
La creencia de que las elecciones generales en España son decididas por los votantes centristas es falsa. La evidencia empírica muestra que estos votantes, definidos como aquéllos cuyo voto oscila entre el PSOE y el PP, tienen escasa relevancia.
Los votos decisivos son los de la izquierda volátil, aquellos que oscilan entre el PSOE, IU y la abstención.
Con una única excepción, en el último cuarto de siglo, España ha votado mayoritariamente izquierda. Desde 1982 ha habido siete elecciones generales. En seis de ellas la izquierda (PSOE, IU y sus antecesores) obtuvo entre un mínimo de 2,3 y un máximo de 3,5 millones de votos más que la derecha (PP, aliados regionales y sus antecesores).
Sólo en las elecciones de 2000, que tuvieron la tasa de participación más baja de la actual etapa democrática (69%), la derecha superó en votos a la izquierda: la diferencia fue de 1 millón de votos.
La última encuesta de NC Report para LA RAZÓN desvela que, si hoy se celebrasen comicios, el PSOE se dejaría en el camino 11,41 puntos respecto a 2008, mientras que los populares crecerían 5,63.
En concreto, la formación de Zapatero pasaría de los 169 diputados de las pasadas generales a entre 123 y 125, lo que en votos se traduciría en una pérdida de más de 3,4 millones
Mientras, el PP de Rajoy siguen abonados a una mayoría absoluta (fijada en 176 escaños) .

Con los resultados del actual sondeo. el PP obtendría entre 184 y 187 diputados, esto es, entre 30 y 33 más que en 2008, y 625.819 votos más.
La diferencia, por tanto, entre ambas formaciones es ya de hasta 64 escaños. Esa pérdida de seguidores del PSOE tiene varios motivos.
Uno de ellos, quizás el más destacado, es que más de 2 millones de ex votantes socialistas en 2008 se abstendrían en esta ocasión y 801.543 cambiarían drásticamente de rumbo y elegirían la papeleta del PP.
Más de medio millón optaría por Izquierda Unida y casi 300.000 por UPyD.
Unas cifras estas que sitúan el porcentaje de fieles que logra mantener el PSOE en un 65 por ciento.

Lo que produce una desazón cercana al escalofrío, es comprobar que a pesar de los más de cinco millones de parados, de un pais hundido, de siete años nefastos de Gobierno, de la negociación/claudicación con ETA, del "chivatazo" del Faisán, de la fractura social, de la deriva nacionalista, del empobrecimiento colectivo, los ERE de Mercasevilla, del recorte de libertades, de la corrupción generalizada...un 32,95% del electorado, más de siete millones y medio de ciudadanos, votarían al PSOE.
¿Es tan ciego el sectarismo?.¿Tiene solución este pais, enrocado de una manera tan brutal en una ideología de trinchera incapaz de discernir y dilucidar en función de las necesidades del pais?.¿Se puede salir adelante cuando una parte del electorado vota con las visceras?.
Hay otro dato destacable que demuestra el descontento ciudadano con la política: la abstención.
Más de 11,2 millones de españoles no se moverán de sus casas, esto es, dos millones más que en 2008.
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