domingo, enero 20, 2013

Tangentópolis cañí


En Italia, la palabra tangente se utiliza para referirse al soborno, la comisión. El preludio de esta orgía de corrupción se situa en Milán, cuando se produce la detención de un funcionario socialista, un tal Mario Chiesa, pillado con el carrito del helao en el mismísimo momento en que cobraba un soborno. 

Chiesa se había embolsado un soborno de siete millones, la mitad de lo estipulado por el propietario de una pequeña empresa de limpieza que, al igual que otros proveedores, debe hacer su contribución, la mordida, el 10 por ciento del contrato, que en este caso ascendía a 140 millones.

Chiesa,asustado tras su detención por los carabinieri, cantó La Traviata en el interrogatorio y explicó, con pelos y señales, que el sistema de soborno estaba mucho más extendido de lo que se creía.  
Según sus declaraciones, el soborno se había convertido en una especie de impuesto, que forma parte de la gran mayoría de los contratos, con todos los políticos y los partidos de todas las tendencias,y -por supuesto- con aquellos que estaban en el gobierno como la Democracia Cristiana de Giulio Andreotti y el Partido Socialista.


La Democracia Cristiana subestimó el peso y las consecuencias políticas de lo que pasó de ser la detención -uan más-, de un político corrupto a una macrooperación denominada Manos Limpias,con el fiscal Antonio Di Pietro al frente. El máximo responsable de los socialistas, Bettino Craxi por cierto,íntimo amigo de Felipe González...-, acusó a la fiscalía de Milán de Di Pietro de encontrarse detrás de un proyecto político y encabezó un frente de los partidos tradicionales frente al fiscal.

 
Tras las elecciones, la República Italiana se derrumbaba en medio de la indiferencia popular y el fiscal Di Pietro se convertía en el látigo castigador de los corruptos. A partir de ahí, se inicia una tormenta de detenciones que dura dos años de escandalosas cataratas de acontecimientos que convirtieron la trama de las Tangentópolis en una causa general contra los partidos políticos,en Italia, la ruptura y quiebra del sistema de partidos tradicional y la llegada al escenario político de Silvio Berlusconi y el populismo más rampante, que en marzo de 1994 ya había ganado las elecciones. 


Los Pujol, Urdangarín, Diego Torres, el caso Malaya, Duran Lleida y la trama Pallarols,el ático de Ignacio González y las sospechas que se ciernen, Bárcenas, el escándalo de los EREs falsos en Andalucía... el hedor es tan profundo que el mismísimo The New York Times, está preparando ya un reportaje sobre la corrupción en España para esta semana.
La gota que ha rebaso el vaso ha sido el último escándalo conocido, el de Luis Bárcenas, que está haciendo tambalearse al PP tras las últimas revelaciones respecto a sobres con dinero circulando por Génova.


Desde la Corona, pasando por Ayuntamientos, CCAA, jueces, diputados, senadores,sindicatos... no hay una sola institución del Estado que no se haya visto salpicada por casos de corrupción en un nivel u otro.

El ciudadano de a pie asiste atónito a la conversión de lo que un dia pareció una democracia, en una auténtica cleptocracia dentro de un pais que tiene casi seis millones de parados, los comedores de Cáritas abarrotados y uan perspectivas de futuro tenebrosas.

Lo que está en juego no es el futuro político de tal o cual partido político, del yerno del Rey o de un tesorero con 20 millones de € en Suiza.

Lo que se juega en al mesa es el mismísmo sistema de partidos que se consagró en la Transición.
España está a cinco minutos de sufrir el cataclismo que sufrió Italia con Tangentópolis.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo lo que esta pasando es vergonzoso, pero en estos momentos estar en contra del gobierno,
es intolerante sino nosdamos cuenta de que lo único que necesitamos en estos momentos,es credibilidad y serenidad nos vamos a una guerra civil.
Esto es todo lo que los socialistas, están buscando desde que el PP esta en el gobierno, están moviendo a la gente en contra de todo lo que el gobierno esta haciendo para salir de la crisis.
Tengamos un poco de conocimiento y no entremos en el juego de Rubalcaba .
Porque¿ el no esta en la cárcel por el caso faisán ,Pepiño por el caso campeón, porque Bono con el
patrimonio que tiene tampoco esta en la cárcel. El fondo de reptiles de Andalucia, los Pujoles y Mas

Esto no se puede aguantar solo nos faltaba lo de Barcenas, Sr esto ya esta pasado, hace ahora 3 años que es lo que queremos una guerra o que.

Lin Fernández dijo...

Sencillamente el Sistema ya no nos vale.Alguien tendra que dar un paso adelante,el interrogante es ,si seran algunos militares,o el un pueblo que esta adocenado,un saludo,

o blog de xesús lópez dijo...

El sistema está, ciertamente, reventado. El primer comentarista cita otros casos y las hemerotecas guardan memoria de más: Filesa, Malesa, Times-Export, Roldán, aunque siempre hayan callado el tema de la gran corrupción de Estado que se da en la ría de Pontevedra con el robo continuo de terreno demanial.
Por lo demás, el caso Bárcenas aparece ahora desdibujado con el protagonismo de una finca argentina, La Moraleja, enorme, gestionada por el hijo de un hombre del PP. Nos presentan a Bárcenas, al parecer, como una especie de comisionista.Y ahí entran en juego una sociedad panameña, Sinequanon, y transferencias a bancos de N. York, todo muy legal, por lo menos hasta la explicación final.
Un cordial saludo

CARLOS CC dijo...

Es un placer comunicarte que tu blog ha sido seleccionado finalista del premio "Libertad de Expresión en la Red 2.012".
Mucha suerte.
Un beso.


http://rebuznometro.blogspot.com/2013/01/premio-rebuznometro-libertad-de.html

velarde dijo...

Cleptocracia....pero en este pais ruinoso y arruinado..poco queda que rascar, y mientras tnto la plebe contempla espectante cual sera el siguiente caso de corrupcion de quien les representa...mal panorama.

José Luis Valladares Fernández dijo...

La 'cosa nostra' ha entrado en España y de qué manera. Es vergonzoso que los políticos roben de esa manera, cobrando mordidas y aprovechándose del dinero de todos los españoles. Es lo que tienen los políticos profesionales, que terminan metiendo la mano en el cajón.
Lo de Bárcenas no tiene nombre y menos que sea precisamente Rubalcaba el que pida al PP limpieza y claridad y que el que esté manchado que dimita. Es la del sarten y el cazo. Y si es verdad lo de los sobres, no se que salida nos quedará. Por supuesto urge hacer un ERE en la política.

Zambullida dijo...

Natalia, yo no asisto tan atónita a este espéctaculo. La sociedad española está corrompida, enferma ¿Por qué los políticos habrían de ser mejores que nosotros? Veo a diario cómo se roba y se adjudican obras a dedo en comunidades de vecinos.

El último de Filipinas dijo...

Lo malo es que lo españoles tendemos a mostrar nuestra indignación y enojo de la manera más inconveniente, inapropiada y destructiva posible.

Urdanautorum dijo...

Viven de espaldas a la ciudadanía.
Mientras jóvenes, ¡de 30 años!, malviven con un incierto futuro y padres padecen la pobreza, e incluso falta alimenticia, que atiende organizaciones como Cáritas con limitaciones económicas; estos crápulas indeseables se dedican a mentir robando impunemente. También el gobierno de la nación po menos autonómicos, concediendo todavía créditos sin ningún órden de prioridad social tienen mucho que callar.
El cinismo con que responden, intentando justificar evadiendo su propia responsabilidad, a las demostradas inmoralidades cometidas por sus camaradas de partido, demuestran la catadura moral de esta gentuza, de este contubernio de jerarcas y afiliados ciegos y mudos.
La situación está creando una desmoralización, alarma social, y desprestigio de la nación, que redunda económicamente muy grave. Rajoy, como presidente del gobierno de la nación, debe hacer una firme declaración de que va a acabar con ´todos los chorizos y mangantes, propios y ajenos, en lugar de premiar o indultar, sin aclaración alguna, a quien no se lo merece.
La sociedad ya no admite pedir perdón simplemente: exige acciones ejemplares que cree esperanzas en un futuro, después se puede hablar de hacer patria, o del interés general, como le guste llamar. Ya estamos más aque hartos de palabraría y capulladas de la corte española del siglo XXI.