Sin tetas no hay paraíso

“La actual política consiste en fundar un orden con gobernantes mediocres de pensamiento sistémico", decía Marcos Roitman en "El renacer del idiota social".
La reponedora de Carrefour transmutada en Ministra, nuestra choni Bibiana, ha vuelto a dar un triple salto mortal sin red y ha comparado abortar con ponerse tetas (sic).
La ministra ha señalado que igual que una joven de 16 años puede "ponerse tetas" sin consentimiento paterno, gracias a la reforma de la Ley del Aborto que proyecta el gobierno de Zapatero, podrá abortar sin el consentimiento de sus progenitores.
Lo mismo,vamos.
Idéntica valoración le merece a la choni un implante de mamas que abortar; las mismas consecuencias, el mismo hecho moral.
Si hace un par de días afirmaba que un feto de trece semanas "no era un ser humano", ayer se descolgaba con la equiparación de que dos implantes mamarios de silicona son lo mismo que segar la vida de un feto en el vientre materno.
Si Calígula nombró a su caballo Incitato cónsul, Zapatero nombró Ministra a Bibiana.
Una extravagancia del cesarismo, que hace que la choni gaditana vaya de oca en oca y tiro por que me toca; sale a gilipollez diaria en cuando abre su boquita de piñón progre, y es que da para lo que da.
Es lo que sucede cuando el cargo va en función de una cuota, de tener tetas que diría Bibiana y no de la capacidad. Y en éstas, el resto de las chicas de oro, la Chacón y Trinidad Jiménez, después del quilombo y la catástrofe organizada en la gestión del brote de Gripe A en Hoyo de Manzanares y que tiene a todo un acuartelamiento en cuarentena y a setenta niños que visitaron las instalaciones en observación, se desahogaron en las puertas del Senado como si salieran de la peluquería.


"Entre la píldora postcoital y la gripe A estamos buenas" dice la Trini.
Buenísimas. Para iros de la mano con Bibiana a una despedida de solteras. Para eso, sí.
Está visto que, sin tetas, no hay paraíso.
Ni Ministerio.

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