El último informe PISA ha vuelto a dejar en evidencia a nuestro sistema educativo.
Esa milonga de que estamos ante las
"generaciones mejor preparadas de la historia" es una absoluta falacia, cuando al crudeza de los datos desvela que estamos ante alumnos que tienen
dificultades serias y severas en comprensión lectora y que el nivel de matemáticas les da para manejar el ábaco y poco más.
Ante esto, desluce y quedan las vergüenzas al aire de la
"marea verde" contraria a la Ley Wert y se plasma la irrefutable evidencia de que su interés es meramente político y en absoluto destinado a una mejora de la calidad educativa.
Si desmenuzamos el informe PISA, veremos que la comunidad de Madrid destaca sobre el resto. O sea, que
se demuestra que invertir más dinero y recursos en enseñanza no garantiza mejores
resultados.
La comunidad de Madrid tiene un gasto educativo
contenido y ha optado por una política liberal basada en dar mayor autonomía a los centros, un mayor número de evaluaciones y controles y apostar por el bachillerato de
excelencia que impulsó Esperanza Aguirre y que tantas críticas le ocasionó desde la izquierda más carpetovetónica.
Volviendo al meollo del asunto, vemos que
los paises que encabezan los mejores resultados en el informe PISA, reciben menos dinero en inversiones públicas educativas que España.
Ese dato básico es el que ignora la verbena de la
"marea verde", al igual que despecia los intentos por aumentar la exigencia en los exámenes e incrementar la excelencia.
Lo cierto, es que el informe PISA vuelve a dejar en evidencia toda la prosopopeya sindical y todas las invectivas que han alimentado la ofensiva contra la Ley Wert.
El desastre educativo está bien visible a los ojos de todos.
natpastor@gmail.com