No es país para gilipollas

Tom Wolfe ya ironizó sobre el asunto al anunciar que pensaba ir a despedir a todos los progres al aeropuerto en el caso de que ganara Mc Cain, de la misma manera que amenazaron con exiliarse si ganaba Bush.
Uno de nuestros entrañables pancarteros, el otrora anti norteamericano y anti imperialista Javier Bardem, concedía recientemente una entrevista al diario estadounidense The New York Times donde calificaba a los españoles de idiotas por que "critican mi trabajo y piensan que soy un vendido. Y ante eso lo que quieres decir es: Parad, sois una pandilla de estúpidos".
Lo acojonante, es que a esta caterva de subvencionados y estómagos agradecidos, a toda esta infecta fauna que se denomina "cine español", y cuyas películas no ven ni sus meretrices madres, se les dé el corolario de "intelectuales" a un rebaño que no sabe hacer la o con un canuto, sin estudios y con un nivel artístico que da para rodar Torrente y sus secuelas.
Alucinante, por otra parte, que a un macarra como Bardem, un simple titiritero, se le eleve a destacado miembro de la "cultura", algo lo que debe dejar perplejos a gente como Miguel Delibes o el Marqués de Tamarón.
Pero lo que más grima da, lo que más náusea produce es ver que el ideario progre, la soflama de Bardem contra los USA, contra sus ciudadanos, sus deposiciones como calificarles de asesinos y genocidas por la intervención en Irak, se las ha metido en el orto y ahora está encantado del american way of life.
Ha soltado el pelo de la dehesa, la mugre, la estética de chuloputas, y se codea con la farándula que antes calificaba de superficial y poco comprometida, para sumergirse en Hollywood de cabeza y en pelota (moral) picada.
Decididamente, Javier, este país no es para ti.
No es país para gilipollas

gutisiempre@hotmail.com