jueves, abril 01, 2010

El Señor de Sevilla




Dios se encarnó en la madera,

Y tomó forma de Gran Poder,

Y ni tan sólo una astilla siquiera,

Se hizo en tu rostro primavera

Señor, sólo por soñarte ver.

Tu cara desencarnada y silente

Tus cabellos, compás de racheos,

Y tus labios de amor casi inertes


natpastor@gmail.com

4 comentarios:

Marta Laconte dijo...

Impresionante, Natalia.
Yo tuve la inmensa suerte hace unos diez años, en compañía de mi marido y un grupo de amigos de Sevilla, de vivir la "Madrugá" y es algo indescriptible.

D45 dijo...

Impresionante. En Vigo no las tenemos tan bellas.

Saludos.

José Luis Valladares Fernández dijo...

La manera de vivir la Semana Santa en todos esos sitios donde existe la tradición de los pasos, es francamente impactante. A mi, una de las que más me gusta es en la que desfilan los legionarios.
Saludos

CHOPINGO dijo...

Me gustaria vivirla,se escucha tanto de ella.