martes, junio 02, 2009

Yo acuso


Bajo estas líneas se reproduce íntegra la intervención del director de EL MUNDO ayer, en la presentación del libro 'Titadyn'.
Siguiendo el guión del célebre 'J'Accuse' de Émile Zola, Pedro J. Ramírez acusa a los 18 cargos policiales y judiciales cuya actuación ha impedido que se conozca lo que ocurrió el 11-M.





El 10 de enero de 1898, el prestigioso biólogo Émile Duclaux, director del Instituto Pasteur, publicó una carta en el diario parisino Le Siècle con la que abría lo que podríamos llamar el frente científico del caso Dreyfus. Sostenía que se había condenado a un inocente, denunciando la falta de rigor de la instrucción sumarial, la ligereza de la sentencia y la actitud de las autoridades, a las que presentaba encerradas en una cueva para no recibir la luz que podían aportar las pruebas caligráficas, el análisis químico de los documentos o el cálculo matemático de probabilidades.
Aunque sea imposible determinar cuál fue el impulso decisivo, es evidente que este gesto estuvo entre los detonantes de la mucho más extensa y célebre misiva que tres días después Émile Zola publicó en L' Aurore con el título de J'Accuse. Si la ciencia entraba en liza en pos de la verdad, ¿cómo no iban a hacerlo la literatura y el pensamiento crítico?

Ni Antonio Iglesias está al frente de una gran institución pública -aunque méritos no le faltarían para ello- ni yo soy el Pedro Zola que para bien o para mal pintan algunos. Pero, a cambio, su aportación científica a la causa del esclarecimiento de lo ocurrido en Madrid el 11 de marzo de 2004 es mucho más concreta que la de monsieur Duclaux, y yo supliré con constancia y empeño mis menores dones literarios.

En todo caso, desde el momento en que conocí el minucioso trabajo de este químico perfeccionista y abnegado, me pareció que era nuestro deber moral contribuir a divulgarlo para que el mayor número posible de ciudadanos tengan elementos de juicio tan decisivos como los que constituyen sus conclusiones.

Yo no sé lo que ocurrió el 11-M y el trabajo de Antonio Iglesias tampoco lo desvela. Pero sí demuestra que lo que no ocurrió es lo que dice la sentencia, porque en todos los restos de los focos se halló dinitrotolueno y en el único que no había sido lavado con agua y acetona se halló nitroglicerina, dos componentes que están en el Titadyn y no en la Goma 2 ECO. Por lo tanto, es científicamente imposible, químicamente imposible, molecularmente imposible por mucho que lo afirmen la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo que «toda o gran parte de la dinamita [que estalló en los trenes] procedía de Mina Conchita», porque en Mina Conchita había Goma 2 ECO, pero no Titadyn.

La otra gran aportación de este trabajo son los sólidos indicios de la manipulación policial de la investigación, brillantemente realzados por el texto de Casimiro García-Abadillo, que más que un prólogo es una auténtica hoja de ruta del estado de la cuestión. Puede decirse, pues, que gracias a este libro ya sabemos por culpa de quiénes no sabemos lo que ocurrió en el 11-M o, al menos, por culpa de quiénes las posibilidades que un Estado democrático tiene de averiguar la verdad sobre un atentado político de esa magnitud quedaron infamemente disminuidas.

Poner ahora a esas personas en la picota pública no sólo es un acto de justicia compensatoria, sino que constituye posiblemente la última esperanza de reactivar la maquinaria de las instituciones e intentar limpiar -como escribió Zola- «la mancha de cieno» que ensucia nuestra dignidad nacional.

Por eso, igual que hizo él hace 111 años -ojalá nos traiga suerte tan perfecto capicúa-, yo acuso.

YO ACUSO al entonces comisario jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, de mantener una línea de conducta supuestamente orientada a la ocultación y manipulación de pruebas con flagrante incumplimiento de sus deberes profesionales, al transgredir los protocolos sobre recogida y almacenamiento de restos, al asumir unos análisis que no le habría correspondido realizar, al no poner a disposición de la Policía Científica los fragmentos obtenidos en los focos de los trenes, al predeterminar la investigación con la muestra patrón de la Goma 2 ECO de la que presuntamente salió también el explosivo colocado en la Kangoo y al proporcionar al juez Del Olmo, a la Comisión de Investigación parlamentaria y al propio tribunal del 11-M información falsa o gravemente errónea, perjudicando una y otra vez la búsqueda de la verdad de lo ocurrido.

YO ACUSO a la perito química de los Tedax con carné profesional 17.682 de mantener una línea de conducta supuestamente orientada a la ocultación y manipulación de pruebas con flagrante incumplimiento de sus deberes profesionales, al no redactar y entregar a sus superiores un informe por escrito especificando los componentes de la dinamita que identificó en los análisis realizados en el laboratorio de los Tedax durante el mediodía del 11 de marzo de 2004 y al destruir la disolución en agua y acetona de los restos empleados, impidiendo así toda posterior verificación.

YO ACUSO al entonces comisario jefe de la Policía Científica, Carlos Corrales, de incumplimiento de sus deberes profesionales al no reclamar de forma fehaciente la entrega de los restos de los focos de los trenes para su análisis en su laboratorio tal y como era preceptivo.

YO ACUSO al entonces subdirector general de la Policía, Pedro Díaz Pintado, y al entonces comisario general de Información, Jesús de la Morena, de incumplimiento de sus deberes profesionales al consentir expresa o tácitamente que el jefe de los Tedax no entregara a la Policía Científica los restos de los focos de los trenes.

YO ACUSO al general Félix Hernando, responsable de la UCO de la Guardia Civil, de mantener una línea de conducta supuestamente orientada a la ocultación y manipulación de pruebas con incumplimiento de sus deberes profesionales, al transmitir a la Comisión de Investigación parlamentaria, al juez instructor y al propio tribunal del 11-M información falsa o gravemente errónea sobre la investigación de la trama de explosivos en Asturias y el papel de sus confidentes en la misma, y al dar presuntamente instrucciones a su subordinado el alférez Jaime Trigo para que tratara de destruir la nota informativa que demostraba esa falsedad.

YO ACUSO al alférez de la UCO Jaime Trigo de mantener una línea de conducta supuestamente orientada a la ocultación y manipulación de pruebas al dirigirse al entonces segundo jefe de la Comandancia de Oviedo, Francisco Javier Jambrina, y pedirle, según su testimonio judicial, la destrucción de la nota que dejaba en evidencia a su superior Félix Hernando.

YO ACUSO al actual comisario jefe de la Policía Científica, Miguel Ángel Santano, y a sus subordinados Pedro Mélida, José Andradas y Francisco Ramírez de mantener una línea de conducta supuestamente orientada a la manipulación y ocultación de pruebas al «alterar» de «forma inveraz» -tal y como ha establecido la Justicia- un informe pericial que podía contradecir la versión oficial de lo ocurrido, dejando patente que -al margen de la propia trascendencia de dicho informe- existía una consigna política para orientar la investigación en una única dirección.

YO ACUSO al mando de la Policía Científica Alfonso Vega, jefe de la pericia ordenada por el tribunal del 11-M, de entorpecer la acción de la Justicia al poner trabas al trabajo de sus compañeros y al alentar en su propio informe al tribunal las más extravagantes teorías para tratar de justificar la aparición en los análisis de componentes químicos que echaban por tierra la versión oficial de los hechos.

YO ACUSO al juez Juan del Olmo de grave negligencia e incompetencia profesional al permitir la destrucción de pruebas esenciales como los propios trenes, al no asegurarse de que la Policía hubiera cumplido los protocolos establecidos para el análisis de explosivos, al concluir la instrucción sin tan siquiera contar con una prueba pericial de lo que estalló en los trenes, al permitir el incumplimiento de las normas de custodia de las pruebas, al orientar unidireccionalmente las investigaciones y al perseguir con saña sin «ponderación, mesura ni equilibrio» a los dos policías que podían poner en evidencia algunos aspectos irregulares de las mismas, tal y como acaba de establecerlo la Justicia.

YO ACUSO al juez Javier Gómez Bermúdez de negligencia profesional, al incluir en la sentencia graves errores materiales de carácter fáctico en relación al resultado de la pericia de explosivos; de inconsistencia intelectual, al no reflejar en la sentencia las consecuencias lógicas del resultado de la prueba pericial por él mismo encargada; de incoherencia personal, al defraudar las expectativas por él mismo alentadas cuando comunicó a las víctimas que algunos policías irían «caminito de Jerez»; de frivolidad, imprudencia y posible revelación de secretos, al colaborar en el libro de su esposa sobre el juicio, y de manipulación política, al hacer una presentación sesgada, tendenciosa y distorsionada de la sentencia. Vergüenza sobre vergüenza.

YO ACUSO a los jueces Alfonso Guevara y Fernando García Nicolás de negligencia profesional, al suscribir los graves errores materiales de carácter fáctico incluidos en la sentencia, al respaldar las inconsecuencias del ponente en relación al resultado de la pericia de explosivos y al respaldar pasivamente su presentación sesgada, tendenciosa y distorsionada de la sentencia.

YO ACUSO a la fiscal del caso, Olga Sánchez, y a su superior directo, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, de negligencia profesional e incumplimiento de las obligaciones que se derivan del Estatuto del Ministerio Público al impulsar una investigación unidireccional, ceñida a la conveniencia del Gobierno, y desdeñar el valor probatorio de la evidencia científica mediante expresiones como: «En los trenes estalló Goma 2 ECO y vale ya» o «Da igual el explosivo que se utilizara».

No, no da igual el explosivo que se utilizara porque si, tal y como se deduce del riguroso trabajo del químico Antonio Iglesias, lo que estalló fue Titadyn, es muy probable que algunos inocentes hayan sido condenados y no cabe duda de que hay grandes culpables en libertad, pues nadie ha sido juzgado y condenado por suministrar este explosivo.

No, no vale ya. Por seguir ciñéndome a la estructura e incluso a las palabras literales de aquel artículo de Zola, en cuanto a estos 18 funcionarios públicos a los que acuso, «debo decir que ni les conozco, ni les he visto nunca, ni siento particularmente por ellos rencor ni odio. Les considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí no es más que un medio revolucionario [yo elegiría un adjetivo más modesto, pues, no en vano, la democracia ha progresado en los 111 años transcurridos] de activar la explosión de la verdad y de la justicia».

Zola concluía de forma impactante y melodramática: «Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad que ha sufrido tanto y tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los tribunales y que me juzguen públicamente».

Yo suscribo ese mismo espíritu de lucha por la verdad y, por supuesto, como siempre, asumo las consecuencias de la libre expresión de estas opiniones. Pero, dicho sea con toda franqueza, aspiro a que los juzgados sean ellos.

Yo sólo puedo acusarles ante el tribunal de la opinión pública pero confío en que todos estos indicios, pruebas y argumentos estimulen a quienes están legitimados para ello a iniciar las acciones pertinentes para que todas o al menos algunas de estas 18 personas deban rendir cuentas de sus actos en el plano profesional, administrativo o eventualmente penal. Sólo procediendo contra ellos podremos ahora recorrer el camino inverso de las piedras de Pulgarcito hacia el origen de los hechos y las fuentes de la verdad.

«Así lo espero».


sempietnos@hotmail.com

32 comentarios:

aaaaaaaaaaaaaaa dijo...

Es imprescindible que salga la verdad al menos como medida higiénica contra tanta basura moral de los responsables y cargos públicos implicados.
Cuando finalmente toda esta trama salga a la luz y la justicia comience de una vez por todas a querer destapar todo esto,la sociedad española se dará cuenta de lo que son capaces los mismos que todavía tienen restos de cal viva entre las uñas.

Irene Adler dijo...

No se quiere saber, qué ocurrió realmente ese fatídico 11 de Marzo.
Las víctimas merecen saber la verdad,caiga quien caiga.

álvaro dijo...

Lo peor de todo es que se han preocupado (con la destrucción de pruebas) de que sea practicamente imposible aclarar lo que ocurrió.
Y ante esto,la sociedad esta narcotizada;España está enferma y no reacciona ante nada.

Marta Laconte dijo...

¿Cómo es posible que todavía haya gente que defienda la versión oficial?.
El alienamiento que sufre nuestra sociedad es descorazonador.
Saludos.

alberto daza dijo...

Los muertos sólo son un recuerdo molesto, que necesitan quitarnos de la cabeza, para seguir en esta situación.
Lo que más me asusta, es que nada de esto moviliza al país a pesar de la gravedad del tema,que costó doscientos muertos,miles de mutilados y heridos y un cambio de Gobierno traumático.
El principal problema es que hay una radicalización y un obstruccionismo en impedir la busqueda de la verdad, fomentada desde el Gobierno y sus medios afines, por causas que resultan tenebrosas y que da pavor pensar.

Saludos cordiales.

david dijo...

Mire por donde se mire, no quedará más remedio que reabrir el caso.
O eso,o el estado de Derecho ha desaparecido para los restos en este pobre país.

francisco dijo...

No entiendo por qué escuece tanto el que se siga investigando sobre este tema, si hay indicios más que claros de que lo que se hizo fue una chapuza tipica de una república bananera,en un intento por ocultar el QUIEN y COMO ,que son dos de los interrogantes que ha detrás de cualquier asesinato o atentado.
¿Cómo una sociedad,un país, se contenta con un sólo autor material condenado, sin ningún autor intelectual declarado y sin saber, según Sentencia ratificada en el Supremo, qué explotó,cuando además sabemos que fue Titadyn y no la falacia de la Goma2Eco que mantiene a un inocente como Trashorras en la cárcel?.
No hay más ciego que el que no quiere ver.

Julio Andradas dijo...

Aunque sea incómodo y arriesgado, aunque tengamos que remover el fango y movernos entre la inmundicia, como país, como nación, no podemos permitirnos pasar página.
La verdad,como dice nuestra querida Natalia en el encabezamiento del blog,"puede doler mucho, pero es un dolor sano."
Y reconocer una vez más,que es triste que en asuntos que afectan a la credibilidad del Estado,como fueron los GAL y el 11-M,tenga que ser la prensa libre y no prostituida,y no la Justicia como sería su deber,quien tire del hilo en busca de la verdad.

a.almansa dijo...

Desde su inicio todos los intentos de los policías implicados en la investigación, los peritos, jueces,periodistas de medios afines y "satélites" del Gobierno Zapatero han hecho todo lo posible por ocultar la verdad de lo acontecido el 11-M.
Nada de lo que recoge el sumario, basado en las pruebas falsas, tiene nada que ver con el atentado.
¿Por qué nadie quiere saber la verdad?

Anónimo dijo...

Tengo unas ganas de ver como los Rubys y Taylors "devoran" a ZP... Uy, no... Que serán los Bonocópteros y Chavesones...

Carlos dijo...

"sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad que ha sufrido tanto y tiene derecho a ser feliz"
Ojalá algún día se haga justicia de verdad.

jj dijo...

En cualquier otro pais,se investigaria hasta la saciedad,en la puñetera republica bananera,que nos quiere instaurar ZOPILOTE,solo vale su puñetera memoria historica y su progresia asesina.
Las victimas merecen que se les honrre la memoria.
Saludos

Guerrera de la LUZ dijo...

Muy bien. Que salga toda la verdad a la luz y que se haga justicia.

Saludos.

cartasmarruecas dijo...

Y todavía se deja la mitad en el tintero. La clave de todo el embrollo la da el hecho de que Vera tuviera despacho y linea segura en las horas siguientes.

Aguijón dijo...

Natalia,
Me ha gustado mucho así como el margen derecho de tu blog, que por la longitud de este post he podido ir conociendo.
un abrazo,

colomer dijo...

Quiero saber saber quién mata a 192 personas y sale impune en un país democrático,gracias a que se arrojan toneladas de mentiras envueltas en una sentencia vergonzante,para ocultar la verdad de lo ocurrido el 11-M.
No podemos vivir,como ciudadano libres, con el temor de que algo así vuelva a pasar.

Draco dijo...

¿Teníamos razón, o no?

En cualquier país decente, ya habrían rodado cabezas. Dicho de forma literal.

carabaña dijo...

Con los GAL también pasó lo mismo:que si la "Brunete mediática",que si la "derechona" no acepta un Gobierno democrático de izquierdas.que si todo era mentiras,que Pedro J estaba loco y Antonio Herrero(qepd)iba de incendiario y golpista,...,si,si...
Ya vimos lo que pasó, y al final se supo la verdad. Aquí pasará lo mismo.

Unknown dijo...

Cada día está más claro que todo lo que hemos pensado muchos desde el primer momento es verdad.
No hay que parar hasta conseguir meter en la cárcel a esta panda de terroristas de estado.
Saludos

F.G.A. dijo...

Algunos ya nos hemos dado cuenta de que en España ha habido un golpe de estado y que el 11M fue sólo el pistoletazo, el bombazo, de salida.

A partir de ahí, institución de la mentira, propaganda de la mentira, cotrol de los medios, control de todas las instituciones, uso de los sindicatos como fuerza de choque contra la oposición política, acoso a las opiniones disidentes, persecución a la Iglesia católica, lavado de cerebro y adoctrinamiento a las juventudes, etc.

Ojalá muchas más personas vayan abriendo los ojos a esta realidad.

Un saludo a todos

Claudedeu dijo...

Me hierve tanto la sangre leyendo todo esto que de no estar escuchando a Allen Toussaint podría estar dando botes.

Sevilla Opina dijo...

Yo acuso al partido político que se benefició del atentado y que puso todas las pegas para que se conociese la verdad.

Urdanautorum dijo...

Sin ambages, una acusación directa, con nombres y apellidos, hechos clarísimos y muy fuerte.
Para hacerlo se ha de ser un inconsciente o tener escalera de color en la manga con un par de cjnes.
Quien calla otorga; está claro que de no querellarse admitirán sus, cuando menos, negligencias cometidas.
Los jueces deben actuar porque
están tirando por el suelo el estado de derecho.

GFO dijo...

Estamos ante uno de los hechos más transcendentales de la historia democrática de España:un director de un periódico,EL MUNDO,Pedro J Ramirez,el mismo que desveló los GAL y tiró de la manta del Crimen de Estado y de la "guerra sucia" contra ETA,acusa por derecho y a pecho descubierto,con nombres y apellidos a dieciocho personas entre las que se encuentran policias,comisarios,jueces de la Audiencia Nacional y fiscales,por ocultar e impedir que se esclarezca la verdad de lo que aconteció el 11-M.
El asunto es tan grave y de tal transcendencia,que o los dieciocho acusados se querellan contra Ramirez y lo llevan a los tribunales, o su silencio ante la acusación,terrible y reveladora,supone "de facto" una asunción de su veracidad y por ende,de la culpabilidad que se desprende de sus actos.
Si esto fuera un país serio,que no lo es,el revuelo que supone que un director de un diario acuse nada más y nada menos, que a dieciocho personas de impedir que resplandezca la verdad del atentado más terrible y más execrable de la Historia de España,provocaría que millones de ciudadanos se manifestaran en las calles exigiendo las responsabilidades pertinentes.
Si esto no sucede,es que la sociedad civil,el tejido que conforma nuestra nación,esta realmente muerto y podrido hasta lo más profundo del tuétano.

Irene Adler dijo...

Magnífico comentario,Guti.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que has expuesto.

alberto daza dijo...

Dice usted,Gutiforever una cosa que es transcendental para el discurrir del asunto:"o los dieciocho acusados se querellan contra Ramirez y lo llevan a los tribunales, o su silencio ante la acusación,terrible y reveladora,supone "de facto" una asunción de su veracidad y por ende,de la culpabilidad que se desprende de sus actos".
Puede usted apostar,amigo,que ni uno sólo de ellos se querellara.

Irene Adler dijo...

ALBERTO DAZA:
Es que si no se querellan,es lo que dice Guti:"supone "de facto" una asunción de su veracidad y por ende,de la culpabilidad que se desprende de sus actos".
Tremendo.

Jesús García dijo...

Está claro que el tema en cuestión se ha tratado de un modo frívolo y a toda prisa, yo diría que "a todo evento".
El tiempo pondrá a cada uno en su sitio y castigará a quien se ha comportado con poca o ninguna moralidad (ya sabe a quien me refiero).
Un saludo.

Aldros dijo...

Entro en mi blog y me encuentro un comentario de Natalia Pastor diciéndome que aquí Gutiforever ha clavado un comentario de esos contundentes, sin ambages e irrevatibles. Lo leo, contesto en mi blog que estoy de acuerdo con lo que dice y vuelvo a leerlo. Sí, no hay duda. Tiene razón, pero al comentario le falta algo o le sobra algo y no sé lo que es... Caigo en la cuenta y me paso por aquí a comentarlo: Le sobra optimismo.

Parece querer transmitir la ilusión desesperada de que detrás del Yo Acuso de Pedro J. sucederá algo. Tiene que suceder algo, porque de otro modo todo está podrido.

Lo está.

No hay que esperar a nada. No va a suceder nada. No por ahora. Los muertos huelen mal y nadie quiere tirar de la manta.

Son las 15:45. Libertad Digital, El Mundo. Sólo el Plural se hace eco de la noticia en un patético intento de ridiculizar la verdad.

A nadie le importa ni le va a importar. Para que algo importe tiene que generar algún beneficio. ¿La verdad? Es cosa de románticos.

Oroel dijo...

La Segunda República, a la que la situación actual cada vez se va aproximando más, no se impuso en España por una victoria en las urnas, sino por un desistimiento de la Monarquía y de las distintas facciones y partidos de la derecha, con más votos y apoyo popular que los partidos de izquierdas.

Aquí, en el 2004, sí hubo una victoria en las urnas de la izquierda, en las condiciones que todos conocemos. Pero el silencio del PP ante las nuevas revelaciones sobre el 11-M me recuerda mucho aquel desistimiento de 1931. ¿Por qué?

Jesús García dijo...

"con más votos y apoyo popular que los partidos de izquierdas"
Dato que es adecuadamente silenciado por quien no gusta de recordarlo.
Un saludo.

Caballero ZP dijo...

Estoy convencido que ninguno se querellara contra Pedro J, eso en mi pueblo es lo mismo que admitir las acusaciones, aunque eso conllevaría exponerse en un juicio a que se demuestre lo que se dice.
Saludos