domingo, diciembre 31, 2006

Campanadas anticipadas

Las reuniones familiares, el turrón, los regalos, las luces, las uvas, .... todo vuelve por Navidad. Este año, también los atentados de ETA, vuelven por Navidad.
29 de diciembre: estamos mejor que hace un año, y peor que dentro de un año. No hay "accidentes mortales", ignominiosa fórmula para referirse a los atentados con víctimas mortales; ¿o es que Pere Navarro, o los sindicatos, nos engañan con las cifras?.
Previamente, dimisión del tercero del CNI ante la falta de atención prestada a sus advertencias sobre la altísima probabilidad de producirse un atentado etarra.
30 de diciembre: atentado etarra en el aparcamiento de la T4, entre 500 y 800 kilos de explosivo. Resultado: dos "desaparecidos" (léase "muertos"), decenas de heridos, daños materiales incalculables, toneladas de escombros.
Hemos tenido violencia etarra, durante los pasados meses, en las personas y en las cosas. Gobierno: es de baja intensidad, no hay muertos, y continúa la negociación. Ahora, hay muertos. ¿Reacción del Gobierno?, tampoco se rompe la negociación. Sólo se suspenden las iniciativas de diálogo; ¿entonces, continúa el diálogo si la iniciativa es etarra?, ¿qué condiciones son necesarias para volver a la persecución de la banda terrorista tal como se hacía antes de la idea zapateril de la rendición negociada?, ¿mayor número de muertos, nuevos atentados?.
El Presidente afirmaba el 29 de diciembre que estaríamos mejor. ¿Nos mentía sobre la situación, o la desconocía?. Cualquiera de las dos posibilidades es grave: la primera, no hace falta explicarla; la segunda, es poco creíble -tras la dimisión del miembro del CNI-, pero, si así fuera, siento pánico al pensar que estamos absolutamente desprotegidos por la incopetencia del Presidente y del Ministro del Interior.
Si, a partir de ahora, no se modifica nada en la actuación del Presidente ni del Ministro del Interior, me veré obligada a sentir que ni España ni los españoles les importamos, que nuestras vidas y nuestro futuro son sacrificables para pasar a la Historia como el "príncipe de la paz". No, Presidente, no podemos tener más fe en esta negociación; ETA ha vuelto a dejar claro que, salvo que consiga sus inmutables objetivos, no renunciará a las armas, a la muerte de otros, a la extorsión, al liberticidio. Y usted no tiene ninguna legitimidad para entregarles lo que quieren, y ninguna legitimidad para ponernos en la situación en que nos encontramos.
Usted afirmaba que han iniciado un camino que no lleva a ninguna parte. Pues bien, no les acompañe en ese camino. Le exijo, como ciudadana española, que vuelva a la Ley de Partidos y al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo: que Otegi y sus secuaces no puedan dar ni una rueda de prensa más, que desaparezca la kale borroka, que todos los partidos rechacen cualquier diálago con ETA, porque no cabe diálogo alguno.
De lo contrario, y dado que coincide con Otegi en no dar por terminada la negociación, tendré que colegir que está más cerca de los terroristas que de las personas libres, de bien, y que queremos la libertad en el País Vasco y en el resto de España, que estamos reclamando que finalice dicha negociación y pase a la acción llevada hasta ahora, que ha sido la que ha mermado a los etarras eficazmente.

martes, diciembre 19, 2006

In-pass

Hay muchos temas que podría abordar, por su injundia, su carácter lacerante, intolerante, totalitario, falaz, etc., pero, entonces, este post perdería el efecto positivo y de alegría que quiero que tenga.
Os deseo a todos, familia propia y política, amigos, conocidos y desconocidos, lectores de este blog, que paséis una Nochebuena y una Navidad rodeados por aquellos que ansiéis tener junto a vosotros, y las disfrutéis con alegría. Un final de año divertido -¡cuidado con las uvas y las copas!-, una magnífica entrada de 2007 y unos Reyes generosos -¡cuidado con las sorpresas del Roscón!-. A los que sois creyentes, os bastará pensar profundamente en lo que celebramos para lograr la alegría, el regocijo; os pido que lo contagiéis a los demás.
En enero volveré, si Dios quiere, para seguir comentando con vosotros las cuestiones que nos inquietan a diario. Os quiero a todos de vuelta para entonces, por favor. Excedeos, pero sin excesos. Feliz todo a todos.

viernes, diciembre 15, 2006

Éste es mi alcalde

D. Alfredo, no se haga ilusiones, pues que usted se vuelva eficaz y competente no ha sido el milagro de la Navidad, y aún no me he trastornado. Me refiero a Juan Ignacio Zoido, para quien he de decir que, desde ahora y si nada cambia, será mi voto en las municipales.
Seré sincera, como de costumbre, reconociendo que se lo ha ganado. Tras la actitud mantenida por el PP, a distintos niveles y ante diversas cuestiones, en los últimos tiempos, había decidido bien abstenerme, bien votar en blanco. Sin embargo, he coincidido en dos ocasiones con Zoido en sendas ediciones de El Anteojo, donde tuvimos ocasión de preguntarle sobre su proyecto, sus ideas, su opinión acerca de varias materias, su visión de la ciudad, de las necesidades de la misma, su propuesta para introducir cambios, etc., en ningún caso evitó responder, ni salió por la tangente.
No tenía una idea formada sobre él, no lo conocía; tampoco prejuicio alguno, partía de cero. Tras las dos entrevistas, mi conclusión fue que se trata de un hombre honesto, que va de frente; trabajador y entregado; noble y sincero; cercano; no se esconde, sino que afronta y reconoce lo que está mal hecho, sin justificaciones absurdas; tiene férreos principios que le permiten tener claro lo que es correcto e incorrecto; también ve nítido lo que quiere hacer y lo que Sevilla necesita. Considero que es una persona de gran competencia, muy cualificado, consecuente y ha sabido rodearse de un equipo que, como mínimo, ronda su nivel. Ha puesto a los que no quería tan cerca, un poquito más alejados, pero sin perjudicarlos.
Ahora tengo una opinión positiva sobre el Zoido político, que espero y deseo no tener que cambiar si llegara a ser alcalde. Sobre Zoido persona, es más positiva aún, pero no cuenta para el voto. No obstante, comentaré que ayer jueves, por puro azar, me encontré con él en República Argentina cuando estaba criticando el trato marginante y despreciativo que la Junta está dispensando a Sevilla con la obra del metro, y la negligencia e inoperancia de Monteseirín al respecto. Pero lo importante no es que reclame como candidato de la actual oposición, es que, si fuera alcalde, también lo haría, y no en República Argentina, sino en los despachos de la Consejería de Obras Públicas; lo ha prometido, le creo; y si no lo hiciera en su día, no dudéis de que mi crítica sería feroz.
Zoido ha visitado otras zonas de la ciudad. Se la ha pateado en todas direcciones, reuniéndose con todo tipo de asociaciones, grupos, vecinos, preguntando qué necesitan, escuchándolos y ofreciéndoles alternativas y soluciones. Hay que reconocer que está haciendo un trabajo colosal, extenuante, a pie de campo, pero ahí sigue, sin parar y manteniendo la ilusión. Se acerca a todos, sin distinguir posibles o imposibles votantes; se presenta como alcalde de todos, votantes o no del PP. ¡Ya me gustaría haber visto a Monteseirín en esas lides!.
Esa es la diferencia. Monteseirín gobierna para él y los suyos, como el maestro Zapatero. Cierto es que Zoido es oposición, pero es que el actual alcalde nunca se ha molestado en preguntar a los sevillanos, mucho menos en escucharlos.
Deseo dos cosas: una es que Zoido gane las elecciones; la otra es que, cuando sea alcalde, no tenga que rectificar mi idea sobre él tras lo que sería una descomunal decepción.

martes, diciembre 12, 2006

A por ellos..., ¡oé!

No se trata de un grito de ánimo a mi equipo de fútbol, no. Estoy aludiendo a la expresión utilizada por Rodríguez Ibarra para definir lo que va a hacer con Pedro J. Ramírez y Jiménez Losantos, por afirmar que, el 11 de marzo de 2004, tras los atentados a los trenes en Madrid, puso a disposición del ladrón de Vera un despacho con un teléfono seguro, para que realizara las llamadas pertinentes.
Así lo ha dicho, va a por ellos. Como ya fueron a por Pedro J. cuando descubrió la infame trama de los GAL. ¿Habrá segunda parte?, no sabemos todavía. Lo que está claro es que Rodríguez Ibarra aún no le ha perdonado que, como consecuencia de los delitos cometidos y probados, su amigo del alma, Vera, fuera a la cárcel, teniendo que acudir él a visitarle a Guadalajara todos los sábados y fiestas de guardar.
Acude al Fiscal Particular de Moncloa para pedirle amparo. ¡Pobre Rodríguez Ibarra!, se siente desamparado frente a los ataques infligidos por esos dos "personajes" (sic) a su honor. ¿Qué honor, Rodríguez, el de seguir afirmando la inocencia de tus compañeros Vera y Barrionuevo, condenados en sentencia firme por saquear los fondos reservados procedentes del dinero de todos los españoles?, ¿el honor de despotricar contra el Estatuto de Cataluña y luego votar a favor?, ¿el honor de tener sometida a Extremadura al mismo régimen que Chaves a Andalucía?...Dudoso honor.
Quizá sea efecto de la bellota, o de ese Marqués de Cáceres que tanto le gusta, aunque crea que es "vino de la tierra", pero hoy ha estado sembrado. He podido escuchar sus calificativos descalificadores, créame, ha definido perfectamente, como filólogo que es -no lo parece, pero lo es-, no a Pedro J. y Jiménez Losantos, sino a los socialistas, al menos los de los gobiernos de Andalucía y Extremadura. A saber: personas acostumbradas a que se les tenga miedo (añado yo, por las represalias), a recibir un trato distinto al del resto de los españoles, que van a los despachos y reciben cotilleos, a hacer lo que quieren porque se saben impunes, a tener la sartén por el mango, etc.
Se ha quedado corto, sr. Ibarra, en su autodefinición, lo suyo es más grave. ¿Acaso no se siente usted con derecho a un trato preferente, al acudir a Conde-Pumpido, que es compañero socialista y le recibe ipso facto, para que le ampare en su honor?, ¿acaso no considera usted que tiene más derecho que nadie a insultar al resto, pues lo hace de continuo?, ¿acaso no se considera usted impune?. ¿Cómo califica su imperativo "que acaben con él", refiriéndose a Pedro J.?. La verdad duele, ¿verdad?; no sólo escuece, además le hace sacar su parte más totalitaria, a la vez que cobarde, pues al igual que se rajó al votar sí al Estatuto de Cataluña, ahora manda a otros que acaben con el director de El Mundo.
Yo me pregunto, si tan convencido está de su actuación y de que las afirmaciones de El Mundo son falsas (no sé por qué se dirige también contra Jiménez Losantos), ¿por qué no interpone una demanda o querella o ambas, contra él/ellos, ante los Tribunales, y se deja de tanta salida de tono y llamamiento de atención, que parece salido de la casa de Gran Hermano?.

lunes, diciembre 04, 2006

Del calor al escalofrío

Aún no me he recuperado del bochornoso espectáculo ofrecido por la tropa expedicionaria, integrada por miembros de la Junta, artistas de distinta índole y poseedores varios del carnet o beneplácito socialista, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), y siento de nuevo mis mejillas absolutamente arreboladas por la vergüenza ajena que me hacen sentir desde dos frentes.
El primero es el Alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, que no tuvo bastante ausentándose de la manifestación que la AVT convocó en esta ciudad, siendo él presidente de la Fundación Jiménez Becerril, cargo del que todavía no ha dimitido, además expresó su apoyo a la barbaridad que en política de terrorismo se está realizando, y, este fin de semana, se ha convertido en anfitrión del infausto López, Patxi, el que iba a mirar a los ojos a los terroristas para pedirles que, por favor, fueran buenos chicos. Me pregunto qué relación tendrá el desarrollo de Andalucía con Patxi López y su abierta disposición a pactar con Batasuna en caso de que se presenten a las próximas municipales. ¿Será que Monteseirín manifiesta de forma encubierta que él también lo haría?. ¡Qué fácil demagogia a mil kilómetros del problema, ¿verdad Alcalde?!. Y lo que me supera definitivamente es la manía de erigirse en vox populi, afirmando que la mayoría de los sevillanos apoya el proceso. ¿Usted qué sabe lo que opina la mayoría de los sevillanos?; ¿en qué datos se basa para hacer tal aseveración?, ¿quizá en una falsa encuesta como ésa elaborada por su propio equipo, dándole la victoria en las municipales, cuando los sondeos más veraces le hacen perdedor?.
A mí me molestan las cosas mal hechas, objetivamente, no en función de quién las hace. Por eso, al sr. Zoido le formulo la misma pregunta: ¿qué datos le llevan a afirmar que la mayoría de los sevillanos no apoyan el proceso?. La afluencia de personas a la manifestación, no sería válida como criterio, pues había gente de distinta procedencia.
El segundo hito que me parece absolutamente vergonzoso, amoral e infame, es el relativo al indulto exprés concedido por el Gobierno al Alcalde de Carboneras, socialista él. Una semana ha tardado el Ejecutivo en saltarse a la torera la sentencia condenatoria impuesta por el Tribunal Supremo a ese individuo, por delito electoral, para dejarle expedita la vía de la candidatura a las próximas municipales. Estos, que luego hablan de respeto al Poder Judicial, dejan bien claro que no sólo no respetan sus decisiones, sino que además pisotean todo procedimiento, concediendo un indulto sin que se cumplan los requisitos mínimos para ello, haciendo una demostración de que el Ejecutivo socialista está por encima de Jueces y Tribunales, ¡faltaría más!.
Es tal la falta de decencia y moral política, la falta de respeto al principio de separación de poderes, que produce escalofrío. El mismo escalofrío que me produjo la foto de Monteseirín abrazando el ideario López y, lo más escalofriante, que me haya incluido -dada mi condición de ciudadana residente en Sevilla- en ese abrazo, que es como el de las civilizaciones de Rodríguez Zapatero: el abrazo del oso.