El ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, anunció ayer que "nosotros" vamos a pagar los intereses de los créditos que soliciten los jóvenes de entre 17 y 25 años para sufragar el coste de la obtención del permiso de conducir. En contraprestación, deberán realizar un curso de diez horas de duración en materia de seguridad vial.
Es decir, que un considerable montante del dinero obtenido de los impuestos de tráfico y multas se destinará a pagar parte de la campaña electoral del Psoe dirigida a la juventud -olvidada hasta ahora- y a costa de todos los contribuyentes, en lugar de invertirlo en la mejora y conservación de firmes, trazados, visibilidad y claridad de las señalizaciones...
Pero como este Gobierno tan generoso no deja de ser duro y exigente, los subvencionados deberán ser instruidos en seguridad vial. Esto es, no siendo suficiente lo primero, el curso será gratuito para ellos y, en consecuencia, oneroso para los demás.
Todo lo relacionado con la seguridad vial se reduce a dos principios: conocimiento y respeto de las normas de circulación; y prudencia en caso de duda. Estas dos máximas se aprenden desde la más tierna infancia, dado que su ámbito de aplicación no se reduce al tráfico. En su defecto, se instruye al respecto en las autoescuelas. Estos principios deberían inculcarse en la enseñanza, y ya la pagamos de una o de varias maneras (pública, concertada y privada). ¿Por qué estamos obligados a costear reiteradamente los mismos conceptos?; porque, lamentablemente, las ideas de disciplina e imperatividad normativa han desaparecido del sistema educativo, por fachas y dictatoriales.
Se acercan las generales y se empieza a hacer méritos para computar votos. Esperemos que la próxima idea rompedora y genial no consista en que "nosotros", con el calvista dinero de nadie, paguemos los intereses de las cuotas de los préstamos hipotecarios o al consumo de esos jóvenes, añadiendo el coste adicional de un curso en que aprendan que las cuotas crediticias están integradas por capital más intereses.
9 comentarios:
Lavado de cerebro a la juventud, "indicándoles" cuáles son sus prioridades y las prioridades tienen que fijarlas éllos mismos.
El orden de prioridades no son:
Coche, diversión, trabajo,...
Esto es sin duda una de las primeras preocupaciones de los españoles. Gracias, Gobierno de la Nación, por resolver nuestros problemas más acuciantes.
Hay que joderse.
Dan prestamos para sacarse el carnet con nuestro dinero y nos suben la luz, todo junto, pero solo nos fijamos en lo que "nos regalan".
Asi vamos.
Yo creo que esta política no tiene sentido. Pienso que es una forma de despilfarrar recursos que podrían destinarse a otras políticas más interesantes, o por lo menos, de las que nos pudiéramos beneficiar toda la sociedad. Si el objetivo de esta política es de cubrir 10 horas de seguridad vial, y con eso creer que van a disminuir los accidentes...
Buena medida para potenciar el transorte público y contaminar menos... viva el Protocolo de Kioto...
Que lo inviertan en inhibidores y que nuestros chicos vayan a misiones en situación de guerra por lo menos con la mínima seguiridad.
Por cierto,el Ministro de Defensa italiano también ha replicado a la indiscreción de Alonso. Asegura que sus tropas sí tienen inhibidores.
Comienza la propaganda electoralista para captar el voto de los jovenes.Esta ide seguro que es del PERE.
Rubalcaba dijo que "nosotros" lo vamos a costear y ayer escuche al Ministro Alonso que el hace el trabajo de Ministro por que le han ¡¡¡elegido!! los ciudadanos.Panda de ineptos y caraduras!!!!
Otra forma de adoctrinar, a saber que "formación" se dará en esos cursos. Y como siempre una carga para el contribuyente, como a Rubalcaba le sobra el dinero,
Es sorprendente. ¿y qué me dicen de las clases intensivas en un sólo fin de semana que ahora están impartiendo las auto escuelas? Se ellvan todo el santo día diciéndonos que tengamos cuidado en las carreteras y sobre todo que respetemos las normas viales y por otro lado aprueban a diestro y siniestro a personas que no están nada de preparadas dando clases sólo un fin de semana. un buen método de estudio, sí señor. Así vamos...
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