Desde luego, no se debe a ningún "problema técnico" : las cuentas que fueron suspendidas por un error de programación, quedaron nuevamente rehabilitadas en menos de 24 horas.
Mi perplejidad ante semejante contradiós radica en que jamás he vulnerado regla alguna de la red social: jamás he insultado a nadie, jamás he bajado al barro y nunca he cruzado ninguna "linea roja" de lo que sólo es un debate civilizado y un intercambio -sano - de opiniones.
Cenando con unos amigos, uno de ellos intentó responder a mi pregunta del por qué me han cerrado la cuenta al más puro estilo soviético en un ejemplo zafio, chusco y además revelador, de lo que es la censura y la vulneración de la libertad de expresión.
-"¿Será, Natalia, por dejar en evidencia a toda una casta periodística deportiva desvelando sus miserias, sus contradicciones, sus intereses, sus tropelias y las campañas infames de linchamiento?".
-"¿Será por haber tirado de hemeroteca y dejar expuesto al supuesto gurú futbolístico Segurola?
-"¿O será, quizás , por haber dejado en evidencia a ese lobby "feminista" - una de ellas se define como "las perris" - amigas íntimas de la novia de Casillas y defensoras a ultranza del portero de Móstoles y que han fustigado sin piedad a Mourinho?"
-"¿O quizás la causa ha sido señalar con el dedo a ese periodismo de mantel que sólo quiere prebendas, que intenta manejar el club y que no duda en pasar al linchamiento cuando el entrenador no pasa el aro?"
-"¿Se debe, quizás, a hacer memoria, recurrir a la hemeroteca y rescatas portadas que son una auténtica vergüenza y que sonrojarían a cualquiera?"
-"¿O se debe a dejar en evidencia al mismo periodista que un tiempo antes quería reencarnarse en Mourinho y que después persigue al entrenador hasta el colegio donde entrena su hijo?"
-"¿O se deberá a rescatar del baúl de los recuerdos, artículos que dejan a las claras el pelaje de quién lo escribe ?"
Que será, será...
A estas alturas, es evidente que mi cuenta en twitter ha sido definitivamente aniquilada. Lo realmente preocupante, es hasta que punto estamos indefensos cuando "alguien" decide poner fin a nuestra voz mediante la mordaza.
Hoy, soy yo. Mañana, cualquiera de ustedes.
2 comentarios:
Natalia, espero tu regreso a tuiter ansiosamente, eres muy necesaria, q unos periodistas cualesquiera no te calle, vuelve.
Pues que se vaya preparando el italiano, que de momento sigue confiando en Diego López.
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