Sé infiel, pero mira con quién

El 25, es Navidad; aunque en IU y algún otro ámbito dirían que se celebra el solsticio de invierno. Veinticinco, son los años que debe permanecer vivo un matrimonio para que los cónyuges celebren las Bodas de Plata.

Veinticinco son también las reuniones de la infamia mantenidas por el PSOE con ETA desde fechas muy anteriores a las elecciones de 2004. Como 25 son las víctimas mortales ocasionadas por De Juana Chaos.

ETA, harta del amante casado que lleva doble vida y no convierte en hechos las promesas realizadas, ha decidido advertirle de que, en caso de continuar así, se lo contará a su mujer. Rodríguez Zapatero, a través del inefable Conde-Pumpido, ha pedido públicas disculpas por no haber permitido que estén todas las listas de ANV, que son las de Batasuna. Pero el marido, simultáneamente, trata de mantener a flote su estabilidad matrimonial, por lo que sólo en aquellos municipios donde tiene posibilidades de gobernar -dividiendo el voto nacionalista o vía coalición- son votables las candidaturas de ANV. A la amante le resulta insuficiente la petición de perdón, porque sigue sin abandonar a su esposa, por su propio interés.

Ya teníamos constancia de los encuentros y reuniones. Han dado un paso más; los cifran, los enmarcan temporalmente y, lo más importante, los dotan de contenido. Dejan claro que no eran tomas de contacto, sino de posición; acuerdos, negociación de contenido político: el reconocimiento de la naturaleza y justificación política del terrorismo etarra, autodeterminación y terrorialidad son negociables. Estamos de acuerdo con vosotros y vuestras ideas, de modo que juntos podemos lograrlo, así muy de eslogan.

Y eso, desde la oposición. ¿Garantías?. Debo ser presidente y, conseguido, se ejecuta el plan trazado. El primer obstáculo, se salvó; bastaron 192 muertos y miles de heridos, conectados a la presencia de España en Irak.

Segundo problema, cómo hacer que la población lo degluta sin enterarse. En eso están. Mintiendo sobre las reuniones previas a las elecciones, aunque Blanco, en un desliz, lo reconoce. Mintiendo sobre el desarrollo de los acontecimientos, haciendo la escenificación del político abierto a todos, dispuesto al consenso, que humildemente pide permiso al Parlamento para entablar un diálogo con los terroristas que llevaba mucho tiempo hablado y escrito. Entorpeciendo las investigaciones sobre los atentados de Madrid y atacando a todo aquel que duda de la versión ofrecida oficialmente, por insostenible en demasiados puntos.

ETA ha actuado inteligentemente, buscando su rédito electoral, como José Luis. Cometer un atentado, iría en perjuicio propio, se le culparía del daño y el Presidente sería la víctima. Han jugado sus cartas, la información. Desenmascarando parcialmente a Zapatero, ellos son las víctimas engañadas, José Luis, quien engaña; el dolor de la mujer despechada justificaría cualquier acción ante los suyos, porque además el amante le reconoció que tenía razón.

Como siempre, Rodríguez se ha creído más listo que ninguno, más irresistible que ninguno, más bonito que ninguno. ETA le está demostrando que es uno más y que debe cumplir su parte.

Pero el dolor y la dignidad de la esposa, así como el compromiso legal con ella adquirido no van a permitir que este marido infiel siga jugando a dos bandas, engañando a diestro y siniestro. La esposa cuenta con respaldo legal y con todo el apoyo moral de aquellas personas que habiendo sufrido o no una infidelidad, no la perdonan ni admiten.

A ver qué haces, marido infiel, cuando te quedes sin casa, sin coche, sin tener a los niños...; tu amante te deje por mentiroso y trapo y se dé un paseo por los platós denunciando cómo planeasteis tu infidelidad y la ejecutaste hasta que se cansó de tus incumplimientos. ¿Lo negarás?.