jueves, febrero 05, 2015

Lomana



A Carmen Lomana -salvando la distancia intelectual...- le sucede con PODEMOS lo que a Leonard Bernstein con los Panteras Negras.
Allá por 1970 Leonard Bernstein y su esposa convocaron a un grupo de amigos a su dúplex neoyorquino en la exclusiva Park Avenue, para recaudar fondos en favor de los Panteras Negras, donde veintiún miembros de la organización se enfrentaban a un juicio por colocar bombas en una comisaria. Entre los invitados, la crema de la intelectualidad; compositores  como Aaron Copland , el fotógrafo Richard Avedon, la escritora Lillian Hellman, los directores de cine Mike Nichols y Otto Preminger, el actor Jason Robards, el cantante Harry Belafonte y el director de orquesta Peter Duchin.

Testigo de aquel aquelarre pijiprogre fue el periodista Tom Wolfe que una semana después publicó en la revista New York su legendario y lapidario artículo, Radical Chic (“La izquierda exquisita”) mostrando en la portada a tres damas de la alta sociedad neoyorquina con el puño derecho en alto, envuelto en un guante negro, imitando el gesto de aquellos atletas de color norteamericanos en el podio en las Olimpíadas de México 68. Wolfe reflejaba en su artículo que una de las damas de la jet set asistentes al encuentro le dijo que estaba “emocionada por conocer a su primer Pantera Negra”.

En esas anda Carmen Lomana, que ha saltado del papel couché a ejercer de Leonard Berstein entre la aristocracia del barrio de Salamanca con Juan Carlos Monedero colgado del brazo. A Lomana le fascina ese chavista revolucionario con gafas a lo John Lennon y lo exhibe entre sus amigas, mientras meriendan el roscón de Reyes con chocolate y departen animadas con el profesor comunista que las considera casta.
Monedero dijo que sólo aceptó la invitación de Lomana para dar a conocer su discurso a los ricos, «gente que por lo común no lo escucha o que no la encontramos en las calles». O sea, que más que una merienda al uso, fue una evangelización progre a tiempo parcial, entre mordiscos al roscón y sorbitos de champán.

No creo que Lomana ande sobrada de lecturas, salvo el hojeo puntual de Vogue. Por eso le recomiendo que lea aquel maravilloso artículo de Wolfe donde radiografió como nadie hasta a la fecha a los idiotas útiles de izquierda.

 natpastor@gmail.com