domingo, enero 31, 2010
No hay lugar para la excelencia
Dos años escasos ha durado el breve tránsito por la política de Manuel Pizarro en las filas del PP.
Pizarro es una víctima más de la mediocridad y del parasitismo de la casta política española, que desprecia la capacidad del que viene a servir y no a servirse ni a enriquecerse y sólo se siente a salvo con palmeros formados y domesticados en la disciplina del "aparatchick".
Su forma de concebir la política no cuadraba con el nuevo enfoque "marianista" tras la derrota en las elecciones. Los principios de alguien que aterrizaba en la política desde la empresa privada, no encajaban con la estrategia de mimetizarse con el oportunismo y la carencia de valores identitarios.
Fue relegado y ninguneado a un triste escaño, en el que ha permanecido hasta ahora practicamente silente.
Aún hoy es un absoluto misterio por qué Rajoy, después de ficharle con fuegos de artificio le dejó fuera como portavoz del área económica.
Al final, Don Manuel Pizarro ha acabado yéndose con una elegancia digna de mejores causas.
No necesita la política para vivir.
Y es que como decía Chesterton, "la mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta".
natpastor@gmail.com
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20 comentarios:
Pizarro es de esa clase de personas que tanta falta hace en la política: profesionales con uja larga y sólida carrera a sus espaldas, conocedoras del mundo real, que entran en la política no por dinero o por medrar en los aparatos de los partidos.
Es lamentable que la mayoría de partidos se han convertido en estructuras pseudofuncionariales.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo. El PP no se merecía a este hombre, que no iba a enriquecerse ni a hacer la pelota. Pero a día de hoy esas personas tienen cabida en pocos sitios.
Al fin y al cabo, la política hoy no es si no un gran cúmulo de intereses en los que todos están ahí por intereses personales, con honrosas excepciones. De paso, así los partidos lo tienen mucho más fácil para establecer líneas de pensamiento, ya que saben que los que tienen abajo, se van a plegar a lo que se les diga, al no tener ni ideas propias ni base que les permita tenerlas. Las personas como Pizarro se convierten en molestos para el poder porque ni lo necesitan para vivir ni se van a callar cuando no encuentren razonables sus argumentos.
Es patético, pero es así.
En el PPOE la excelencia es algo que brilla por su ausencia. Es triste, pero es así.
Saludos.
La política, Natalia, funciona así. No suelen tolerar a nadie que pueda hacerles sombra, en el PP y en los demás partidos políticos. Les gusta rodearse de mediocridades y que desempeñen alegres el oficio de palmeros.
La marcha de Pizarro es una verdadera pena, ya que demostró como nadie, su valía a lo largo de toda su vida prfesional, no solamente cuando estuvo al Frente de Endesa.
Saludos
Esa es la tragedía de la política española,Natalia; que personas del calado de Manuel Pizarro no tienen sitio entre la camada de arribistas y parásitos que la jalonan.
La mediocridad más absoluta es la tónica habitual;las Pajín,Bibiana,Cospedal,etc,etc...son el reflejo del porqué de la situación dramática que atravesamos en este país.
A la política van casi siempre los mediocres y fracasados en su profesión.
Daba pena ver a D. Manuel Pizarro convertido en una especie de convidado de piedra.
Se le conocían maneras y se sabía de su talento. Pero parece que D. Mariano no quiso ni que debatiese con Solbes, porque aquel famoso debate fue un debate a medias, maniatado Pizarro que pudo muy bien deshacerse de su contrincante. D. Mariano no quiso.
Es realmente penoso y frustrante ver hasta que punto ha llegado a degenerar la clase política,a que nivel de envilecimiento se ha deslizado,para que una persona de la altura y capacidad de Pizarro, no tenga sitio.
Es triste.Muy triste.
Con el Inútil en La Moncloa y el PP bajo mínimos, ¿alguien puede decirme que nos queda?
Un saludo.
Mirar atrás y recordar a los Calvo Sotelo, Alfonso Osorio, Rodolfo Martín Villa,Landelino Lavilla,Marcelino Oreja,Rafael Arias Salgado,Iñigo Cavero,Ricardo de la Cierva, Antonio Fontán, Luis Gámir,etc,etc...y compararlos con las Pajín,Bibiana Aído,Pepe Blanco,Cospedal,produce una tristeza tremenda, una sensación de deterioro imparable de una clase política absolutamente bajuna,incapaz,carente de méritos,plena de mediocridad y huérfana de esa excelencia tan necesaria .
Ya decía Ortega,Natalia que la Historia de España es una constante aniquilación de los mejores.
Vivimos en un país que no sólo no aborrece la mediocridad, sino que la premia. Y la clase política es un reflejo de esa sociedad.
El político de hoy nace del aprato del partido,no tiene vida profesional ni bagaje y su ascenso se deberá a su capacidad de adaptación,a los prejuicios, a las domesticidades.
Y así,Natalia,se convierte en parte de un rebaño cuyas acciones o motivos no cuestiona, sino que sigue ciegamente.
Ese político mediocre es dócil, maleable, ignorante, un ser vegetativo, carente de personalidad, contrario a la perfección, solidario y cómplice de los intereses creados que lo hacen un parásito dentro de una casta cuyo único objetivo es perpetuarse.
Saludos cordiales.
La verdad es que Pizarro es rara avis, no sólo en el mundo político (al menos en el de la política española) sino en el de al empresa. Defendió a capa y espada al accionista cuando el Gobierno auspiciaba una operación de compra "nacional".
En lo referente a Mariano y su "equipo de gestión", los veio muy confiados con los cinco puntos (supestos) de ventaja al PSOE... (Aznar llevaba 12 en el 95 y luego ganó raspado).
UN cordial saludo.
Un claro ejemplo de persona que llega a la política para servirla y no para servirse de ella.
Que aprendan la lección en las filas del PP que falta les hace.
Saludos
De pena...
Si se ha ido seguro que es muy honrado...un abrazo...
Viendo esto,solo se me ocurre decir, que España es una mierda de país.¡Que vergüenza siento de ser español!.
es que era Juan Nadie ya antes de meterse "en política", de ahí la admiración que sentimos muchos por él, ahora era un caballero sin espada condenado al ostracismo porque sólo cuentan los tiralevitas del incienso,ni siquiera le han tenido en cuenta para diseñar objetivos en el sector para el que fue llamado,no me extraña que se vaya porque él no vive de esto, sino que encima entró perdiendo dinero...qué buen vasallo si hubiera buen señor...
Otra oportunidad perdida para el señor Rajoy y su caterva. El país haciendo aguas por todas partes y esta gente si fuerza para decir esta boca es mía.
Siempre a remolque de los progres y pretendiendo serlo. Así nunca serán una alternativa ni creíble ni deseada.
No hace mucho,Natalia, leí en el NYT una entrevista a Michael Bloomberg,alcalde de Nueva York y exitoso hombre de negocios, donde decía que en la política «la mediocridad está premiada».
Señalaba Bloomberg que "la ascensión de los cretinos a los lugares más altos de la política va en aumento, porque la inteligencia es peligrosa mientras que el hombre mediocre no se cuestiona nada salvo trepar por el aparato del partido".
El abandono de Pizarro es una tragedia para el PP y para la política nacional.
Es una muestra más de un proceso de degeneración imparable que afecta a todos los partidos.
JULIO:
Cada día que pasa,la política se asemeja más y más a aquella película de Peter Sellers, Bienvenido Mister Chance donde un débil mental llega a la Casa Blanca.
Una premonición de lo que aconteció en España en 2004.
Bloomberg es un ejemplo perfecto de lo que es a día de hoy imposible de ver en la política española: un empresario de éxito,profesional liberal,triunfador,que decide servir a su país entrando en política como servidor público.
En el PP parecían no considerarlo ya necesario, aposentados en la idea de que el desastre del Gobierno de Zapatero hará caer como fruta madura el poder en manos de Rajoy, más aún, cuando algunas encuestas sobre intención de voto les dan entre cinco y seis puntos de ventaja con respecto al PSOE. Mariano estará muy satisfecho, sí, pero no cae en la cuenta de que cualquier oposición medianamente seria le sacaría a un gobierno de pandereta como el que, desafortunadamente, sufrimos no ya cinco puntos, sino una ventaja de dos dígitos (en el Reino Unido, sin ir más lejos, los conservadores de David Cameron aventajan en 17 puntos a los laboristas del primer ministro Gordon Brown). Aunque esté siguiendo un camino totalmente equivocado, Rajoy ha renunciado a una serie de ideas en beneficio de unos cálculos electorales que piensa le llevarán a heredar el poder de Zapatero dentro de poco más de dos años. Él mismo.
Pizarro representaba la idea de que, en materia económica, los principios a seguir iban a estar basados la libertad de empresa, la iniciativa privada y la necesidad de un Estado de Derecho que garantizara el libre funcionamiento de las instituciones económicas. Era también la imagen de alguien que se había forjado una carrera al margen de los amiguismos de las maquinarias de poder de los partidos y, sobre todo, de la resistencia en beneficio de los accionistas de la empresa que presidía, Endesa, frente a las vergonzantes maniobras que desde el poder se realizaron durante los tiempos de aquella OPA que era "medio Estatut" (Rubalcaba dixit).
Junto con las alusiones denigrantes hacia su persona realizadas en la campaña electoral de 2008 por algunos capitostes (por llamarlos de alguna forma) del PSOE, Caldera, Blanco, De la Vega y Zapatero, basadas simplemente en la envidia típica del mediocre que caracteriza al socialismo, Pizarro, ante todo, dijo la verdad sobre la situación económica de España, gustara o no gustara. Así hizo en el debate televisivo con Solbes, quien no se cortó en absoluto a la hora de mentir descaradamente. Hoy, Solbes ni siquiera forma parte ya del gobierno progre que padecemos y todo cuanto dijo Pizarro es suscribible sin cambiar una coma, a pesar de que muchos dieran al primero como ganador del debate.
Se va alguien que no entró en la política para enriquecerse ni para alcanzar una posición sino para aportar ideas (brillantes, por otro lado).
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