Puede deberse a la cercanía temporal de la gala de entrega de los Premios Goya, lo cierto es que hoy hemos vivido una anécdota propia de una película de humor, lo cual se agradece en estos momentos de temporal político en que no nos llevamos sino disgustos. Protagonista: el Alcalde. Argumento: inauguración de la Avenida de la Astronomía. Director: D. Alfredo.
Sánchez Monteseirín ha pasado de los fondos telúricos, de las zanjas que dejan todas las vergüenzas de la ciudad al aire, al mismo cielo, ¡qué digo cielo!, ¡al espacio interestelar!. Nos ha permitido descubrir que, además de licenciado en Medicina y Alcalde, es ¡astronauta!. "Nosotros, los astronautas", ha dicho, peor aún, ha leído, pues llevaba el surrealista e ininteligible discurso por escrito, es decir, no ha sido producto de la improvisación, de un tengo que decir algo y no sé cómo rellenar este hueco, o socavón.
Después de tal afirmación y ante los rostros estupefactos de los allí congregados, ha continuado con unas divagaciones incomprensibles sobre qué sería de "los que pisamos el suelo" -en Sevilla, el subsuelo-, la realidad de las cosas -sí, Alcalde, usted pisa y pisotea-, "sin los astrónomos y los astrólogos". Porque, gracias a ellos, sabemos "lo que hay en el más allá". Deben estar subiéndose por las paredes en el gremio, ¡confundirlos con medium!.
Sabíamos que D. Alfredo es cibernauta, zanjanauta, gastronauta, pero ¿¡astronauta!?. Ay, que empiezo a caer en la cuenta de por qué se siente tal... No hace mucho Carmen Calvo hablaba de dar a conocer nuestros grandes literatos en el mundo y en todos los planetas -sí, sí, en Marte están interesadísimos en Cervantes-, y Monteseirín ha declarado en múltiples ocasiones que le gusta leer y escribir, quizá quiere entrar en la promoción planetaria (nada que ver tiene con la editorial Planeta) de nuevas promesas de la Literatura que promete Calvo. Hace menos jornadas aún, el PP se refería a algunos miembros del equipo del Alcalde con el calificativo de "galácticos", y al parecer eso ha calado hondo hasta empapar a D. Alfredo; siempre rodeado de estrellas, realmente puede con razón sentirse astronauta; o se debe quizá a que empieza a detectar que lo que sucede en su partido (le colocan a Viera) es propio de otra galaxia; o es que tiene previsto viajar a Fitur, donde hay un simulador de vuelo, y ya tiene pedida la vez, experiencia ésta que le tiene extasiado y fuera de sí.
También se puede interpretar que ha hecho un reconocimiento expreso de estar en la luna, no de Valencia, sino en la de las municipales que le tienen el cerebro dando un paseo por las nubes. Sea como fuere, a ver si en uno de sus periplos al más allá (el mundo ya se lo ha trillado bastante a costa de las arcas municipales) escucha voces que le digan que debería dimitir como presidente de la Fundación Jiménez Becerril, más aún hoy después de ausentarse de la misa en memoria de Alberto y Ascensión, ¡ah, claro, es que es del partido de la laicidad...!.
NOTA: Durante el mes de febrero se ausenta, por motivos profesionales, Sempietnos. No podremos contar con sus enjundiosas aportaciones al blog, pero los que le consultáis temas jurídicos o judiciales podéis seguir haciéndolo en su correo (así me lo ha comunicado). Su post lo publicamos en enero, por anticipado, y, Dios mediante, en marzo volverá.
1 comentario:
Lo del Alcalde es muy fuerte. No sólo es un astronauta sino que es un borrico, con perdón de los asnos: no sabe la diferencia entre la astronomía y la astrología.
Dijo ayer el Alcalde: "nosotros, los astronautas, pensamos mucho en los astrónomos, los astrólogos, para que nos digan a nosotros, los astronautas, que se puede hacer en el más allá. El más allá que sabrán los astrólogos y los astrónomos, a nosotros, los astronautas"
Un tío que no sabe diferenciar la ciencia de la superstición....¿en manos de quién estamos?.
Que Monteisirín siga en el Ayuntamiento demuestra que somos un pueblo lanar.
¡Todos a pastar!.
http://siervodelaverdad.blogspot.com/
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