jueves, noviembre 22, 2007

Diario mortal


Jamás he comprado una revista del corazón. Veo poco la televisión, excluyendo por completo los sucios espectáculos en los que las entrañas de vidas ajenas se muestran como si se tratara de una casquería de mercado, IVA incluido. De los populares o famosos con poco que ofrecer se pasó a los que obsequiaban con nada -salvo inmundicia- y, por último, proceso democratizador, brotaron programas en los que anónimos cuentan sin pudor sus vaivenes vitales.
Cada uno es libre de vender su vida y cada otro libre de comprarla. Ley de oferta y demanda. El convertirse en consumidor adicto a tal producto sólo puede deberse bien a un marcado y profundo carácter cotilla (que siempre lleva implícita la maldad, la crítica y la maledicencia), bien a una búsqueda del tonto consuelo del mal de muchos por la tristeza, tedio o monotonía de la propia existencia, bien al extraño y morboso placer que a algunos producen los males ajenos, más acentuado si de un famoso se trata. En cualquiera de los casos, nada bueno. En cualquiera de los supuestos -y en exceso-, un intento de huida de la propia vida, un tiempo no invertido en reflexionar o atender a los seres cercanos, a sus necesidades o a uno mismo; en definitiva, meterse en otras vidas por el vacío de la particular, convertirse en jueces de aquello que no les es legítimo enjuiciar.
Quien hace la oferta o no valora la intimidad, no importándole dar a conocer sus interioridades amplificadamente, o le puede ese atractivo irresistible del yo también aparecí en televisión, ante la carencia de otras batallitas que contar y la incorrecta percepción de un teórico plus de personalidad del que tal hecho dotaría.
Los castings se realizan a toda velocidad, sin miramientos, sin detalles, sin información suficiente. Y luego pasan cosas como el atroz asesinato de una chica que acudió al Diario de Patricia pensando, engañada, que se encontraría con un familiar cuando con quien se reunió fue con su asesino, maltratador denunciado, condenado y con orden de alejamiento, incapaz de aceptar un no por respuesta.
Hace meses, estando en casa ajena donde se veía precisamente este programa, comenté (era un caso de reconciliación sí, reconciliación no) que me parecía peligroso este tipo de situaciones. Nunca se sabe cuál puede ser la reacción de quien recibe una negativa pública, menos aún si se desconocen sus rasgos personales, sus antecedentes, su carácter y su pensamiento. Una cosa es dar la alegría de volver a ver a quien está circunstancialmente alejado y otra muy distinta hacer de Celestina en relaciones ignotas, hacer público un abandono o una infidelidad o humillar a quien no colabora en casa.
Las cadenas tienen una alta cuota de responsabilidad ya que por mor de la audiencia permiten tanto el escarnio y el impío ensañamiento con los populares o famosos en situación de debilidad como el desnudo o la vejación de los anónimos. Quienes se prestan a aparecer, son igualmente responsables. Quienes siguen estas historias, son asimismo responsables.
Atendimos al caso de Ana Orantes, asesinada tras hacer pública una vida de malos tratos. No se escarmentó. La chica rusa ha sido víctima de la treta confabulada por su ex-pareja y por Antena3. Ella sí que carece de responsabilidad alguna, ignoraba el motivo real y picó el cebo de la ilusión del reencuentro familiar (¡qué vil y miserable aprovechamiento de su deseo!), sus ojos eran los de un animal acorralado, aterrado, se percibía algo extraño en su comportamiento y encontró la muerte a los pocos días.
O ponen límite legal y judicial a quienes no se autolimitan por ética o deontología, amparándose en las audiencias, o habrá más desgracias que relatar. O la sociedad pone límite, no prestándose a engordar la audiencia, o será cómplice de éste y cualesquier otro suceso similar. No son válidas las excusas: es lo que piden, ni es lo que ofrecen.

natpastor@gmail.com

27 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no soporto ese programa. Pero.... ¿realmente ellos estarían enterados de la verdad del asunto?. Dudo mucho que si hubieran tenido todos los datos hubieran propiciado el encuentro. De todas formas, por mi si lo quitan mejor.

Anónimo dijo...

No es la primera vez que se vé el caso de un maltratador que recurre a una mierda de esos programas para llegar a su victima, solo que en este caso el final ha sido terrible.
El programa si tiene la culpa porque ni se molestó en saber más, solo les preocupa el nivel de audiencia y tener historias sin importar las consecuencias.

aaaaaaaaaaaaaaa dijo...

El programa no tiene la culpa, si los invitados no informan de a quien no quieren encontrarse es culpa de ellos y sino no vayas al programa.
Este tío es un psicópata asesino y el hecho de que acudieran al programa no deja de ser una anécdota, él lo tenía muy claro: o mía o de nadie y la hubiera matado con programa o sin programa.

Irene Adler dijo...

Espero que haya exigencia de responsabilidades hacia el programa. Me consta que engañan a la gente para que acuda con pretextos inventados cuando "saben" de antemano que si les dicen a lo que van, no irán.
Lo que es lamentable, es el engaño. Lo ético y lo correcto, es decir la verdad, y ésta no consiste en hablar de una amiga cuando lo que vas a traer al plató es un individuo.

Anónimo dijo...

No son legales, engañan a los que van para que acuden y asi se encuentren en situaciones que no quieren. Padres, hijos, hermanos, maridos, esposas, amigos, vecinos, etc., que no se hablan y que, sus motivos tendran, no quieren volver a verse. Les dicen cualquier treta (que van a opinar de moda, de musica, de deportes, etc.) asi consiguen que vayan y luego se encuentran con la "tostada".

Anónimo dijo...

Creo que si existe cierta responsabilidad dado como está el patio a que al primer/a chalad@ se le de la oportunidad de encontrarse con algun/a ex. El personal está muy pasado de vueltas y son ganas de jugar con fuego y, como ha sido el caso, quemarse.

Anónimo dijo...

La chica estaba convencida de que quien iba a ir era alguien de su familia, de hecho, dijo que hacía ocho años que no los veía y que le haría muchísima ilusión. Cuando le preguntaron si tenía pareja y si hacía mucho que lo había dejado, su cara se transformó. Se olió lo que iba a pasar.

Sempietnos dijo...

Gracias al programa él obtuvo de manera sencilla su paradero de manera que le dieron al maltratador toda la información que necesitaba, y la responsabilidad de ello es de una cadena de televisión que no tiene un equipo humano necesario para emitir un programa de éstas características (que se preocupen un mínimo de "saber" a quién llevan a la tele).

francisco dijo...

Los programas basura, son exitos de television, pero desde que hicieron famosete al subnormal que agredio a una chica en el tren, el morbo televisivo no conoce limites,no tienen enscrupulos y viven de la miseria humana, como de la gente que les da audiencias a esta basura de programa.

Julio Andradas dijo...

En EEUU una persona que se ha demostrado que es un maltratador va a la cárcel, nada de órdenes de alejamiento ni tonterias que no sirven.
Dicho esto,a mi el programa me parece aborrecible, ahora bien, no creo que la culpa sea de dicho programa sino de la justicia que tenemos en España que permite los maltratos y los asesinatos.

Anónimo dijo...

Ha sido toda una irresponsabilidad. Esto sucede en EE.UU y Antena 3 no tiene dinero para indemnizar a la familia. Tiene que haber un escarmiento para ver si se frena esta alegría con que se hacen los programas. ¿Se acabará algún día esta mierda de televisión?

blumun dijo...

Ese tipo de programas son horrorosos, y lo mínimo que te hacen sentir es verguenza ajena. Pero hay gente que por un minuto de " gloria" vende lo que se tercie, y eso solo se explica, por la pobreza de espiritu que tienen estos "invitados".
Saludos.

Natalia Pastor dijo...

La cuestión del maltrato está al margen de la impudicia televisiva.
¿Por qué estaba este individuo libre?. Las órdenes de alejamiento son ineficaces; ¿cuál es su utilidad si de su incumplimiento puede derivarse un irreversible resultado lesivo o mortal?.
Hay falsedad en ciertas denuncias; implacabilidad y dureza sancionatoria en esos supuestos.
Hay temas que no pueden convertirse en circos mediáticos, todos opinan, todos deciden.

Butzer dijo...

Si realmente nos paramos a pensar, la mujer acudió engañada por Antena3 a un programa para que su maltratador y ahora más que probable asesino, le pidiera perdón y casarse con ella. Después esta se negase dejándole en rídiculo delante de España, y poniéndo la guinda al pastel vengativo-asesino de éste.
Tremendo.

GFO dijo...

Acojona pensar,que un monstruo como este,puede estar a tu lado en la barra de un bar,en la cola de un supermercado,o tener los santos huevos de ir a un plató de televisión,y como un depredador nocturno,con la complicidad de una televisión nauseabunda,tener a su víctima a tiro.
Que la televisión nada en una ciénaga de podredumbre infecta,viene ya de lejos.
Esta sociedad lanar que traga con De Juana,con la negociación con ETA y que sólo le preocupa la puta hipoteca y el chiringuito estival,ingiere en dosis tóxicas debates tan instructivos y de alto nivel intelectual,como si tal famosillo folla con fulanita o si tal bujarra se las traga dobladas.
En estas estamos;una sociedad narcotizada y embrutecida,que no piensa.
Una sociedad medio analfabeta que no lee salvo el "Hola" y el "Marca",pero eso si,da muestras de una gran madurez democrática.

Decentes dijo...

Totalmente de acuerdo.El programa no tiene culpa penal, pero debemos reflexionar sobre la realidad social y televisiva de hoy en dia.Todo vale con tal de hacerte famoso y todo vale con tal de ganar en share.De verguenza.Saludos

Fin de los Tiempos dijo...

El programa no puede esperar que llaman a una mujer para decirle que la llevan a hablar de vaya usted a saber qué y a la pregunta de es usted una mujer maltratada vaya a responder la verdad.

Está claro que no iba a decir sí mire usted y tengo una orden de alejamiento. ¿Lo haríamos alguno de nosotros?

Lo que no se puede es ridiculizar públicamente a la gente. Yo no me imagino la cara que pondría si me llevan con la excusa de hablar de música y me sale una ex del instituto diciendo que siente mucho que me pusiera los cuernos con media clase, y toda España enterándose de mi vida hace años, eso no es justo ni está amparado con el derecho de la persona a la intimidad

Tío Pop dijo...

No nos extrañemos de esta televisión, tenemos lo que pedimos. Si algunos de nosotros vemos o no esta clase de programas no importa. Lo que importa es que una gran mayoría de españoles son consumidores de este producto.

Hay que preguntarse cuál es la razón y a mí no se me ocurre otra que la incultura generalizada. Así no podemos extrañarnos de nuestra televisión o del gobierno que tenemos o de la intención de voto que demuestran las últimas encuestas: tenemos lo que nos merecemos.

Curioso ¿no? ¿A alguien le sigue extrañando por qué el PSOE se empeña en destrozar sistemáticamente cualquier proyecto educativo serio en este país? ¿No será que le interesa una España de bajo nivel y fácilmente manipulable?

Anónimo dijo...

Yo coincido con lo que dice gutiforever("una sociedad narcotizada y embrutecida,que no piensa.
Una sociedad medio analfabeta que no lee salvo el "Hola" y el "Marca",pero eso si,da muestras de una gran madurez democrática.").
Ahí está la raíz de tantos y tantos problemas,de tanta dejadez y abandono,de la violencia escolar,del fracaso educativo.
Una sociedad,en suma,sin principios.

Caballero ZP dijo...

Son las miserias de las televisiones que han demostrado una y otra vez no tener escrúpulos, como bien dices una negativa en público a un ser como ese, es justo el detonador que le hacía falta para estallar, me alegraría de que tuviese consecuencias legales para el citado programa, más que nada para que con suerte comience a desaparecer la basura de las televisiones, que hoy por hoy no se pueden ver.

Adamantio dijo...

El programa refleja una realidad social de gusto por lo mezquino, y lo más odioso de lapersona humana... Triste

El Cerrajero dijo...

Esos programas son de cualquier víscera, menos del corazón.

Un pico y una pala les daba yo xD

Paços de Audiência dijo...

El tema es muy duro.

Primero un programa de televisión que se lucra del sufrimiento ajeno. Llevan a su programa a un tipo y les da igual los antecedentes que lleva detrás.

Luego, si esa chica dijo que no, era que no. Y no sé porqué ese programa no puede respetar eso. La famosa frase "la mujer cuando dice no, dice sí", me produce arcadas.

Finalmente, la famosa ley de la violencia de género que hace aguas. Las cabezas deben estar muy mal. La ley se basó en la represión, cuando tristemente, esta gente no escarmienta con la pena. Es un criminal ideológico.

"La maté porque era mía". "Sólo mía o de la tumb a fría".

J. F. Sebastian dijo...

Nunca he entendido el interés desaforado que existe en España por la vida privada de otros, ya sean famosos o no, que raya lo patológico. La prueba está en estos 'programas', algunos ya con varias ediciones. Ignoro si esto también se da fuera. Ayer mismo discutí con mi novia porque empezó a hablarme de un rumor acerca de un supuesto lío de faldas de un personaje relevante y me mosqueé un poco diciéndole que se preocupase por cosas más importantes que esas gilipolleces.

J. F. Sebastian dijo...

Y añadiré que, lejos de suprimir el programa, seguro que incrementará la audiencia, por lo tanto, más publicidad.

el escritor escondido dijo...

El asesino a la cárcel, y la cadena de televisión responsable civil solidaria. Salu2.

Aguador dijo...

Pues yo estoy con la opinión del amigo José Antonio Manzano.

Y quisiera añadir algo más. No es que "tengamos la tele que nos merecemos", sino aquella que los programadores de las cadenas de televisión nos meten por... los ojos y no somos capaces de no ver. Quiero decir que cuando un programa no gusta, simplemente se deja de ver. Según se deduce de lo que contáis, alguien pasó por alto la situación de este señor o no se informó suficientemente acerca de ella. Yo, la verdad, no los veo.

Y sí: la audiencia es la que da las pelas, porque todas las empresas querrán anunciarse en un programa que ve mucha gente. A eso van y a nada más. El resto son lágrimas de cocodrilo.

(cualquier día de estos nos ponen de primicia un suicidio en directo...)

Saludos,
Aguador