El diario El País publicaba ayer, a bombo y platillo, unas declaraciones de apoyo a la negociación de Rodríguez Zapatero con los terroristas etarras que atribuía al Papa Benedicto XVI. Difícil de creer. Y Enrique Sopena publicaba, a su vez, la intermediación de Uriarte y la Conferencia Episcopal ante el Vaticano, con la misma finalidad. Difícil de creer.
Si Su Santidad realiza manifestaciones de gran trascendencia -y las relacionadas con el tema de ETA lo habrían sido-, son hechas públicas por todos los periódicos y telediarios. Una cosa es que El País consiga una exclusiva de los Príncipes de Asturias, y otra muy distinta que Polanco tenga mano directa en el Vaticano. Por ahí no paso. Si esas declaraciones se hubieran producido, inmediatamente, habrían ocupado los espacios televisivos, radiofónicos y de prensa escrita. Además, creo que habrían procedido de la Conferencia Episcopal.
La mentira cae por su propio peso. Sin embargo, analizando la patraña, se puede concluir que el Gobierno anda cerca del estado de desesperación. Debe estar llegando a la certeza de que no cuenta con el apoyo rotundo de los españoles, a pesar de haber recurrido a los más peligrosos malabares para vender el rollo de la negociación-rendición; por otra parte el miércoles pretenden llevar a cabo una absoluta infamia, presentando ante la UE -previo paso por la sala de maquillaje- a los etarras como pobrecitos reprimidos que no tenían otra opción sino la violencia para que alguien los escuchara, pero lo que piden es justo y están dispuestos a ser buenos en adelante (siempre y cuando traguemos con sus peticiones), y, probablemente, el Gobierno ve bastante complicado sacar a Europa del estado de estupefacción en que debe encontrarse: ¿los que nos pedían hace cuatro días que se ilegalizara a Batasuna, ahora quieren que los escuchemos y ya no son terroristas?.
El Gobierno quiere hacer de España un estado laico, pero ya ha constatado que hay más católicos de lo que creía dispuestos a no dejarse pisar o a ser ignorados. El hecho de que para el tema terrorista recurra a lo que sería el apoyo de la Santa Sede, no resulta baladí. Por mucho que les fastidie, han intentado esta mentira porque saben que la opinión y la posición que el Papa adopte frente a un tema, pesa infinitamente más que la suya en los españoles y resto de europeos; tratan de buscar una legitimación moral definitiva y una bendición -nunca mejor dicho- a su atrabiliaria, indigna e inicua acción.
Por todo lo anterior, a pesar de la maniobra (que se descalifica por sí sola -esto sí que es "bullshit" sr. Cebrián-), se me abre una puerta a la esperanza. En mi opinión es un reconocimiento implícito de la fuerza y superioridad moral del Vaticano, así como de la inseguridad y el miedo del Gobierno al ver que no le está saliendo la jugada como creía y quería. Quizá la sociedad no está tan dormida; quizá la sociedad está viendo demasiadas extrañezas y tinieblas en todo esto. Y además Rodríguez Zapatero le debe una, que vale doble, a Polanco. ¿Cuántas canas le costará?.
5 comentarios:
Te felicito por tu blog,Natalia.
Me gusta muchísimo.
Natalia, es lo que hay. Para eso estamos aquí en internet para poner nuestro granito de arena y denunciar "caiga quien caiga" aquéllo que no nos gusta.
Dicho ésto, qué bien te vemos con el blog... le estás cogiendo el punto y echándole arte y brillantez.
A mi lo que me sorprende,es que a alguien le coja estos comportamientos de nuevas.
PRISA es así;o sea,lo es y ha sido la SER,lo es y ha sido El Pais.
¿O es que nadie recuerda ya cuando se ocultó el caso Ibercorp,Filesa,cuando se satanizaba a Pedro J con el Sindicato del Crimen?¿Ya nadie recuerda como se ignoró el caso Roldan,los GAL,o las mentiras de los suicidas del 11-M?.
Este es su "libro de estilo";al más puro estilo siciliano y mafioso.
Cola de toro;estos descienden a donde haga falta.
Al averno de la deontología profesional si fuese preciso.
Aquí no funcionan los códigos del periodismo al uso;esto es un ente cuyo fin es ganar dinero y mantener esa maquinaria empresarial que es el PRISOE en el poder.
Caiga quien caiga.
Y si hay que pisotear al Papa o la unidad nacional,pues se hace.
Lo que no tiene desperdicio,es el amigo Enrique de Diego y su cruzada personalcontra Pedro J,la COPE y Federico Jimenez Losantos.
Y eso,que es subdirector de la revista "Epoca",antaño baluarte de la derecha liberal.
Debe haber sido abducido por Polanco,el "amigo" de gutiforever.
Publicar un comentario