
"Arfonzo" Guerra, el hermanito de Juan, el chico de los recados de Mister X, el que utilizaba el "Mystere" para ir a ver a Curro Romero a la Maestranza o a la querida en Roma, se burló durante un mitin de su partido en Ponferrada, (León), de la afirmación ejemplificadora y cursi de Rajoy al final del debate con Zapatero, sobre una hipotética niña.
"Se busca a una niña, lleva un bonobús, le acompaña un abuelito jubilado de Endesa con una pequeña pensión. Ella responde al nombre de Esperanza y a el le llaman globo pinchado", comenzó Guerra. "Sus padres, Mariano y Jose Mari, ruegan que llamen por teléfono a quien la vea. Que llamen a su casa, domicilio en la calle Conferencia Episcopal número 1. Amén", aseveró entre los aplausos y las risas del público sociata, tan culto y erudito, ya saben.
La realidad, es que la "niña imaginaria" de Rajoy, no hubiera nacido en la España de zETAp: la hubieran abortado antes, y sus restos,triturados y hechos papilla, hubieran ido por el desagüe junto a las cien mil criaturas asesinadas cada año.
En el caso que hubiera superado "el nosotras parimos, nosotras decidimos",tan progre y tan moderno, le hubiera tocado una familia donde sus "padres" son Pepe y Manolo.
Manolo es bombero, pero su aspiración es operarse y cambiar de sexo y pasar a llamarse Vanessa.
Así, que a la niña de Rajoy, cuando en el colegio le preguntan por su madre, ella dice que no tiene; que tiene "Progenitor A " y "Progenitor B".
O le podían haber tocado Puri y Lola. Lola tiene pinta de estibador búlgaro, y no se parece en nada a las bolleras de The L Word , si no que su aspiración es inyectarse hormonas y ser un cruce entre la concejal de ANV en Hernani y Sylvester Stallone.
Si supera todos estos traumas, la niña de Rajoy irá al colegio donde habrá pasado de curso en curso con cuatro asignaturas, colgada de los "botellones" de los fines de semana y hasta el orto de éxtasis y farlopa.
Seguramente a los diecisete habrá abortado con la RU 486, pero en la España de Zapatero, eso es síntoma de libertad y da pedegree para llegar a la Universidad, pasar sin pena ni gloria, recoger tu título y apuntarse al paro.
Eso con suerte.
Lo más probable, es que la niña de Rajoy, en la España de Zapatero, acabe de meretriz en la Casa de Campo o de secretaria en Ferraz.
Lo mismo da.
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