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Pongámonos en situación.
Un juez de la Audiencia Nacional,
Javier Gómez de Liaño abre diligencias contra la empresa
Sogecable, perteneciente al
Grupo PRISA, por presunto fraude en la utilización de las fianzas por uso de decodificadores de una cadena de televisión privada.
El juez admite una querella contra veinte consejeros de Sogecable y prohibe salir de España sin su permiso a
Polanco y Cebrián, el poderosísimo capo y su mano derecha.
Esta decisión fue anulada por la Sala 2ª de la Audiencia Nacional, la cual, reprueba al juez que instruyó el sumario, por
hacerlo en secreto sin haber
motivos para ello, en una resolución sin precedentes, y carente de motivación jurídica alguna, y tras una campaña atroz contra el juez desde el diario
EL PAIS y la
Cadena SER, con insultos, descalificaciones, e intromisiones en la vida privada y sentimental de Gómez de Liaño.
A dicha reprobación se suma Jueces para la Democracia, y el Pleno del Consejo General del Poder Judicial acuerda investigar la conducta del juez por su actuación en el “caso Sogecable”, instando posteriormente al Fiscal General del Estado a que se querelle contra el juez por irregularidades en la instrucción, denunciadas por un colega suyo en la Audiencia Nacional,
Baltasar Garzón, que había pasado de ser número dos del PSOE por Madrid, a ser secretario de Estado en el Ministerio del Interior de Belloch, dimitir, y empitonar tras desempolvar los sumarios del
GAL que dormían en un cajón de su despacho, a
Vera, Barrionuevo, Sancristobal y el resto de la cúpula policial y de Interior.
Así las gasta Baltasar,el Principe de las tinieblas, cuando sus ambiciones y megalomanía no son correspondidas.
Gómez de Liaño es apartado definitivamente de la instrucción del caso “Sogecable” al prosperar la recusación que contra él había presentado J.L. Cebrián por "
enemistad manifiesta", y meses después se archiva la mayor parte de las actuaciones al no estimar la Audiencia Nacional ni apropiación indebida ni estafa, el mismo día en que se conocía que Gómez de Liaño había sido procesado por prevaricación.
Contra la opinión del fiscal y del ponente,
Bacigalupo (íntimo amigo de Polanco y Cebrián) y Cezón declararon culpable de prevaricación a Gómez de Liaño sin siquiera probar antes si había incurrido en delito de cohecho,algo inaudito dado que que Gómez de Liaño no era el juez que entendía del caso, sino sólo su instructor.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó hoy que el ex juez Gómez de Liaño,no tuvo un juicio independiente e imparcial cuando una Sala del Supremo lo condenó en 1999 por prevaricación.
En la sentencia, los jueces de la Corte de Estrasburgo condenaron a España por unanimidad al considerar que se violó el artículo 6.1 (derecho a ser juzgado por un tribunal independiente e imparcial) del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Es decir, fueron
Bacigalupo y Cezón quienes prevaricaron condenando a Gómez de Liaño por prevaricador.
Gómez de Liaño fue pisoteado, vejado y humillado, por atreverse a tratar a Polanco y a Cebrián como si fueran unos ciudadanos cualesquiera, y no los hombres más temidos de España;pagó por actuar contra el poder fáctico más influyente de España, como escarmiento contra futuros “quijotes” e idealistas judiciales.
Par eso están los Bacigalupos de turno; para cuidar que las ratas vivan comodamente en sus cloacas.
sempietnos@hotmail.com