miércoles, mayo 14, 2014

La podredumbre moral
















natpastor@gmail.com

viernes, mayo 09, 2014

De Tertsch a Mourinho




La Audiencia de Madrid ha anulado la condena que impuso un juzgado de primera instancia al periodista Carlos Boyero por haber llamado "nazi portugués" a Mourinho durante una entrevista digital en EL PAÍS. La sentencia de la Sala  considera que al utilizar la expresión "nazi", Boyero no quiso decir que el entrenador del Real Madrid perteneciese al partido nacionalsocialista (?), sino que en su trabajo como técnico es "proclive a la conflictividad y el enfrentamiento, propiciando con ello situaciones de tensión deportiva". O sea, que fue una "metáfora".

En concreto,lo manifestado por Boyero fue lo siguiente:

 
"Es muy fuerte que tengan que buscar continuamente coartadas obscenas para justificar la derrota ante los mejores. Mourinho es un individuo muy peligroso. Y conoce la metodología para sacar lo peor de la gente. Efectivamente, el fútbol puede ser un deporte practicado mayoritariamente por hombres. No por bestias. Es lo que pretende el nazi portugués"




Lo surrealista de la sentencia, es que contradice otra de 1995 donde Radomir Antic tuvo que indemnizar al periodista Hermann Tertsch - corresponsal de El País en la antigua Yugoslavia por aquel entonces - con 12.000 euros, por manifestar textualmente, lo siguiente
"También es un hecho que Hermann Tertsch, un nazi de toda la vida, escribe contra Serbia porque su familia tiene intereses en Croacia y necesita hacer creer que los croatas son buenos y los serbios son malos".

La sentencia de la Audiencia de Madrid sostenía entonces que  "la libertad de expresión y la ideológica no amparan el uso de términos que, sin duda alguna y para el común sentir jurídico y ordinario, suponen una clara intromisión en el honor del demandante".

La sentencia de la Audiencia de Madrid fue posteriormente ratificada por el Supremo. 

Otro caso es el de Maiguel Ángel Rodríguez y el Dr Montes. 
En el juicio, Rodríguez defendió que llamó nazi a Montes para darle "un coscorrón" por meterse en política, y señaló que las tertulias televisivas eran espectáculos en los que las exageraciones eran comunes.
Sostenía Rodríguez que  que nazi no era un insulto sino una descripción porque Montes apoyaba la despenalización de la eutanasia.

El juez sentencia que nazi es "un epíteto injurioso" que "aporta una grave descalificación hacia la persona del querellante" y recuerda que "el uso del término nazi en lenguaje coloquial ha adquirido un inequívoco sentido de descalificación".  

¿Por qué entonces se condenó a Antic y Miguel Ángel Rodríguez y  no a Carlos Boyero?. ¿No era "metafórico" lo manifestado por el entrenador serbio y sí por el crítico de EL PAIS?. ¿O acaso es que la "metáfora" sólo se aplica si el damnificado es el portugués contra el que parece que hay barra libre?.

¿Se imaginan que la sentencia sería la misma si se llamara "nazi" a un juez o magistrado?. ¿Considerarían también que se trata de algo metafórico?. 

Me temo que no.

  natpastor@gmail.com

jueves, mayo 01, 2014

No han aprendido nada




Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Éso es en teoría, pero la realidad , es que mucho antes de llegar las condenas de los tribunales, los imputados ya tienen su propia pena de telediario.
¿Recuerdan el  'El caso Wanninkhof'?. ¿Recuerdan a aquella pobre mujer, Dolores Vázquez, declarada culpable del asesinato de la joven Rocío Wanninkhof y cuya inocencia quedó posteriormente probada al encontrarse al verdadero asesino, un individuo británico llamado Tony King?.
¿Recuerdan aquel linchamiento constante en todas las tertulias televisivas, en aquellos programas especiales donde ahondaban en la más nauseabunda letrina del amarillismo?. ¿Recuerdan aquella multitud que se agolpaba en la puerta del Juzgado y le gritaban a Dolores Vázquez  «fea, lesbiana y asesina»?



Desde entonces, otros casos han tenido el juicio paralelo de los medios de comunicación.  El proceso contra el torero Ortega Cano, el caso de José Bretón o el asesinato de Asunta, son continuación de la aberración que supone este linchamiento a través de los medios de comunicación.
Tertulianos, supuestos expertos, "testigos", siquiatras... se solazan en el barro entrando en  valoraciones  jurídicas sobre los supuestos hechos acaecidos y sobre la conducta de las personas imputadas, hasta el punto que los medios de comunicación ejercen el rol ante la opinión pública de fiscal y juez. Las valoraciones del caso van in crescendo según discurre el proceso, utilizando de forma sesgada y parcial, cuando no torticera, la información que se deriva del proceso judicial en curso.

Incluso se ha llegado al esperpento de ver en a programas “de telebasura” en los que se debaten procedimientos judiciales, a periodistas y personajes del corazón vertiendo "opiniones y valoraciones" -es un decir - jurídicas, sin sonrojarse y sin el menor atisbo de vergüenza torera. 




Hay incluso ocasiones en que la marea de "informaciones" va más allá y  se filtran actuaciones  o diligencias de un sumario que ha sido declarado secreto por el juez, o se publican informaciones manipuladas o falsas para desprestigiar a alguno de los imputados. No cejan en su empeño hasta el punto en que hay programas que han "interrogado" a partes del proceso, incluso a testigos y peritos de forma paralela al transcurrir del juicio oral, condicionando de manera evidente la decisión del jurado popular.



En Italia o Portugal, paises vecinos, las leyes de procedimiento penal limitan al máximo las informaciones sobre sumarios secretos y otras investigaciones judiciales. En Francia, una ley del año 2000 establece duras restricciones al derecho de información, sancionando con elevadas multas la publicación de imágenes de personas detenidas o esposadas.

En estos tipos de programas se recurre al sensacionalismo, que es la mezcla de información y espectáculo incumpliéndose así con lo dispuesto en  Código europeo de la Deontología del periodismo y que sostiene que “en el periodismo no se debe mezclar lo conflictivo o espectacular con lo importante desde el punto de vista informativo”.

Aquí todo vale. Desde pisotear la presunción de inocencia al linchamiento televisivo del imputado.
No han aprendido nada de lo sucedido con Dolores Vázquez.


 natpastor@gmail.com