,que es en lo que yo me he centrado.

alberto daza dijo...

Totalmente de acuerdo con lo que expone Andradas.
Aquí se está debatiendo postulados económicos,nada de Teología(no entiendo nada del comentario de Guerrera,por que aquí nadie ha hablado de Teología,ni de la capacidad intelectual del Papa,ni de sus asesores,...pero en fin...)y si esas afirmaciones por tanto contenidas en la encíclica son coincidentes con los postulados socialdemócratas.
Y evidentemente lo son.
Y esto no es bueno ni malo.
Por eso no entiendo este plantaemiento desde el aguerrido catolicismo,para negar una evidencia,que en si misma no tiene nada de malo.
¿Qué el Papa opta por un mayor papel del Estado en la economía?.
Pues muy bien.
¿Qué aboga por una mayor presencia de los controles en los mercados y en las relaciones económicas?.
Pues muy bien.
Es que no entiendo donde está el problema.
Como decía Kierkegaard, "un huevo siempre será un huevo, se mire desde donde se mire".
Sólo negando esta premisa se es,capaz de entrar en lo absurdo, y dejar de lado toda racionalidad humana.

Saludos cordiales.

Guerrera de la LUZ dijo...

Bueno, como has dicho que la Teología no te interesa en absoluto (palabras textuales), por eso te lo he marcado.

Y expresiones tales como "dejar la condición de católico colgada en el perchero" tampoco son adecuadas se mire por donde se mire.

Para mí no tiene la misma autoridad mi padre cuando me da un consejo sobre cualquier tema que "el porquero" (como también has dicho textualmente) dándome el mismo consejo.

Estamos hablando del Santo Padre y no de un mindundi cualquiera. Como la imágen que sacas en tu post: el Papa no le da la espalda a la humanidad, todo lo contrario, quiere ayudar. Y deberíamos todos escucharle y agradecerle que intervenga _como padre y como maestro que es_ en todos los asuntos porque capacidad desde luego, no le falta.

Esta encíclica debe ser estudiada y analizada con mucho más rigor y profundidad en todos los aspectos; entonces probablemente se entenderá mejor en su conjunto que no extrayendo unos cuántos párrafos.

Saludos.

Guerrera de la LUZ dijo...

Y repito, Julio, la Teología no queda al margen de nada. La Teología alumbra todas las ciencias, incluída la política.

alberto daza dijo...

Yo creo que toda esta intensidad del debate parte de algo que Guerrera dice en su comentario:"yo no entiendo absolutamente nada de economía, soy una ignorante total en este campo".
Es que ese es el problema:que este es un post económico,no religioso.
Y o conoces de lo que se está hablando,de liberalismo y socialdemocracia,de Friedmann o Keynes,de liberalismo o intervencionismo, o acabas hablando de que si la fotografía del post está de espaldas y esto "significa" que en la retorcida mente de Andradas, trata de significar que el Papa le da la espalda al mundo.
En fin...

Nota:
Por cierto,Guerrera:la expresión,"la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero",no es nada despreciativa.
Significa que la Verdad es una.Única.
Y es indiferente que la diga el poderoso o el mendigo,el que ve o el ciego.
La Verdad no conoce de estratos.
Eso es catolicismo en estado puro.
Me extraña que no hayas reparado en ello.
O si,no sé.

Julio Andradas dijo...

GUERRERA:
Lo que yo he dicho y lo vuelvo a repetir es que en este tema la Teología no interviene.
Estamos hablando de economía.
Conceptos económicos.
Usted dice que sí.
Por eso en uno de mis comentarios digo "...poco tiene que ver el misterio de la Santísima Trinidad con la fluctación de los mercados o con el intervencionismo regulador".
Pero en fin, no voy a discutir algo que creo que es obvio.
Lo de la fotografía del Santo Padre,Benedicto XVI,entenderá que no lo comente siquiera.

Guerrera de la LUZ dijo...

Pero no te enfades ni te pongas "agresivo", que por encima de la política hay cosas mucho más importantes en la vida. Yo no he venido aquí a polemizar, sino a dar mi opinión a tu casa (pienso que tengo derecho a ello). Deberías darme las gracias por participar y tratarme un poquitín mejor.

Soy tu huesped.

La foto del Papa dando la espalda (sólo a los del blog, ok>) no me gusta, nada más. También tengo derecho a decirlo, no?

Un saludo.

Julio Andradas dijo...

GUERRERA:
¿Tratarla mejor?.¿Agresividad?.
Le rogaría que me indicase donde le he hablado con tono agresivo ,por que jamás,lo hago con nadie.
No es mi estilo.
Vuelvo a insistirle en lo mismo;aquí no se discute de política, y menos aún de religión.
Hablamos de economía,pero usted no quiere verlo y acaba llevando el tema a extremos,digamos cariñosamente,insólitos como es el tema de la fotografía.

Saludos.

Natalia Pastor dijo...

He borrado un comentario de Guerrera,por que creo que está fuera de lugar, y no voy a dejar que esto derive en lo que no es,y seguir el juego a terceras personas.
Eso, a otros blogs.

Gracias por participar.

Guerrera de la LUZ dijo...

Relee todos tus comentarios, incluídos los de Alberto, y te darás cuenta de que sí me has tratado con una cierta agresividad, por ejemplo llamándome irracional o absurda abiertamente.

Y no acotes los comentarios de los demás por favor, tú comenta sobre lo que te plazca, pero yo también estoy en mi derecho a decir lo que me parece este post en el que se habla de la personalidad número uno en materia de religión sobre el planeta.

Tú a tu economía y a tu política y yo a mi "aguerrido catolicismo", qué problema tienes? yo hablo de lo que quiero, igual que tú. No me limites ni me quieras llevar a tu terreno, simplemente respeta mi opinión que puede ser incluso complementaria de la tuya.

Yo aprendo de ti. Nada te impide a ti aprender un poco de los demás. Todo enriquece Julio, todas las opiniones (mientras no insulten).

Julio Andradas dijo...

GUERRERA:
Le vuelvo a repetir que yo jamás la he tratado con agresividad.
Al contrario:respeto muchísimo sus opiniones y me parece perfecto que las exprese como guste.
Pero le insisto:yo no discuto sobre religión,esto no es un post sobre religión sino sobre economía.
Pero por supuesto usted puede opinar sobre lo que quiera.
Faltaría más.
Saludos.

Guerrera de la LUZ dijo...

Perfecto Julio, pues así será.

Maestre_de_Campo dijo...

Sería de agradecer que esta encíclica siguiera la línea de la Rerum Novarum, en lugar de la Populorum progressio...
¡Qué buena ocasión desperdiciada para abogar por la libertad del individuo frente al Estado!

Aquellos que creemos somos firmes defensores de la buena fe del papado al establecer la doctrina social,del mismo modo que sabemos que el Papado no establece dogmas de fé en esta cuestión, y que la disciplina económica no desaparece porque el Papado establezca la realidad en sus encíclicas.

Aún así resulta muy molesto leer a declarados enemigos de la Iglesia, como Carrillo, acusando al Papa de plagiar a Marx, o ver cómo reciben munición ideológica contra la propia Iglesia de manos del Papado.
Harían mejor en usar el sentido común, y aprender algo de economía, cuando establezcan la doctrina social.

eres_mi_cruz dijo...

ahora mismo voy a completar mi árbol de samuelson... le pongo un rabillo a keynes... qué pongo ¿ratzinger o benedicto xvi?... ratzinger... planeador abajo... con dos cojones, suena mucho mejor.

estoy casi en todo de acuerdo (por supuesto no acepto sus "afirmaciones imposibles del izquierdista" por ser estas insondables...) con sanisidoro...
la vigilia le sienta estupendamente...

la economía no puede sustraerse a la moral...
dar paso a lo informal y al casual wear...
me dan igual ocho que ochenta si quedamos en ochocientas... mucho liberal analfabeto con pda aparcando el todoterreno sobre los pasos de peatones...

la Verdad es una... y además trina...
a ver un pedantillo que me explique el Misterio de la Santísima Trinida desde el punto de vista económico...

ratzinger es keinesano de pelotas desde el momento en que no negando el laissez-fair, le pone un reostato de tres pares de ohmios, llámese estado, control, houston, autoridad mundial, gran hermano o el mismísimo vaticano...
con la ayuda de Dios Todopoderoso ratzinger sorteará las trampas de la liquidez caminando sobre ellas...

Benedicto XVI se moja, la COPE se moja...
¡sursum corda!... ¡gaudeamus et cantemus, aleluya!...
gracias Señor por enviarme Tu señal...

Guerrera de la LUZ dijo...

Hola Julio, Natalia, no sé si sabéis ya que el Santo Padre ha sido propuesto para el Nobel de Economía, os paso la noticia:


En una entrevista publicada por el diario italiano "Corriere della Sera" el 8 de julio, el economista Ettore Gotti Tedeschi, exponente de los mayores grupos bancarios mundiales, ha propuesto otorgar al Papa Benedicto XVI el Nobel de Economía. Según Gotti Tedeschi, el mérito del pontífice ha sido el de escribir claramente en la encíclica "Caritas in Veritate" que la crisis económica es hija del derrumbe de la natalidad.

En la entrevista, el banquero, que es también comentarista del diario vaticano "L'Osservatore Romano", explica que "el insuficiente crecimiento económico se debe al derrumbe de la natalidad en los países desarrollados (aunque de modo diferente en Estados Unidos y Europa)".

El derrumbe de los nacimientos ha llevado al crecimiento de los costes fijos, como los impuestos, y a la disminución del ahorro y de los activos financieros, pero --afirma Gotti Tedeschi-- "muchos analistas han preferido no profundizar el origen 'original' de la crisis" porque "tocar el tema de la natalidad es un tabú, es una forma de negacionismo".

"Es un tema connotado como ‘moral'--precisa el banquero--, y por lo tanto no científico, casi estúpido, para fanáticos religiosos".

En este contexto, Gotti Tedeschi subraya que el Papa "ha sido el único que ha puesto en relación crisis y derrumbe de la natalidad", y precisamente por esto "merece el Nobel de Economía".

Saludos.

Isaac García Expósito dijo...

Julio, se me pasó en el anterior comentario hacerle una rectificación: donde dije "blog", quise decir "post". Es de justicia decirlo, para no confundir.
Una vez dicho esto, le respondo. Un texto sin contexto es un pretexto. Creo que su interpretación retuerce de tal manera la Encíclica de manera que dice algo que no dice. La Encíclica no habla de ciencia económica, esto es, no discute por ejemplo las leyes del "produit net" de los fisiócratas.

El Santo Padre dice lo que dice, y no lo que usted ni el New York Times quieran hacerle decir.

Benedicto habla de lo que debe ser un Estado cristiano, de justicia conmutativa, justicia distributiva y justicia social. Habla de intervencionismo del Estado, pues claro, ¿o es que las transacciones y los contratos no están sujetas a reglas? ¿Es que usted, como todos los filósofos liberales, piensan que el mal no existe y que nuestra naturaleza no está herida, es una naturaleza debilitada e inclinada al mal? ¿Qué es acaso la actual crisis sino una crisis mundial?

Si se entiende esto, todo lo demás es más sencillo. Veamos a los puntos resaltados por usted:

1º.- «…las políticas de balance, con los recortes al gasto social, con frecuencia promovidos también por las instituciones financieras internacionales, pueden dejar a los ciudadanos impotentes ante riesgos antiguos y nuevos; dicha impotencia aumenta por la falta de protección eficaz por parte de las asociaciones de los trabajadores.
El mercado único de nuestros días no elimina el papel de los estados, más bien obliga a los gobiernos a una colaboración recíproca más estrecha. La sabiduría y la prudencia aconsejan no proclamar apresuradamente la desaparición del Estado. Con relación a la solución de la crisis actual, su papel parece destinado a crecer, recuperando muchas competencias.»

Pienso que deduce erróneamente que el Santo Padre «aboga por el intervencionismo y el control del Estado de los resortes económicos.» Esto no es cierto.

El Estado tiene una responsabilidad que es la indicada por el principio de subsidiariedad. Y el principio de subsidiariedad es muy claro, tan claro que a él se remite toda la Encíclica – por cierto, ¿sabe cuál es el principio de subsidiariedad? - Tiene que aplicar la ley, perseguir el robo, exigir que los mercados sean transparente y marcar las reglas, dar validez a los contratos, porque si no hay Estado, ¿cómo evitará usted que le roben?

Isaac García Expósito dijo...

2º.- «La globalización necesita ciertamente una autoridad, en cuanto plantea el problema de la consecución de un bien común global; sin embargo, dicha autoridad deberá estar organizada de modo subsidiario y con división de poderes, tanto para no herir la libertad como para resultar concretamente eficaz.

Para gobernar la economía mundial, para sanear las economías afectadas por la crisis, para prevenir su empeoramiento y mayores desequilibrios consiguientes, para lograr un oportuno desarme integral, la seguridad alimenticia y la paz, para garantizar la salvaguardia del ambiente y regular los flujos migratorios, urge la presencia de una verdadera Autoridad política mundial, como fue ya esbozada por mi Predecesor, el Beato Juan XXIII.»

Para usted esto es «lo más preocupante». No creo que esto sea justo porque falta el significado de la «verdadera Autoridad política mundial». Y es que esa Autoridad política mundial tiene que estar sujeta al Reinado de Cristo, no al de los Estados Unidos de América, Rusia y/o China. No hay Estado justo a menos que sea cristiano.

La razón de ser de la autoridad es única y exclusivamente el bien común, a cuyo logro debe consagrarse por entero y con limpieza moral. Mire usted los distintos Estados y compruebe que cada vez se parecen más a Babilonia y cada vez menos a la Ciudad de Dios.

3º.- Usted concluye « En diversas secciones de la encíclica, Benedicto XVI deja claro que tiene grandes reservas sobre un mercado totalmente libre.» Ya le he puesto arriba las referencias que demuestran que esa interpretación no es correcta.
La Iglesia defiende el libre mercado porque este surge de la discusión de la virtud de la justicia en Santo Tomás, por la Escuela de Salamanca. Lo que es incompatible totalmente con la doctrina católica es el liberalismo filosófico, con toda su antropología detrás.
Por otro lado, decir que esto es keynesiano es demasiado minimalista y reduccionista, porque la Doctrina Social de la Iglesia viene de los Apóstoles, que es como comprenderá, muchísima más antigua que Keynes.
Eso sí, a lo mejor lo he entendido mal y usted lo que quiere decir es que el Papa ha proferido una serie de enunciados tal que A, B y C, ateniéndonos únicamente a palabras sin contenido, entonces sí, estoy de acuerdo. Pero no creo que sea eso lo que está intentando decir, sino otra cosa. Y como le he demostrado, su interpretación radical es errónea.
Le rogaría que se leyese la Encíclica, a pesar que no sea « lector de encíclicas», pero no sólo de esta, sino de todas las que tratan la DSI desde León XIII de forma sistemática. Le ayudará a hacerse un juicio correcto de la DSI. Lo mejor es acudir a las fuentes y no utilizar mediaciones, y menos periódicos que están totalmente ideologizados.

Como usted seguramente tenga mano – y no lo digo con ironía - podría hacer extensible esta recomendación al New York Times, de esa forma no se comportarán como verdaderos diletantes.

Yo entiendo y comprendo que la filosofía liberal (cada vez tengo más claro que una cosa es el libre mercado y otra distinta el liberalismo) es tremendamente endeble pero esto no es óbice para que se haga una interpretación espúrea de una Encíclica.

Le vuelvo a pedir perdón por la extensión del comentario. Mi intención no es hacer un «post» del «post».

Julio Andradas dijo...

SAN ISIDORO;

Para zanjar este interesante debate,sólo puntualizar que mi interpretación de las palabras del Papa son en estricta clave económica,en absoluto entro en el aspecto doctrinal que usted señala con tanta precisión.
Supongo que el NYT lo haría con la misma intencionalidad.
De todas formas,le dejo lo que el "L´Osservatore Romano"(diario nada dudoso de malinterpretar las palabras del Pontifice),dice en su edición inglesa:

"El anunciado texto doctrinal, cuya publicación ha suscitado grandes expectativas, es una profunda reflexión sobre las consecuencias de la globalización y una crítica al "capitalismo y neoliberalismo salvaje".
La tercera encíclica papal se entrelaza con la "Populorum Progressio" (1967) de Pablo VI y examina las últimas fases del deteriorado capitalismo global y su egoísmo, codicia y falta de solidaridad.
El pontífice ya anticipó a mediados de junioq que "La crisis financiera y económica que afecta tanto a los países industrializados como a las economías emergentes y a los países en vía de desarrollo demuestra que tenemos que revisar los modelos económicos y financieros que han dominado los últimos años"."

No creo,san Isidoro,que mi análisis,(quizás más técnico por que yo sólo me he centrado en lo puramente conceptual de la economía),difiera mucho de la reseña que hace el propio L´Osservatore Romano.
Ayer,por casualidad,repasando los comentarioS de este blog,reparé en este interesante comentario de Enrique Baltanás,que remitía a su post en su blog.
Le recomiendo su lectura.

Saludos.

Anónimo dijo...

La encíclica de Benedicto XVI ha supuesto un varapalo para las teorías económicas propias del liberalismo radical. Claro que la economía necesita libertad, pero primero tenemos que entender qué es la libertad. Desde luego no se refiere a hacer lo que nos plazca, en un ejercicio nihilista, sino que debe de estar primero al servicio de la verdad, y la primera verdad es la dignidad del ser humano. Cualquier planteamiento económico que no responda satisfactoriomente a esta cuestión es un fracaso.
La dicotonmía entre elegir si ha de triunfar el hombre o la economía debe ser falsa, pero sólamente lo conseguiremos si la economía se pone al servicio de la verdad. Ahí radica el pensamiento del Papa y de la cristiandad al respecto, frente a las formulaciones que establecen los beneficios como la última e indicutible verdad sobre la economía.
Pienso, por otra parte, que la intervención del Estado debe darse sobre el presupuesto de que éste también ha de estar al servicio de la verdad. Este planteamiento profundamente cristiano es lo más contrario a la idea socialista de Estado, la cual pretende convertirlo en una nueva religión.
Por lo tanto ¿A que se refiere el Papa cuando habla de la intervención y regulación por parte del Estado? Precisamente a garantizar la dignidad del hombre, para que no acabe devorado por una maquinaria inhumana, y que para ello, la actividad política también debe abrazar y amar la verdad.
Por otra parte, he visto comentarios que establecen el análisis económico y el análisis moral católico como dos cosas en confrontación. Yo jamás entendería que és eso de analizar como economista y no como católico si lo soy. Yo no tengo partes de las que prescindir, yo soy uno. La teología moral requiere del auxilio de las ciencias, eso es rotundamente cierto, pero éstas necesitan también de la iluminación moral para poder establecer soluciones acorde con ella.
Pienso que con el neoliberalismo estamos ante planteamientos malthusianos, y eso es profundamnete inmoral, eso es algo que un católico no puede ni debe de aceptar, sino todo lo contrario, ha de denunciarlo sin dudas de ninguna clase.

Oroel dijo...

http://oroel.blogspot.com/2009/07/caritas-in-veritate.html

pp dijo...

Con su permiso,permitánme hablar, acepto que soy un ignorante en economía, pero creo que don alberto deaza, habla de que miren su perfil, de que es economista, que esto y lo otro,ok. pongo mi disyuntiva: supongamos que el papa se equivoca, ok se equivoca, digo esto sin ofender a los creyentes, pero una pregunta: ¿quien dice de que lo que don Alberto Deaza con todo y sus doctorados en economía no se equivoca, no es acaso una mala visión, o como se le llame, de los grandes conocedores de la economía los que no aconsejaron bien o que se equivocaron en sus planteamientos ?. ¿y si no se equivocaron ellos?, ¿es que no se les hace caso?, bueno y si no se les hace caso, ¿para que son los que son y estudian lo que estudian?, ¿no es que ellos , los economistas son los más sabios sobre este punto?, es decir, ¿conocen lo que debe y mejor conviene?. No don alberto la economía a secas, con todo y su carácter cientiífico, si se queda en un análisis sólo científico, se queda corta. Dice usted de que liberalismo quiere decir libertad, pues una cosa es la libertad y otra el "canibalismo" que se desprende de un liberalismo absoluto; una cosa es la libertad y otra el liberalismo, que abusa que deja a los con poco sin nada, usted vive quizás en españa señor, quisiera verlo vivir en otra realidad para ver si el liberalismo que tanto ufana es libertad como usted dice. Se reduce usted a su visión de economista, pero sus visión es limitada también, es más yo conozco economistas como usted, con mucha formación en ese campo, que no dicen lo mismo de usted. ¿bueno, por qué?. no sé. usted me dirá que son de izquierda, bueno el punto clave aquí es de buscar la verdad no de decir si esto es de izquierda o derechas, es más yo creo que que en todo hay algo bueno, sistemas totalmente malos no hay, y creo que cuando se mira desde una óptica concreta se mira a veces con un color, yo lo hago y usted don alberto no puede negar que lo hace. ¿que diablos debemos hacer entonces?, abrirnos a la iluminación que pueda venir de los otros, pues hasta de los ignorantes se aprende?. Saludos.

Natalia Pastor dijo...

Está usted confundiendo,pp, a don Alberto Daza con don Julio Andradas autor del post.
Ni Alberto Daza dice lo que usted dice que ha dicho, ni nadie ha manifestado que "el Papa se equivoque";simplemente se señala que,en opinión del autor del post y de la mayoría de los comentaristas,la opción que ha abogado el pontífice es próxima a Keynes y a las políticas socialdemócratas.
Así de simple.
Saludos.

pp dijo...

Natalia, corazón hermoso, yo no digo que se dice que el papa se equivoque, solo hice una suposición, está claro que el que dice esto soy yo.
Respecto a que confundo lo que dice alberto daza, bueno me equivoque en el nombre o apellido, pues puse deaza, pero en fin, de que el dice lo que dice lo dice, quiero invitarle, mi muy respetable Natalita, a que vaya y mire lo que dice el quinto comentario de este largo listado. Creo que la que se confundió es usted.
por último, por el tono en como se escribe el post y ciertos comentarios, me parece que la inclinación es a decir de que el papa a tomado una idea socialdemócrata y que por eso lo que ha hecho es aliarse, es lo que digo, en los ambientes más radicales de la izquierda se dice de que la carta es muy suave, y en los ambientes de derecha se dice de que es muy a la izquierda, miran las cosas desde su trinchera.

pp dijo...

otra cosa, si me equivoco con lo de don alberto y lo de don alejandro, lo cierto es que quien lo haya dicho yo lo que le digo es que su análisis de economista, es como economista y el mundo y el hombre no se reduce a economía, es cierto como economista mira esto y lo otro, pero a veces no vasta una visión, eso es lo que sencillamente he dicho, saludos Natalita.

jerusa dijo...

Me dan tanto pánico los ultra integristas católicos, como los ultraizquierdistas sectarios ; lo que es un asunto estríctamente económico como el que aborda este post, se transforma en una discusión sobre el sexo de los ángeles, la teología y la infabilidad del Papa.
Un poco más, Andradas, y te hacen un exorcismo.

Saludos.