
Si Hemingway decía que "los cobardes casi nunca hablan, porque no suelen saber qué decir. Los cobardes nunca actúan. Los cobardes esperan. Alguien tendrá que decir y hacer las cosas por ellos", Alejo Vidal-Quadras,vicepresidente del Parlamento Europeo ha dado una vuelta de tuerca más y ha señalado que "llega un momento en que la prudencia se transforma en colaboracionismo".
El colaboracionista, claro está, es Mariano Rajoy que aún continua mudo y silente ante el editorial de los principales medios catalanes azuzando al Tribunal Constitucional.
Ante este desafio abierto al Estado, el PP mira para otro lado y se encoge de hombros ante el órdago nacionalista, como si la cosa no fuera con él.
"Lo que tiene que hacer ya Mariano Rajoy es tener un discurso lo suficientemente incisivo, serio y potente de acuerdo con la gravedad de la situación", insistió Vidal-Quadras.
Pobre Alejo, si piensa que Rajoy va a salir de su taoismo y su nada indisimulado afán por pactar con los nacionalistas. Por mucho que se arrastre, se agache y se le vean las nalgas; por mucho que lo hayan marginado y humillado con el Pacto del Tinell, ahí sigue Mariano ofreciéndose en la esquina a la caterva de CiU.

Una caterva que tiene entre sus filas, a un nazi, a un auténtico camisa parda llamado Ramón Bagó que ha soltado por su boquita de piñón que "tenemos el enemigo en casa. Cómo podemos aguantar a estos del PP cuando nos han pisoteado... habría que matarlos a todos".
Si, han leído bien : "matarile" para los melífluos peperos.
¿Ha dicho algo Rajoy respecto a lo manifestado por el tal Bagó?. Nada. Silencio.
El "marianismo" light, bajo en calorías y sin azúcar consiste en ésto.
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