Falsas apariencias.

La canícula se repliega sobre si misma, y el grueso de los veraneantes ya andan recogiendo el tenderete rumbo al cuartel de invierno.
Y es que ha sido un verano pródigo en raciones de sardinas y exiguo en solomillos de ternera, termómetro ineludible de esa Champions League zapateril.
El falserio llega al punto de que hay más plebe en las colas del INEM que para sacar entrada en el concierto de Madonna.
Aún así, donde dijo digo dice Diego, y hemos pasado de negar la crisis a pesar del hedor a cadáver en descomposición,a convocar un Consejo de Ministros de miembros y miembras en pleno mes de agosto para afrontar la caótica situación en la que estamos inmersos.
Las apariencias nos han dejado este estío otras instantaneas impagables; Rusia ha invadido Georgia, ha declarado la guerra a un país vecino y desarmado y la caterva de titiriteros progres, los Bardem,Victor Manuel y demás fecales intelectuales de todo a cien, no han movido un músculo para criticar tal agresión. Se la suda,vamos.
Ellos sólo desempolvan las pancartas si son los jodidos imperialistas yankees: el resto les da una higa.
Y en estas falsas apariencias, en este trampantojo colosal, vemos como la seguridad en los aeropuertos se restringe a los sufridos viajeros que son desnudados al embarcar, por si portan un arma termonuclear entre las gónodas, pero que tales medidas estrictas no afectan al control de las aeronaves en lo que no es otra cosa que una ruleta rusa aérea.
Santígüese al recoger su tarjeta de embarque y rece lo que sepa.
Pero el summum del falserio, de las falsas apariencias, se la lleva sin duda alguna la ceremonia de inaguración de los Juegos de Pekín.
Que sustituyan a una niña gordita y mellada por otra con careto cinco estrellas clama al cielo.
La gordita, escondida y tapada , cantaba entre bambalinas, y en play-back la ricura adoptable por parejita progre, movía los labios y daba el pego ante millones de espectadores.
En un pais como China, donde nacer mujer es un certificado de penurias y muerte, asombra ese beatífico comportamiento con la oronda criaturita. Sólo la escondieron, oigan, como a una leprosa, pero al menos no le dieron matarile.
Ni siquiera podrá optar en un futuro, a ejercer de jinetera,como en Cuba, otro paraiso comunista y dechado de libertades.
Seguro que Llamazares o Bibiana Aido se lo explican.

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