domingo, agosto 08, 2010

De hienas y crímenes

Ya en la historia antigua se creía que los perros perdían la voz y los sentidos cuando estaban cerca de una hiena. Si no encuentra carroña, mata y come animales indefensos.
Es muy cobarde - sólo caza en grupo y la presencia de un simple perro pastor con un rebaño de ovejas es capaz de hacer huir a toda una manada.
El juez Baltasar Garzón, suspendido por el CGPJ al frente del Juzgado Central de la Audiencia Nacional e imputado en dos sumarios por prevaricación, arremetió contra la Iglesia Católica a la que acusó de participar en la Guerra Civil donde daba "ánimos a los torturados".

Sin embargo, Garzón se negó a investigar los crímenes de Paracuellos en los que asesinaron a miles de religiosos.
La Iglesia Católica sí daba ánimos a los torturados, que no eran otros que los torturados por la chusma asesina del Frente Popular. Muchos de los mártires de esta canalla perdonaban a sus asesinos momentos de caer asesinados, como fue el caso de Don Pedro Muñoz-Seca, abuelo de Alfonso Ussía.
Es absolutamente vergonzoso que Universidades públicas le paguen un sólo céntimo a este sujeto que fagocita carroña y vive instalado en su biliosa existencia, denigrando a la carrera judicial y emponzoñando con sus actos el Estado de Derecho.



Garzón ejecuta el canto del urogallo, en parte como "avisador" de que está ahí para lo que la causa precise, en parte como atizador del votante de extrema izquierda necesitado de ambrosía ideológica mientras espera en la cola del INEM para sellar el paro.
A estas alturas de la tragicomedia, la constancia empírica de que la izquierda sigue anclada en sus maximalismos, es evidente.




No salen del atavismo anticlerical, del antisemitismo y del odio al "imperio del mal", los USA, ahora tiernamente mitigado por la presencia de Obama en la Casa Blanca.
Con esos mimbres, tampoco es de extrañar que Garzón siga empeñado en escarbar en la hez para solaz del personal progre, en una calculada estrategia guerracivilista de la que esperan sacar réditos electorales.


sempietnos@hotmail.com

19 comentarios:

alberto daza dijo...

Lo defines,amigo Sempietnos, perfectamente en tu post:"Garzón ejecuta el canto del urogallo, en parte como "avisador" de que está ahí para lo que la causa precise, en parte como atizador del votante de extrema izquierda necesitado de ambrosía ideológica".
Ese anticlericalismo de la extrema izquierda sigue vigente hoy, hasta el punto que el argumentario psa por justificar los crímenes cometidos, bajo el paraguas del "algo habrían hecho", lo que los equipara y no de manera casual con aquellos que miraban para otro lado-comprendiendo en el fondo-,cuando asesinaban a un concejal, policía nacional o guardia civil en el País Vasco.

Pero lo cierto para cualquier ciudadano que no esté infectado de odio e inquina, es que la persecución religiosa acontecida en España en los años 30 no fue nada casual ni improvisado.
No eran incontrolados y no eran desorganizados.
Establecieron centros de detención. Buscaban personas concretas y tenían listas de nombres. Había que hacer la Revolución empezando por la eliminación visible de la Iglesia.

Durante medio año, las autoridades republicanas dejarán hacer a milicias y anarquistas. La sensación de impunidad al atentar contra los católicos se había incubado ya años antes, con las quemas de conventos de muchas ciudades españolas del año 1931 y 1932.
Andreu Nin, jefe del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) dice en un discurso: “había muchos problemas en España. El problema de la Iglesia nosotros lo hemos resuelto totalmente, yendo a la raíz; hemos suprimido los sacerdotes, las iglesias y el culto”.

La más fácil de masacrar era la Iglesia: consistía en denigrar y luego matar a gente desarmada, bien localizada, muy repartida. El efecto ideológico era muy rentable: cada parroquia en llamas era un aviso de que una nueva era y una nueva moral habían llegado.


Saludos cordiales.

Irene Adler dijo...

La palabra justicia en boca de Garzón, produce vómitos.
Antes y durante la guerra civil la persecución que sufrió la Iglesia fue monstruosa y criminal.
Hay que ser un loco peligroso o un sectario enfermo, para negar que más de 8.000 religiosos,sacerdotes,monjas y simples católicos practicantes fueron asesinados por una cuestión de fe.

francisco dijo...

Ahondando en lo que comenta Alberto Daza,la persecución religiosa, que en España comenzó en 1934 con los mártires de Turón, ya canonizados, y otros muchos asesinados durante la Revolución comunista de Asturias.
La izquierda más extrema y garbancera se ha negado sistemáticamente a reconocer sus responsabilidades históricas de la tragedia de 1936.

La persecución que sufrió la Iglesia por parte de los rojos en el período 1936-1939 fue la más terrible de toda la historia de la cristiandad, inmensamente superior a la que tuvieron que sufrir los cristianos en la antigua Roma.
Si después de todas las barbaridades que perpetraron los milicianos, asesinando a obispos, curas, religiosos y seglares, quemando iglesias y conventos, cometiendo sacrilegios, profanando las tumbas (como cuando sacaron las momias de las monjas del convento de las Salesas de Barcelona para exponerlas al escarnio público)... saqueos, torturas y demás,habría que preguntarle al imputado por prevaricación Garzón ¿por quién tenía que tomar parte la Iglesia?,¿por sus verdugos o por sus salvadores?.

alberto daza dijo...

Francisco:

Es que negar lo acontecido sólo puede ser ,amén de la necedad,la incultura o la idiocia, fruto del odio y el rencor.
Si se repasan las hemerotecas, los titulares de la prensa de aquellos días no deja lugar a dudas de lo que se avecinaba.

La Traca (Valencia, 17-7-36). A la siguiente pregunta de encuesta: «¿Qué haría usted con la gente de sotana?, da el siguiente resultado: «Ahorcar a los frailes con las tripas de los curas».

Solidaridad Obrera (26-7-36). «No queda ninguna iglesia ni convento en pie, pero apenas han sido suprimidos de la circulación un dos por ciento de los curas y monjas. La hidra religiosa no ha muerto. Conviene tener esto en cuenta y no perderlo de vista para ulteriores objetivos».

Terminada la guerra civil, el computo de asesinados ascendió a trece obispos, unos siete mil sacerdotes y religiosos, y decenas de miles de seglares, asesinados por su condición de católicos.
Que a estas alturas todavía haya sujetos incalificables que nieguen (¡¡y encima acusen!!) el genocidio ocurrido, da idea de que la involución de la izquierda en este pais es mucho más preocupante de lo que algunos quieren ver.

Saludos cordiales.

aspirante dijo...

Garzón no es más que un comunista amante de la dictadura, cosa que trata de conseguir usando su influencia en los tribunales y haciendo un uso abusivo de sus potestades. Prevaricaba con la misma facilidad que respiraba.
Las universidades públicas le pagan los favores a la izquierda con los famosos cursos de verano. Otro caso de comunista multimillonario.

doblesobresencillo dijo...

Me lo quitaste de la boca. Conforme iba leyendo pensaba en escribirte recordando el caso de Muñoz Seca. Es la sed de revancha lo que diferencia a los unos -empeñados en ganar a años vista- de los otros, abiertos al perdón y a unificar la memoria de una guerra cainita que a ambos lados sembró barbaries.

En cuanto al propio Garzón, qué le vamos a hacer, ha hecho del exhibicionismo y la provocación su forma de vida. Y en un país donde el odio es la gasolina que mueve a las masas, el negocio es redondo.

A Dios rogando y con el mazo dando...

Un saludo

José Luis Valladares Fernández dijo...

Has hecho una descripción perfecta de la perversa personalidad de Garzón. Personajes así desprestigian la carrera judicial y el Poder Judicial no ha podido hacer cosa mejor que apartarle de la misma
Saludos cordiales

Jose CM dijo...

Este tio no es juez? Qué hace metiéndose en cosas que no puede juzgar y de las que no tiene ni puta idea.

Teniendo en cuenta que la Iglesia sufrió su particular Holocausto de la mano del Frente Popular, solo faltaba que los curas estuviesen de parte de sus verdugos.

Sempietnos dijo...

ALBERTO DAZA:

Usted recordará aquella cita de Castelar que decía «Aquí en España, todo el mundo prefiere su secta a su patria».
Desde el 2002, el bunker perdedor de la Guerra Civil se ha vuelto a condensar por la puerta de atrás y ha reabierto nuestras brechas y heridas históricas: vuelve el particularismo miope disfrazado de soberanismo y confederalismo; renace el sectarismo disfrazado de progresismo; revive el anticlericalismo con ropajes de laicismo... y así estamos como estamos.

Sempietnos dijo...

AMAYA:
Garzón, que además de juez suspendido e imputado es socialista,y en tiempos pasados hasta candidato al Congreso por Madrid como número 2 tras Mister X, actúa igual que Zapatero:por oportunismo se ha aliado con el bunker guerracivilista de la izquierda y han puesto en marcha la ruptura del consenso que habíamos establecido por primera vez en nuestra Historia, violando el orden constitucional e iniciando un repertorio de políticas sin mandato popular que deslegitiman el orden político democrático surgido de la transición.

Sempietnos dijo...

FRANCISCO:

El PSOE pareció democratizarse al abandonar el marxismo, pero nunca se retractó de su planeamiento y organización de la guerra civil en 1934, o del Frente Popular, que destruyó la Constitución republicana, o del asesinato de Calvo Sotelo, que marcó la reanudación de la guerra civil.
Al contrario, se siente orgulloso de todo ello, como se identifica con las Brigadas Internacionales o el maquis.
Se trata una vez más, por si alguien tenía la tentación de olvidarlo, de actuaciones de un gobierno guerracivilista.
Y Garzón es simplemente un lacayo a la espera de dádiva.

Sempietnos dijo...

ASPIRANTE:
Está comprobado que el revanchismo de toda esta caterva va más allá de lo imaginable.

Sempietnos dijo...

SAMUELDL:

El día 24 de enero del año 2000 el juez Baltasar Garzón estampaba su firma definitiva en contra de la querella interpuesta dos años antes por la «Asociación de Familiares y amigos de víctimas de genocidio en Paracuellos del Jarama».
Denunciaban los fusilamientos en la Guerra Civil en Paracuellos entre noviembre y diciembre de 1936. Los razonamientos del magistrado eran "severísimos".

Acusaba a los demandantes nada más y nada menos que de «mala fe», de tomarse «a la ligera las normas básicas de nuestro ordenamiento jurídico» y «hacer mofa y escarnio de la serenidad que toda actividad jurisdiccional comporta».

En aquella sentencia decía exactamente que los fusilamientos «están prescritos al haber transcurrido más de veinte años», que la amnistía dictada el 25 de noviembre de 1975 «veda cualquier posibilidad de reiniciar la persecución penal por los actos de nuestra Guerra Civil» y que además «el delito de genocidio no se encontraba tipificado en España en la fecha de los hechos».

Cuando los de la Memoria Histórica, se dirigieron diez años después a Garzón obtuvieron exactamente la respuesta contraria: pidió las actas de defunción de los responsables, se proclamó competente para juzgar y obvió la amnistía. Súbitamente, los crímenes constituían delito de genocidio y ni habían prescrito ni estaban perdonados.

Sobran las palabras,¿no crees?.

danicurri dijo...

todo lo que rodea a SúperGarzón me recuerda a la Guerra Civil: agitación de los odios, rencillas y diferencias entre las dos Españas; un tipo con una gran capacidad de manipulación de masas que le adoran como a un Dios y que serían capaces de todo para conseguir lo que quieren. Maquiavelo estaría contento de tan aventajado pupilo.

Anónimo dijo...

Hace unos dias el gobierno dio mas subvenciones para que sigan abriendo cunetas, sin palabras.


http://verdadescontramentiras.blogspot.com/

Sempietnos dijo...

DANICURRI:

Esa radicalización de la izquierda que comenta Alberto Daza y que tu mencionas, la refleja en este post David Pérez, de la Asamblea de Madrid .
La izquierda que padecemos - y digo padecemos-, en España, no tiene parangón como ha dicho Natalia Pastor en numerosas ocasiones, en ningún país de nuestro entorno.

Han recuperado el discurso frentepopular, se han subido literalmente al monte y están en una dinámica peligrosísima.

alberto daza dijo...

Sempietnos:

Esa radicalización que comentamos, ya tuvo sus antecedentes en 1935.
La obra de Santos Juliá (nada sospechoso de ser calificado de fascista,según el lamentable etiquetado progre de nuestros días) lo explica de manera magistral en su libro La izquierda del PSOE (1935-1936).

Su lectura (sobre todo de los discursos de la época),da idea del mimetismo, de esa tentación nada indisimulada de radicalización al modo frentepopular que gastan los dirigentes socialistas de hoy.

Y respecto a Garzón, Joaquín Leguina lo retrata de manera diáfana en este post de su muy recomendable blog.



Apostilla:

Por cierto, que Leguina, socialista de la vieja guardia, es calificado de "traidor" por esa extrema izquierda estalinista de la que hablamos.
Todo un síntoma.


Saludos cordiales.

doblesobresencillo dijo...

SEMPIETNOS:

Totalmente de acuerdo. Es más, escribí hace tiempo sobre eso mismo

http://doblesobresencillo.blogspot.com/2010/04/garzon.html

Quizás te interese.

Un saludo.

Stop dijo...

Creo que valdría la pena intentar dar una visión más global de los planteamientos del PSOE y su juez particular: Garzón.

Como movimiento internacional, conviene recordar que la revolución bolchevique y el marxismo fue financiado por la Banca Internacional; que uno de los plantemientos de la cúpula socialista era el de reducir a España a una república soviética y que lo primero que hicieron al conseguir el poder casi absoluto, fue saquear el banco de España, entonces un banco privado, y mandar todo su oro a Moscú.

El siguiente saqueo de los montes de piedad, museos, iglesias, catedrales y colecciones de arte, son cosas que ni Garzón ni ningún juez se ha molestado en investigar. Todo lo contrario, los partidos de los saqueadores, los sindicatos y otros, han sido indemnizados con dinero público en repetidas ocasiones según criterios tan honrados como los de salvar a la UGT de la banca rota, por los supuestos sufrimientos y padecidos sufridos durante una Guerra que ellos mismos ayudaron a fraguar y en la que lo mismo que fueron víctimas, también actuaron de verdugos.

Se mire como se mire, hay tantas cosas que contar, que todo es como una obra de teatro. Nosotros vemos lo que ocurre en escena, discutimos sobre ello, pero tras la escena, el que dicta la acción es un mismo personaje, director, guionista e incluso actor de una comedia fácil y al mismo tiempo, difícil de entender.