lunes, agosto 15, 2011

La complicidad




Pensaba en ello mientras veía el discurso del juez y profesor Ernst Janning (Burt Lancaster) en "¿Vencedores o vencidos?" donde decide declararse culpable y confiesa que en el caso Feldenstein (a un judío de 60 años se le condeno a muerte bajo la sospecha de “contaminar la sangre” de una joven alemana) ,tenía decidida su sentencia antes de iniciarse el juicio.

Sin dejar de reconocer excepciones, el comportamiento del pueblo alemán durante el nazismo en términos generales, tuvo la actitud de un pueblo criminal que no se ajusta a los parámetros de una sociedad civilizada.
La estadística de los hechos demuestra que la mayoría de los ataques que sufrieron los "extranjeros" en territorio alemán fueron obra de la población civil y no de las SS o la Gestapo, más aún en tiempos de guerra cuando la mayor parte de su personal se hallaba afectado en los distintos frentes de batalla. Si pensamos que el nivel de matanzas alcanzó sus niveles más altos a partir de 1940 resulta más que evidente la participación activa y espontánea de la población civil en la maquinaria de muerte. Muchas veces la historiografía de la posguerra ha hecho hincapié en el grado de coerción e intimidación al que era sometido el pueblo alemán por parte de sus autoridades.
Pero esa mentira queda al descubierto cuando se analizan los últimos meses de la guerra.En un país devastado por las bombas enemigas, con el sistema estatal desarticulado, las vías de comunicación rotas y con un Hitler enfermo y encerrado en su bunker, la coerción estatal era nula y, sin embargo, las madres alemanas no dudaban en mandar a morir a sus hijos, a veces ni siquiera adolescentes, de manera absolutamente espontánea.
A fines de 1944 mientras Alemania se derrumbaba en todos los frentes, el nivel de matanzas en los campos de exterminio llegó a tener un promedio de 24.000 asesinatos diarios .

Hasta que no se difundió la noticia de la muerte de Hitler, los alemanes siguieron luchando por su Führer con un fanatismo ciego que ni la mejor operación de prensa pudo inculcarles.Los hechos prueban que no se trata ciertamente de la conducta de un puebo oprimido o confundido por la propaganda de Goebbels como recita la historia oficial. No obstante el enorme grado de responsabilidad y culpabilidad, de complicidad que pesa sobre su historia, esta ahí.


Después de cinco décadas observamos con horror, cómo en el País Vasco de nuestros días sigue siendo mucho más políticamente correcto despreciar a las víctimas y callar ante los verdugos que, por ejemplo, llamar asesinos a los que matan o calificar de totalitarios a quienes solamente desean imponer sus desvaríos ideológicos a base de violencia, amenazas y extorsión.
Victimizar a las víctimas se les da muy bien a quienes siempre saben posicionarse más cerca de los asesinos que de los asesinados, pero con su comportamiento infame, estas personas, las mismas que se rasgan dramáticamente las vestiduras cuando algunos afirmamos que el nacionalismo vasco en general lleva más de treinta años alimentando, comprendiendo, exculpando, justificando y matizando el terrorismo de ETA, solamente demuestran lo realmente enferma que está la sociedad vasca.
ETA surgió de una escisión del PNV, pero lo más importante es que, desde que los terroristas cometieron su primer asesinato, el nacionalismo vasco, a pesar de condenar los atentados, ha otorgado a los terroristas cobertura ideológica, entendimiento, cercanía y calidez política.

Lo cierto es que la mayor parte de los nacionalistas vascos contempla a los etarras como hijos ideológicos pródigos y descarriados a los que hay que atender y respetar en sus derechos.
El nacionalismo vasco, es verdad, condena las muertes, pero ignora a los asesinos, y éstos, si son perseguidos, detenidos y juzgados, encuentran en los ámbitos nacionalistas vascos comprensión y apoyo.


Esta intensa relación nacionalismo vasco-terrorismo independentista, siempre intuida y conocida, pero obviamente nunca evidenciada en público, se hizo patente el 12 de septiembre de 1998, cuando apenas 14 meses después de que los etarras asesinaran al concejal del PP Miguel Ángel Blanco, los partidos nacionalistas vascos y otras organizaciones sociales del ámbito nacionalistas firmaron con la banda terrorista el Pacto de Lizarra, un documento de contenidos maximalistas desde un punto de vista nacionalista pero que, además, incluía disposiciones no públicas en las que los firmantes del mismo se comprometían a trabajar en comandita para, entre otras cosas, eliminar de la actividad política, social y cultural de Euskadi cualquier presencia constitucionalista o estatal.

La coalición abertzale Bildu se convirtió en las pasadas elecciones autonómicas y municipales, en la primera fuerza del País Vasco en número de concejales, al obtener 953 ediles y sumar 315.977 votos acumulados por una candidatura nueva, que estuvo proscrita hasta la misma noche de inicio de campaña y que presentaba mayoría de candidatos totalmente vírgenes en política.Bildu arrasó en zonas rurales de Guipúzcoa, Vizcaya o Alava, pero venció a la vez en zonas de alto nivel adquisitivo como el barrio donostiarra de Gros y obtuvo en paralelo un ascenso llamativo en ciudades denavarra como Tafalla o Lizarra.
A Bildu le votaron desde presos a monjas, desde parados a empresarios, pasando por un ex lehendakari y, sobre todo, muchísimos jóvenes.

El nazismo logró instaurar el totalitarismo en el plazo de dos años a través de la “coordinación” (“gleichschaltung”) de todas las instituciones y organismos de la vida pública. A este proceso lo llamó “revolución legal”. El parecido con el proceso de penetración y tergiversación de las leyes por parte del nacionalismo vasco es asombroso.

Para reflexionar...


natpastor@gmail.com

35 comentarios:

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

El miedo en el País Vasco, como el habido en la Alemania nazi, explica muchas cosas en relación con el triunfo de Bildu. Muy buen artículo, Natalia; de los que dan materia para reflexionar.
Saludos.

Natalia Pastor dijo...

Tio Chinto:

Gracias.

Yo creo que hablamos de sociedades enfermas en ambos casos.
La sociedad alemana de Hitler era una sociedad fanatizada, racista, obsesionada con esa raza aria -Arana planteaba algo parecido ...-, y que llegó en un momento dado al paroxismo de la complicidad con los asesinos.

Lo mismo ha sucedido y sucede en el País Vasco con ETA. Hay una mezcla de cobardía, complicidad y participación en los objetivos que nos lleva a pensar que es una sociedad profundamente enferma.

Ramiro Semper dijo...

Me parece un post desafortunado, Natalia. Comparar la lealtad a la Patria del pueblo alemán con el fanatismo de las ratas separatistas creo que es ofensivo para un pueblo que fue masacrado por los "defensores de la democracia".
Los peores crímenes de la Segunda guerra Mundial (Bombardeos de Hamburgo, Hiroshima o Dresde)no fueron cometidos por los partidarios del Eje, sino por los angloamericanos.
Y estos crímenes son reales, no como otros a los que haces referencia y que no son más que el producto de una propaganda bélica convertida en "verdad oficial" a golpe de decreto.

Natalia Pastor dijo...

Ramiro Semper:

¿Llamas "lealtad a la Patria del pueblo alemán" el permanecer mudos -cuando no partícipes-, ante el asesinato de seis millones de seres humanos?.
¿Es "lealtad a la patria" callar, mirar para otro lado, lucrarse con el saqueo de los bienes arrebatados al pueblo judio que era asesinado por una pandilla de monstruos sicopatas en los campos de concentración y exterminio?.

La lealtad a la patria es otra cosa,Ramiro.

candela dijo...

Lo que yo tenía entendido no es que el pueblo alemán estuviese sojuzgado por sus líderes, pero la maquinaria propagandística de Goebbels sí fué decisiva. Muchos ciudadanos alemanes no creían o ignoraban lo que ocurría en los campos de exterminio nazis.

De la misma forma, en Vascongadas, las ikastolas y los nacionalistas cumpliron la misma función, distorsionar la historia y la realidad de forma que muchas generaciones han crecido en la ignorancia y el odio a España. Ahí tienes los votos de Bildu.

Nadie nace odiando, el odio se enseña.

Por lo demás estoy de acuerdo, los nacionalistas son tan responsables como los mismísimos asesinos.

Natalia Pastor dijo...

Candela:

La sociedad alemana si sabía lo que pasaba con los judíos, te equivocas en eso.
Si sabían lo que sucedía cuando sus vecinos desaparecían y sus casa eran ocupadas; cuando los trenes de ganado iban cargados de judios camino de los campos de exterminio; cuando se les arrebataban los negocios y sus bienes.

La sociedad alemana fue cómplice de lo ocurrido durante el nazismo.

De la misma manera, es imposible que ETA haya sobrevivido hasta la fecha sin el apoyo de gran parte de la sociedad vasca.

Ahí está los resultados de las últimas elecciones y los votos obtenidos por BILDU, a los que habría que sumar el del resto de las formaciones nacionalistas.

No son una minoría como se repite de forma cansina.

o blog de xesús lópez dijo...

El nazismo se ha repetido, con años de distancia y cruz gamada en la bandera, o eso parece. Lo saben en el País Vasco, así como que en la Moncloa existe un bunker.
Ramiro Semper cita el caso de Hamburgo o Dresde, donde con una Alemania rendida sin condiciones siguieron los bombardeos amgloamericanos con bombas de fósforo sobre objetivos civiles. La gente se echaba ardiendo a los canales. 45000 muertos en alguna ocasión.
Y los de Hiroshima o Nagasaki está muy bien explicado en un viejo libro de Mauricio Carlavilla, "Pearl Habour, traición de Roosevelt" aunque creo que el responsable de uno de los bombardeos fue ya Harry Salomon Truman.

Natalia Pastor dijo...

Xesús López:

Es que es imposible que una organización terrorista perviva durante más de cinco décadas, sin que exista un apoyo social.
Y ahí es dónde radica el mal

No son una minoria como se empeñan los voceros en transmitir, ni se soluciona el problema sólo con sacar a BILDU fuera de las instituciones.
El problema radica en una sociedad enferma que ha convivido casi cincuenta años con asesinatos, con la mayor naturalidad.

candela dijo...

Claro que no son una minoría Natalia, pero entrando en eso ¿Quién además de los nacionalistas es responsable de que 200.000 vascos exiliados no hayan podido votar?

En 2008 creo que lo solicitaron porque en realidad son exiliados políticos, y ni caso. Pero sí se permitió el voto de extranjeros hijos o nietos de españoles. Esa mayoría es, no se como decirlo, inducida, artificial. Estos 200.000 votos hubieran variado el resultado de las elecciones.

Natalia Pastor dijo...

Candela:

Posiblemente esos 200.000 exiliados cambiarían el sentido de las elecciones, no lo sé.
Pero lo cierto, es que a dia de hoy hay una mayoría social y de votos -sumando PNV,BILDU y resto de formaciones nacionalistas-, que de una u otra manera son cómplices de ETA y del actual estado de cosas.

Y eso no se soluciona solamente con sacar a BILDU fuera de las instituciones o con un mayor cerco policial . El problema de raíz está en esa sociedad que ha admitido y admite el crimen y el asesinato como algo que encaja sin demasiados problemas en la normalidad cotidiana.

Gente que no se ha inmutado ni han movido una ceja cuando han volado por los aires a su convecino o al parroquiano de desayuno en el bar.

Clandestino dijo...

No tengo la menor duda de la condición criminal del estado español y especialmente de las dos regiones nazis por excelencia como son Cataluña y Vascongadas.

Tanto el socialismo terrorista como a estas dos regiones nazis, las mantenemos en un estatus muy superior a la media nacional, a cambio de nada la una y a cambio de muertos la otra. Ambas regiones en sí mismas son muy pobres en recursos que las dejan en un nivel de autosuficiencia muy bajo o nulo. Especialmente los vascongados siempre necesitaron ser alimentadas de las regiones ricas en recursos agropecuarios, como Levante, Centro y Sur de España. Un día, en los inicios del auge industrial alguien decide mitigar su precariedad instalando la industria española en sus términos y protegiendo el mercado nacional dejándolo a merced exclusiva de su producción. Todos recordaremos cuando las importaciones eran duramente gravadas con aranceles de hasta dos veces sus precios, y en el resto de España NO se podía instalar industrias para producir productos competitivos con la industria vasca y catalana. Consumíamos exclusivamente ropa catalana carísima y lavadoras vascas carísimas, porque la ropa inglesa y los electrodomésticos alemanes, a priori de mejor calidad y precio, se dejaba fuera de nuestro alcance, para proteger el chollo nazi. Y si se autorizaba alguna industria textil como ocurrió con Intelhorce en Málaga, era a condición de hacerlo con capital y bajo control exclusivo catalán. Toda la producción de algodón de Andalucía, había que venderla a Intelhorce obligatoriamente, al precio que marcaba Intelhorce. Todo esto se lo deben a su tan “odiado” Generalísimo, cuando besaban su trasero y el suelo que este pisaba.

Pero no busquen esto en la memoria histórica. Al que le interese puede buscarlo en la memoria de miles de arruinados y expoliados por la dirección catalana de Intelhorce.

Hoy las cosas siguen igual con las presiones a cuenta de sus privilegios electorales y la basura con patas que más a menudo de la cuenta, habita la Moncloa. El caso es que cuando se vieron autosuficientes y hartos de comer, se revolvieron como perros salvajes, contra la mano que les salvó de la inanición y la hambruna.

Si de mal nacidos es ser desagradecidos, es de idiotas es dar de comer a quien te muerde la mano. Porque la situación tiende a retornar a sus orígenes. Ya no fabrican nada que no se fabrique en cualquier lugar de España pero siguen exportándonos su producto estrella del nacionalismo independentista. Eso es lo único que producen y que como idiotas se lo compramos al por mayor y se lo pagamos a precios desorbitados, en lugar de devolvérselo doblado en tonelaje. La industria se ha expandido. No producen nada que no produzca el más tonto. Pero se le sigue privilegiando con el mercado de importación con el que tras imprimirle sus marcas a los diferentes productos, inundan el mercado de consumo nacional, robándonos el beneficio, el IVA y gran parte del impuesto repercutido. Que nadie dude de que el nivel económico de vascos y catalanes se sostiene sobre la miseria humillante de no pocas regiones españolas donde se trabaja con denuedo y dureza. Los hipermercados españoles están llenos con productos vascos y catalanes. Pueden ver estanterías llenas de aceite de oliva virgen vasco y catalán. ¡Por dios! ¿Nadie ve? ¡El mercado es el corazón de una nación! ¿Cómo permitimos que nos chupen la sangre unas camarillas de nazis y asesinos?

Urge un referendo nacional con la propuesta firme de expulsión inmediata de Vascongadas y Cataluña, de España. Expulsión con frontera inexpugnable. Que no pase ni uno y muy especialmente al mercado de España. Es la única opción que tiene España de alcanzar niveles de mercado, culturales y de cohesión nacional, similares al resto de Europa. Se da un plazo prudente a los españoles para que vendan sus bienes y se reasienten en los lugares de España que consideren. Después cerrojo y final definitivo. Que se coman sus montañas y sus idiomas. De postre algúno de sus asesinos.

Natalia Pastor dijo...

Clandestino:

En su célebre artículo de 1934, “Cinco dificultades para decir la verdad”, Brecht había escrito: “Si en nuestra época es posible que un sistema de opresión permita a una minoría explotar a la mayoría, la razón reside en una cierta complicidad de la población, complicidad que se extiende a todos los dominios”.

Un año más tarde comenzaría a escribir los veinticuatro episodios de “Terror y miserias del Tercer Reich”, en los que, basándose en testimonios y noticias publicadas por la prensa, relata un puñado de pequeñas historias de cobardía, complicidad y violencia de la sociedad alemana dominada por el nazismo.

Lo del País Vasco se encuadra en ese mismo espectro de "complicidad necesaria" para que unq organización terrorista como ETA sobreviva más de cinco décadas y tenga mil muertos a sus espaldas.

Anónimo dijo...

Natalia, todo lo que dices es absolutamente cierto, tanto respecto a los alemanes como a la actual sociedad vascongada.
Se ha podrido el sentido moral y todo es oportunismo. Aunque ello suponga el asesinato y la regresión a los modos de vida medievales.

Yo lo vivo y somos muy pocos los que mantenemos un espíritu independiente de esa "moda" impuesta en las escuelas y secundadas también por los inmigrados, andaluces, extremeños o nicaraguenses.

Natalia Pastor dijo...

Tellagorri:

Por eso yo insisto en la complejidad de dar una solución satisfactoria a lo que ocurre en el País Vasco.
El problema no se soluciona sólo con expulsar a BILDU de las instituciones, con gobiernos constitucionalistas o con mayor presión y celo policial.
El problema está dentro de la sociedad vasca,enquistado de tal manera que a día de hoy estamos mucho peor que hace veinte años.

Aunque habrá,claro, quién se consuele con esa milonga de que ETA no mata.

velarde dijo...

Se puede decir mas alto...un articulo excepcional, un simil acertado. felicidades.

Natalia Pastor dijo...

Velarde:

Gracias.

Si no asume la realidad del problema, es imposible alcanzar su solución.
El problema de la sociedad vasca no es ETA en sí misma: es que está profundamente enferma.

Clandestino dijo...

El bueno de Bertol Brecht fue un romántico empeñado en defender sus ideas y las contrarias. Ni más ni menos se pasó la vida intentando combatir el fascismo desde su ideología comunista, ignorando que comunismo y fascismo son la misma cosa.

No obstante la cita que anotas es tan real como la vida misma. Pero no es complicidad. La complicidad es una iniciativa voluntaria. Ocurre que el grueso de la población se ve en la disyuntiva de bregar contra el crimen organizado en el estado o alinearse con el crimen organizado en la calle. Un estado marginal es una vulgar banda de maleantes impunes que solo deja a no pocos ciudadanos la única salida de alinearse con el crimen organizado en su barrio. La consolidación del crimen organizado en la calle, siempre es una extensión del crimen organizado en el estado.

Es un sentimiento natural e instintivo que induce a la búsqueda de la libertad como bien supremo superior al de la vida. Cuando el estado deniega el amparo de la Justicia, automáticamente legitima a determinados colectivos a tomarla de su mano. No tenemos derecho a recriminar al criminal callejero, mientras sostenemos, legitimamos y financiamos un estado criminal voluntariamente.

El estado es nuestro sirviente. Somos responsables de sus delitos. Si no los cortamos de raíz, seremos responsables de ellos y tendremos que asumir las consecuencias.

En el momento en el que el estado es terrorismo y crimen organizado, cualquiera queda legitimado para ser lo mismo, en legítima defensa. Y ese cualquiera será seguido por riadas de gente atrapada bajo su estado criminal. Obsérvese el enorme éxito inicial del 15-M. Finalmente solo queda el radicalismo ultraizquierda, pero eso indica que una gran masa inicial, lejos de ser cobarde estuvo dispuesta a tomar la calle contra un estado en manos del hampa. Dignamente se retiró cuando comprobó que solo les hacían la ola a los cachorros de ese crimen organizado.

Un pueblo que se sepa seguro en las garantías de un estado de derecho, bajo el riguroso amparo de la Justicia, no consentirá el nazismo, ni el terrorismo nazi, ni crimen alguno en un solo rincón. Ni España ni ninguna otra nación.

Los asesinos son legitimados por un amplio sector social, porque el estado criminal es financiado, legitimado y consentido por todos. Mientras eso sea así, España seguirá siendo lo que es ahora: Una nación sin ley, sometida a las camarillas mafiosas acantonadas en su estado marginal fuera de la ley.

Anónimo dijo...

La culpa es de los once millones que han votado al psoe, permitiendo: que empobrezcan España, maten a cientos de miles de niños, viejos y enfermos (eutanasia, abortos, experimentos con embriones humanos...), dejen colarse a millones de moros, mafias del este... negocien con asesinos etarras, permitan los partidos separatistas vascos, catalanes...

Stop dijo...

No coincido con la versión oficial que se da de la Alemania Nazi, entre otras cosas porque Hitler era un gran admirador de Estados Unidos y muchas de sus medidas políticas estaban copiadas, aunque multiplicadas por cuatro, de las aplicadas en los Estados Unidos. Con esto no quiero decir que sea partidario de Hitler, ni de su régimen, pero no me gustan las mentiras ni la propaganda de guerra alidada convertida en teología indiscutible. Pues, y esto es lo peor de todo, ni siquiera es discutible racionalmente. Se ha inculcado a la gente desde bien pequeña el abordar este tema desde el punto de vista emocional. Pero ojo, con verdades indiscutibles.

Sobre el nacionalismo vasco, o el catalán, han sido mimados y consentidos por el propio Estado. Han sido tan mimados y consentidos, y tan recompensados, que esto explica el nacimiento y la proliferación de infinidad de partidos identitarios y nacionalistas en España, ya sea en Andalucía, en Canarias (donde cada día se odia más a los españoles y nadie hace nada por evitarlo, ni explicarlo), en León, en Galicia, en Cantabria, en Baleares... La lista es interminable.

He conocido a votantes del PNV que cuando les he preguntado quien era Sabino Arana, me han preguntado que quien era ese. Sobre la ideología, o lo que dijo ese loco, tampoco sabían nada de nada. Pero ellos votaban al PNV, porque es el partido al que, naturalmente, han de votar los buenos vascos, y esto incluye a los nacidos en Zamora, Burgos, La Rioja o Galicia, que son incluso peores que los vascos auténticos.

El principal problema de España es que existe, y aquí entramos en el conocido tema de las conspiraciones, desde hace más de cien años un plan escrito y detallado para descuartizarla en pequeños entes étnicos.

Puede costar de creer, pero esa es la realidad. Sabino Arana (es anterior a Hitler y el nazismo alemán) copió la enseña británica, propuso a los vascos aceptar un protectorado británico o de Estados Unidos; según él, los vascos debían migrar a EStados Unidos antes que a España; mantenía también que la independencia de su Euskalerría era imposible sin la previa destrucción total de España, cosa que sólo sucedería mediante la ayuda exterior.

Ha pasado el tiempo y España está cuarteada, se ha dejado el adoctrinamiento político identitario en manos de los nacionalistas. Irracionalmente, esto ya lo comenzó Franco con las ikastolas, en las que se adoctrina a los niños para que odien todo lo español (con muy buenos resultados) y los colegios catalanes, que eran unos colegios privados donde todo se hacía en catalán. NO recuerdo el nombre exacto de este sistema, pero era el equivalente a las ikastolas, pero en Cataluña. Eso comenzó hace casi 50 años. El principal culpable de todo esto es el propio EStado Español, que lo permitió e incluso alentó.

¿Los motivos? POdría explicarlos. Pero total, me van a llamar conspiranoico.

Natalia Pastor dijo...

Clandestino:

Totalmente de acuerdo, con lo que apuntas.
Con respecto a lo que señalas sobre el 15-M, era evidente que la supuesta "indignación" era un trampantojo bajo el que cobijar su veradera faz que no era otra que la de un movimiento surgido y gestado en la ultraizquierda con el objeto de servir de tonton macoutes de los socialistas, justo cuando se avecinaba una debacle como la que aconteció en las pasadas municipales y autonómicas.

Ahora, ya sin máscara y sin nada que disimular, se muestra en lo que realmente son ; la ultraizquierda pura y dura,anticlerical y estalinista haciendo llamamientos para boicotear la visita del Papa y hostigar a la millón de peregrinos que visitan nuestro país con motivo de la JMJ.

Natalia Pastor dijo...

Stop:

El tema del post no lleva a dudas y establece un paralelismo claro e irrefutable, a mi juicio.
El hecho de que sin la complicidad criminal y siniestra de la sociedad alemana , Hitler no hubiera podido llevar a cabo el genocidio que costó la vida a seis millones de judios.

De la misma manera, sin la complicidad directa o indirecta, sin el silencio y el mirar hacia otro lado,sin la "tolerancia" de los partidos nacionalistas cuando no de su apoyo tácito y expreso, ETA no hubiera sobrevivido cinco décadas ni hubiera asesinado a más de mil españoles.

Y en ambos casos, los hechos que sucedieron son producto de una sociedad profundamente enferma, fanatizada y corrompida hasta tal punto que ignora los principios morales y éticos más básicos, hasta llegar a despreciar el valor de la vida humana.

Svintus López dijo...

Yo a lo mejor tengo una postura de hartazgo frente a los nacionalismos periféricos,y me planteo una cosa. ¿No sería bueno darles la independencia de una puñetera vez?.Me explico. En un mundo global,en el que millones de personas en el mundo quieren aprender español,en el que posiblemente iberoamérica junto al resto de BRICS, sean el futuro.¿No sería bueno para el resto de España,quitarnos de encima el chantaje del nacionalismo?.¿Si atrajéramos a Andalucía,Extremadura,Comunidad Valenciana,Madrid, las inversiones de los vascos y catalanes de bien que no estuvieran a favor del "euskocatalanonazismo",no sería bueno para nosotros?.Por una parte, sin el consumo de España, y el vacío comercial que les haríamos,en una década estarían muertos,(en el mundo España es poco pero Cataluña y Pais Vasco no son nada),y por otra nos libraríamos por fin,del mayor problema de España desde hace un siglo. Si,sé que me vais a decir,que para que han caido 1000 personas a manos de ETA,si nos íbamos a "rendir" pero...si de mi y de millones de españoles dependiera se habrían independizado hace décadas...¡los habríamos mandado a tomar por culo vamos!.... Ellos no nos quieren, y yo creo, que no los necesitamos.Y lo dice un nieto de catalanes de pura cepa.Y el resto de España,no nos engañemos,no los echaríamos de menos,¡seamos sinceros!...Estamos en un mundo global.El mundo será capitalista,mestizo y liberal,o no será. Esta gente son racistas y nacionalistas,o sea,antiliberales contumaces.¡Pues con su pan se lo coman!...

Natalia Pastor dijo...

Svintus;

Los nacionalismos han conseguido que una gran parte del resto de la sociedad española esté completamente hastiada y asqueada de sus contínuas reclamaciones, de su victimismo insoportable, de las amenazas y amagos de secesión.

Y es cierto que lo que el cuerpo te pide es decirles "hasta aquí hemos llegado...ahí os quedais".

Pero tenemos una historia detrás.España es una nación,tenemos un glorioso pasado, un acervo común que nos une.

Y hay centenares de miles de vascos y catalanes que se sienten tan españoles como un madrileño o un sevillano.

El problema está y radica en el diseño del modelo de Estado, en esas autonomías que no han servido para su objetivo descentralizador si no que se han convertido en pequeños reinos de taifas desde donde se ha inoculado en las sociedades civiles un sentimiento nacionalista y antiespañol que antes no existía.

Gran parte de culpa de lo sucedido a lo largo de estos años, está en la izquierda y en ese PSOE que les ha hecho el caldo gordo a los nacionalismos más radicales hasta el punto -como sucedió con el PSC en Cataluña con el tripartito -, llevarles a asumir pronunciamientos separatistas anteriormente reservados a los más radicales.

Hemos visto luego a Zapatero cuestionar el concepto de nación -"discutido y discutible",según esa mente preclara-, y jalear un Estatut claramente anticonstitucional que suponía un misíl directo a la linea de flotación de lo recogido en la Carta Magna.

Estamos en una difícil coyuntura y la solución satisfactoria dependerá de que postura tome el PSOE a partir de ahora.
Si es capaz de desprenderse de su fijación patológica con la II República, de su guerracivilismo atroz y de su sectarismo vomitivo, se podrán alcanzar pactos de Estado que frenen al nacionalismo y que sirvan para recomponer nuestra maltrecha unidad nacional.

Stop dijo...

Natalia, la sociedad, la gente, es lo que se le adoctrina desde pequeña que sea. El nacionalismo vasco y el catalán, no habría podido avanzar sin los curas vascos y catalanes nacionalistas, que inculcaron en un pequeño grupo de la élite sus rancias ideas identitarias, más tarde propagadas de forma masiva en colegios supuestamente laicos. Esa diminuta élite nacionalista, del nacionalismo que habían mamado desde bien pequeños, han hecho todo lo posible por construir una sociedad a su capricho, que cope todas sus espectativas nacionales.

El nacionalismo alemán es anterior a Hitler y sin esa siembra nadie habría entendido ni aceptado el discurso de Hitler, al principio un insignificante agente del ejército alemán que fue infiltrado, con indudable éxito, en un pequeño partido socialista alemán del que se adueñó por completo e hizo crecer, con la ayuda de las más altas cúpulas, hasta extremos en un principio insospechados.

La culpa, Natalia, es de aquellos que pudiendo evitar el principio de todos estos movimientos sociales y políticos, no hacen absolutamente nada. Igual que la serpiente no puede ser otra cosa que una serpiente, los nacionalistas no pueden ser otra cosa distinta que lo que son, porque se les adoctrinó de bien pequeños en ello y sólo unos pocos, muy pocos, serán capaces de escapar a toda esa tontería nacionalista. El mal ya está hecho y los nacionalistas, incluida ETA, son el resultado, no son el origen, del mal.

¿Se está haciendo algo para que este mismo proceso de locura identitaria nacionalista no se de en Andalucía, en Canarias, en León, en Cantabria, en Asturias, etc., etc.?

Ya te digo que no. No se está haciendo ni se hará absolutamente nada de nada. Si mañana saliera un grupo terrorista canario, ¿será culpa de ellos, de los terroristas, o de aquellos que permitieron que unos niños fueran adoctrinados, idiotizados y enloquecidos en el odio a ESpaña y los españoles?

Yo creo que los verdaderos culpables son los que adoctrinas y los que no hacen absolutamente nada para evitar ese adoctrinamiento.

Sobre la teología de los seis millones de judíos... No la comparto porque para la internacional sionista, desde antes de la II Guerra Mudial hasta entrados los años cincuenta, el número de judíos en el mundo había bajado en unos 300.000. Más tarde la cosa cambió y se recobró una vieja cifra que ya se había dado durante la I Guerra Mundial, donde algunos rabinos afirmaron públicamente que en esa guerra habían muerto 6 millones de judíos. Hay alguna cita histórica, no sé si fiable, según la cual algunos rabinos sermoneaban acusando en las sinanogas al Imperio Romano de eliminar a 100 millones de judíos. La versión que tenemos de la II Guerra Mundial hay que revisarla sin propaganda de guerra. Quizás muchos se sorprenderían, en uno y otro sentido.

Natalia Pastor dijo...

Stop:

El nacionalismo vasco independentista preconizado por Arana nace en una época de bruscos cambios sociales, culturales y políticos que resultarán trascendentales para la comprensión de la sociedad actual.

En vida de Sabino Arana, la sociedad vasca estaba influida por diferentes aspectos entre los que se encuentran la caída del antiguo régimen, el florecimiento de las ideas liberales centralistas y laicistas, el caciquismo y la imperfección del sistema democrático, la crisis del carlismo tras su derrota militar, la pérdida de los fueros, la crisis del nacionalismo español y su intento de regeneración, las políticas coloniales y los procesos de emancipación colonial, la generalización de las teorías racistas, los inicios de la revolución industrial, el surgimiento del socialismo.


Ese es el germen del que nace ETA.

En el caso de Alemania, el sentir antisemita es una constante histórica en Europa que se hizo notar ya a finales del siglo XIX. Fue durante ese siglo cuando algunos judíos intentaron resolver la marginalidad a la que les llevaba la observancia de las normas de su religión por medio bien de la asimilación al cristianismo, bien transformándose en una nueva clase de judíos.

La consecuencia fue una presencia social entre los no judíos que no pasó inadvertida para muchos de estos, lo que posibilitó la aparición de reacciones antisemitas incluso en medios intelectuales. Así, por ejemplo, en unos artículos de 1879 y 1880, el historiador nacionalista alemán Heinrich von Treitschke llegó a escribir que «los judíos son nuestra desgracia» (Die Juden sind unser Unglück), una frase que sería retomada más adelante como eslogan por parte de los nazis.


Y fue también en esos años cuando Wilhelm Marr acuñó los términos «antisemita» y «antisemitismo» y se hizo muy conocido con su ensayo La victoria del judaísmo frente al germanismo: desde un punto de vista confesional, en donde insistía en la peculiaridad racial, y no tanto religiosa, de los judíos, además de crear una organización llamada «Liga Antisemita», cuyo ideario era esencialmente antijudío.

Ya en el siglo XX, la culpabilización de los judíos como responsables de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial fue una actitud general entre los soldados que participaron en ella. El 25 de diciembre de 1918, por ejemplo, un grupo de veteranos creó la asociación Stahlhelm («Casco de acero»), de carácter nacionalista y antisemita.


En ambos casos -tanto en la vasca como en la alemana-, hablamos de sociedades profundamente enfermas donde el odio ya estaba inoculado y existía una aceptación tácita de la necesidad de eliminación del "enemigo".

Con respecto a als cifras me da igual si son 6 millones, 5 o 4,3: estamos ante el episodio más vergonzante de la Historia de la Humanidad que pone en entredicho la condición de seres humanos de quienes protagonizaron tales actos montruosos.

Con todo, a esa cifra habría que sumar a las víctimas polacas y a otros pueblos eslavos y gitanos.
A los homosexuales, los disminuidos físicos y mentales, los Testigos de Jehová, estimando de ese modo en 11 o 12 millones las víctimas del Holocausto causado por esos sicópatas.

José Antonio del Pozo dijo...

Tanto en los filonazis como en los filoetarras predomina un fanatismo del odio que les lleva a ignorar lo que delante de sus ojos pasa. Un gran texto, Natalia.
Saludos blogueros

Natalia Pastor dijo...

Jose Antonio del Pozo:

Gracias.

Ese fanatismo bebe directamente del odio ciego y nada en la bilis diaria.
Un ejemplo de lo que es el odio ciego es ver el tratamiento que la extrema izquierda, la prensa afín y los blogs de la cuerda están dando a las JMJ.
Por momentos, y según lee una, da la sensación de que estamos otra vez en 1934.

Trecce dijo...

Yo hace mucho que lo tengo más que reflexionado, la sociedad vasca está enferma (salvo excepciones) y no hay más que ver cómo te encuentras a muchos de ellos, gente como nosotros, diciendo que allí no pasa nada y que se vive de maravilla y que si alguien es culpable, es siempre algún "español" que no les entiende. El nivel de odio es más que preocupante, es, pues eso, enfermizo.

Natalia Pastor dijo...

Trecce:

Yo , por motivos de trabajo, hubo una época en que viajé mucho a San Sebastián y Bilbao y si algo me llamaba la atención era la asunción y la conformidad de la gente con el estado de cosas.
Efectivamente, la gente estaba convencida de que allí se vive de maravilla, aunque a cincuenta metros estuviera ardiendo un autobus y unos contenedores.

Se escandalizaban cuando alguien de fuera les decía que aquello era terrible, que vivir con miedo no es vivir en libertad.
No había nada que hacer.
Han interiorizado de tal manera el mensaje que es imposible que acepten que eso no es vida, ni democracia, ni mucho menos, libertad.

Stop dijo...

Hola Natalia. Gracias por la interesante contestación. Te he de hacer un apunte. Los alemanes tenían parte de razón al considerar a los judíos como parte activa de su derrota en la Primer Guerra Mundial.

La primera razón está en el gran número de judíos que formaban el movimiento comunista, el cual ocasionó grandes huelgas en Alemania que propiciaron el fin de la guerra. Un fin con unas condiciones miserables para con los alemanes, que padecían una inflación de tres dígitos cada mes, con una miseria terrible y con unas condiciones imposibles de satisfacer. Los alemanes no se sintieron derrotados, pero sí traicionados y maltratados injustamente por los vencedoes. La traición había sido cocinada dentro de Alemania y se culpó, con parte de razón, a los comunistas, y por extensión a los judíos, pues se puede decir que en un principio casi el 90% de la cúpula comunista estaba formada por judios (y no sólo en Alemania). A estos se les consideró una quinta columna.

La segunda razón, que incluso recogía parte de la prensa, está en la financiación de la guerra por parte de Banqueros judíos. Esta es una constante de la que en general los sionistas no quieren ni oír hablar, pero los mayores banqueros europeos eran judíos o de origen judío. Ellos ganaron mucho dinero con la primera y segunda guerra mundial (REino Unido terminó de pagar hace poco sus deudas por la SEgunda Guerra Mundial y aún tienen deudas pendientes, congeladas, de la primera guerra). Podríamos incluso retroceder a las guerras napoleónicas y encontrarnos la inmensa fortuna de los Rotchilds a cuenta de sus engaños en la bolsa de Londres, en donde lograron apropiarse de casi el 90% de los títulos del país en apenas 24 horas. Así que en Europa se veía a los judíos como personas que se enriquecían creando y financiando conflictos bélicos, que practicaban la usura y que acaparaban gracias a su dinero las altas capas de la sociedad de los países en los que vivían.

En todo esto, creo que no es discutible, o quizás sí, hay algo o mucho de verdad. Esto no quiere decir que no existieran judíos pobres, o como en Polonia, campesinos. Pero en términos relativos, en Europa, no sólo en Alemania, se veía a los judíos como unos depredadores dispuestos a lo que fuera necesario, incluso a intentar imponer el comunismo.

No hace falta recordar los crímenes cometidos por los comunistas.

Otra cosa que se sabe, pero que resulta de difícil comprensión para la mayoría, es la financiación del comunismo y de la Revolución Rusa por parte de la Banca Internacional judía. Esto es largo de explicar, pero hay libros que lo explican. El caso es que ya no es ningún secreto, para el que quiera enterarse, de que fueron deliberadamente financiados por la Banca. La cosa les salió de maravilla: se cargaron el último Imperio que podía inquietar al Reino Unido, crearon una antítesis al capitalismo y criminalizaron todo ese movimiento. Fue todo un éxito.

Para terminar, es curioso que allí donde van los judíos acaban despertando el mismo sentimiento hacia ellos. Y esto es asi incluso entre los propios judíos. Te aconsejo que leas lo que Bobby Fischer decía de los sionistas. Saludos.

Natalia Pastor dijo...

Stop:

Voy por partes y empiezo por el final de su comentarios:Bobby Fischer era judio, posiblemente el mejor y más genial jugador de ajedrez de todos los tiempos, pero desgraciadamente era un enfermo mental que acabó y murió sólo, balbuceando palabras ininteligbles y pensando que la CIA lo había envenenado.

El antisemitismo de la sociedad alemana es anterior a la I Guerra Mundial,arranca -como le digo en mi comentario anterior- a finales del siglo XIX.

El Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP), el partido nazi, fundado en Múnich en 1919, cuyo programa oficial de 1920 proponía la unión de todos los alemanes dentro de una Gran Alemania y que solo las personas de sangre o raza alemana pudiesen ser nacionales (ciudadanas del Estado) y directores de medios de comunicación. Explícitamente, además, el NSDAP luchaba contra el espíritu judeomaterialista en el interior y el exterior del país.

Hasta 1924, la demagogia global antisemita era el tema principal en casi todos los discursos de Hitler y se dirigía, especialmente, contra los judíos por su supuesto papel como financieros, capitalistas, responsables del mercado negro y aprovechados. O sea,los chivos expiatorios y el consabido progromo.

En MEIN KAMPF habla de lo oportuno que hubiese sido gasear de doce mil a quince mil judíos o hebreos corruptores durante la Primera Guerra Mundial, convencido como estaba, al igual que otros muchos ex soldados, de que Alemania había sufrido en esa guerra la traición de pacifistas y marxistas, todos ellos incitados por los judíos. La fijación de esta culpa haría que a principios de 1939 le expresase al Ministro de Asuntos Exteriores checo su pretensión de destruir a los judíos como castigo por lo que habían hecho el 9 de noviembre de 1918 (fecha de la rendición de Alemania y de la consecuente instauración de la República de Weimar).

Otra vez el judío como chivo expiatorio y causa de todos los males, hasta el punto de que por medio de un lenguaje zoológico que los calificaba de raza inferior, de "plaga" de la que había que hacer limpieza o también de gérmenes, bacilos y microbios que atacaban y envenenaban el organismo hasta que se los erradicaba. Se presentaba a la comunidad judía como el equivalente de una peste bubónica medieval.

¿Hubiera calado este mensaje inmoral,racista,xenófobo y criminal en una sociedad que no estuviese ya enferma?.

Me temo que no.
La sociedad alemana ya tenía inoculado el virus del antisemitismo, y sólo necesito que un tarado sicópata como Hitler encendiera la mecha.

Unknown dijo...

Muchas veces me pregunto cual es el grado de responsabilidad de un gobierno que jura sobre una constitución - cuando bajo su mandato en las comunidades de su estado soberano - y permite con impunidad el adoctrinamiento de los jóvenes en escuelas y universidades publicas pagadas con el dinero de TODOS los españoles.

Un saludo, Natalia

Clandestino dijo...

Interesante debate el que mantenéis Natalia y Stop.

Todo el mundo opina sobre el tema, repitiendo los cuatro datos a los que públicamente se reduce tan amplio y agreste asunto, sobre el que como la mayoría, también vierto alguna opinión a pesar de declararme totalmente profano.

En base a esa osadía, me permito puntualizar que el hecho en sí mismo de existir judíos banqueros inmorales que especularan con guerras o intereses derivados de ellas, de ninguna manera justifica el odio sobre toda la nación judía. Igualmente que no lo justifica el que hubiera o haya judíos comunistas, terroristas, o atracadores, igual que los hay americanos, europeos o mongoles.

No obstante es típico como parte de la normalidad relativista de las izquierdas en general, utilizar pequeñas verdades para generalizarlas sobre grandes colectivos. Nadie en sus cabales va a creer que todos los judíos alemanes eran enemigos de Alemania.
Pocas habilidades se le pueden reconocer al socialismo más allá de su eficacia propagandística con fines de fragmentación y confrontación social, como única forma de consolidarse en los poderes públicos con los que accederán a sus objetivos e intereses generalmente bastardos. NO hace falta recordar que tanto los nazis vascos como los alemanes, eran/son socialistas, como también lo es la gran mayoría de genocidas y terroristas del planeta.

Al margen de que haya judíos y judíos, españoles y españoles o vascos y vascos, socialismo solo hay uno y siempre hace la misma cosa repitiéndola generación tras generación en aras a su gran capacidad de adoctrinamiento fanático: Expolio, miseria, horror y muertos.

No tengo la menor duda de que pudo haber muchos judíos criminales y sinvergüenzas. Pero solo sobre el socialismo se puede aseverar como generalización, la condición genocida, avalado por sus propios méritos presentes y pasados.

Es el socialismo. No los judíos. Ni los cristianos. Ni los curas. Es el socialismo y su empeño conseguido por legitimar su terrorismo como instrumento político para robar. Siempre fueron ellos con su guadaña al hombro y su alma negra a los pies.

Natalia Pastor dijo...

Clandestino:

Efectivamente.
Lo que está claro es que además de los consabidos progromos contra los judios y el hecho de que fueron elegidos como chivos expiatorios, existía un germen antisemita en la sociedad alemana tan arraigado, que sólo hizo falta que apareciera un sicópata con un discurso incendiario para desencadenar un genocidio que marcó la historia de la humanidad.

Urdanautorum dijo...

Ese relativismo tan actual es la base de que el pais vasco haya llegado a este dislate.
Curas, beatos meapilas, burgueses ambiciosos y proletarios que confunden la velocidad con el toocino forman ese contubernio de Bildu.
El inicio de este desmadre arranca de la é`poca de Adolfo Suarez, que se llevaba a los muertos por la trastienda. Le han seguido todos los gobiernos, incluidos los de Aznar, si bien con él se inició una campaña dando a conocer la realidad de ETA, pero no se denunció abiertamente, desde la Tribuna, a los verdaderos responsbles y´-en ocasiones- cómplices de estos asesinos.
Y que no vengan con excusas de que no era políticamente correcto, ¡una mierda!
España estuvo a punto de acabar con ETA después de la tragedia de Miguel Angel Blanco. No se consiguió por culpa del PNV y nacionalistas catalanes, pero nadie lo denunció sin ambages y a esto hemos llegado.
No comparto plenamente la similitud de la actitud del pueblo vasco con el alemán porque son diferentes las causas y circunstancias; si en cambio a Hitler con ETA por el horror y enajenación de ambos.