lunes, julio 09, 2007

Diez años


El asesinato de Kennedy marcó de tal manera a toda una generación de estadounidenses, que en la memoria colectiva quedó como referente una pregunta que era un aldabonazo a los recuerdos más indelebles;¿dónde estabas cuando mataron a J.F.K.?.
Algo así está en el imaginario español,cuando hace diez años asesinaron a Miguel Angel Blanco.
Aquel crimen,aquella ejecución a cámara lenta nos marcó de tal manera,que ya nunca volvimos a ser los mismos.
Cuando se confirmó su asesinato,(dos balazos a sangre fria en la cabeza),el corazón de un país se heló,se pararon los pulsos y una nube negra se posó sobre todos nosotros.
De aquella sangre joven derramada, surgió un movimiento ciudadano hijo de la rabia y de la perdida del miedo. Surgió el espíritu de Ermua y millones de manos blancas inundaron las calles y avenidas de España. Una marea humana imparable acorraló a los asesinos,a las alimañas,que se refugiaron en sus madrigueras. ETA estaba contra las cuerdas.
Diez años después,todo se ha diluido,se ha perdido por los desagües de la historia.
Desde la llegada de Zapatero,y su proceso de claudicación ante ETA, los asesinos y sus cómplices han vuelto a tomar las calles, se han reforzado,se han sentado de "tu a tu" con el Gobierno,...han ganado la partida.
De aquel espíritu que embriagó a España y a millones de ciudadanos decentes, no queda apenas nada.
Zapatero ha traicionado la sangre derramada de Miguel Angel y ha bailado sobre su tumba el "akelarre" de la traición con los asesinos.Y no ha estado sólo.
Dirigentes socialistas,como el alcalde de Ermua,otrora catalizador de ese espíritu,se ha tornado en rata de cloaca y ataca ahora a aquellos padres,a esa hermana de Miguel Angel a la que hace diez años consolaba.Los han traicionado.
Y los militantes y votantes socialistas que un decenio atrás pintaron sus manos de blanco y gritaban contra los asesinos, hoy les dan la mano y escupen contra las víctimas y sus familiares.
Así es la historia.
Y como diría Marco Antonio en el drama shakesperiano,(cuando se se dirige al pueblo romano congregado en el Foro, llevando en brazos el cadáver de César, apuñalado por los "libertadores"encabezados por Casio y Bruto.)


"Si tenéis lágrimas, preparaos a derramarlas. Todos conocéis este manto.Recuerdo la primera vez que César se lo puso. Era una tarde de verano, en su tienda, el día que venció a los nervos. ¡Mirad: por aquí penetró el puñal de Casio! ¡Ved que brecha abrió el envidioso Casca! ¡Por esta otra le apuñaló su muy amado Bruto! Y al retirar su maldito acero, observad como la sangre de César lo siguió, como si abriera de par en par para cerciorarse si Bruto, malignamente, la hubiera llamado.Porque Bruto, como sabéis, era el ángel de César. ¡Juzgad, oh dioses, con que ternura le amaba César! ¡Ese fue el golpe más cruel de todos, porque cuando el noble César vio que él lo apuñalaba, la ingratitud, más fuerte que las armas de los traidores, lo aniquiló completamente. Entonces estalló su poderoso corazón, y, cubriéndose el rostro con el manto, el gran César cayó a los pies de la estatua de Pompeyo, al pie de la cual se desangró...¡Oh qué funesta caída, conciudadanos! En aquel momento, yo, y vosotros, y todos, caímos, mientras la sangrienta traición nos sumergía. Ahora lloráis, y me doy cuenta que empezáis a sentir piedad. Esas lágrimas son generosas. Almas compasivas: ¿por qué lloráis, si sólo habéis visto la desgarrada túnica de César?Mirad aquí. Aquí está, desfigurado, como veis, por los traidores."

Miraros al espejo.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo autenticamente válido del espiritu de Ermua no fue que los canallas tuvieran que pasar el resto de su vida en la cárcel, lo autenticamente válido fue que fuimos capaces de demostrarles que estabamos unidos, que la vida de un chaval vasco era la misma vida que la de cualquier demócrata de cualquier punto de España, por ideología no he estado nunca cerca de la de Miguel Ángel Blanco, pero de corazón nunca he podido despegarme ese sentimiento de rabia durante estos diez años; hoy sigo diciendo que Miguel Ángel Blanco somos todos.

Anónimo dijo...

¡Qué tiempos aquellos, en los que hasta los del PSOE estaban contra ETA!

aaaaaaaaaaaaaaa dijo...

El consenso del PP y del PSOE consiguió arrinconar a ETA económicamente e institucionalmente. A nivel internacional, todo el mundo sabía que ETA era una banda de asesinos y no una banda de héroes. En definitiva, todos los españoles creíamos que el Estado de Derecho había vencido y que por fin habíamos conseguido derrotar definitivamente a ETA.
Ahora,como dice gutiforever,los socialistas han traicionado ese espíritu,a Miguel Angel y a las víctimas.
Un post acojonante,guti.

Irene Adler dijo...

El aniversario de la tortura y asesinato de Miguel Ángel Blanco debe servir para que todos recordemos que, durante aquellos dos días de infamia, el Gobierno de un país libre no cedió al chantaje que le planteaban los terroristas. Miguel Ángel Blanco es una de las lecciones más dolorosas y dignas que hemos aprendido en estos treinta años: al terrorismo sólo se le derrota desde la intransigencia. Cualquier cesión, por mínima que sea, provoca la derrota de toda la sociedad.

Anónimo dijo...

Miguel Angel representa la lucha de España contra ETA y su entorno. Entorno que esta resurgiendo gracias a ZP.

Anónimo dijo...

Mientras se permite a los terroristas volver a los ayuntamientos, se permite que Batasuna y los chuloputas de sus amigos usen libremente espacios publicos, llenen de pancartas las calles, recauden dinero extorsionando, etc, etc... todo ante la mirada pasiva de un gobierno traidor a los muertos.
Que asco y que gentuza.

Anónimo dijo...

Ya no recuerdan como los batasunos se escondian en sus basuras de tabernas porque el pueblo libre y soberano los iban a linchar.
Qué pena que ahora las cosas sean tan diferentes.

Decentes dijo...

Se erizan los pelos al recordar la vil ejecución de Miguel Ángel Blanco, y al recordar cómo tras aquella ejecución, por primera vez, las fuerzas nacionalistas y las no nacionalistas, se unieron contra el terror y la barbarie, aquellos tiempos en que todos los ciudadanos vascos, fueran o no nacionalistas, acorralaron a todos aquellos que apoyaban el terrorismo de ETA, las Herriko Tabernas...aquellos tiempos en que se apoyaba a la ertzaintza en sus actuaciones contra ETA.

De todo aquello parecen no acordarse ZP y sus secuaces, y los que si nos acordamos de todo ello, debemos exigir que vuelva el Espíritu de Ermua.

Saludos

Anónimo dijo...

Uno de los peores días de mi vida sin ninguna duda.
¿Dónde fue todo aquello? Se perdío. Fue el momento y se dejó escapar la oportunidad.
Y tiene razón gutiforever;los responsables de esto,son aquellos que con su voto legitiman a Zapatero y validan sus propuestas.
Un post magnífico y brutal,guti.

Sempietnos dijo...

Miguel Ángel era un chaval corriente que trabajaba gratis por su pueblo y que los malditos canallas le arrebataron su vida cruelmente. Por ello, los que nos sentimos demócratas no podemos sentarnos en la misma mesa con quienes tienen las manos manchadas de sangre inocente. Ni con F. Glez, ni con Aznar, ni ahora con ZP apoyé nunca que se negociara el fin de ETA. Ni lo merecen ni es digno para un país demócrata y libre.
Un post extraordinario,gutiforever.
Me ha puesto la carne de gallina.

Enrique Baltanás dijo...

Qué tristeza. Qué sensación de impotencia. Quienes deberían conducirnos nos pierden por el laberinto de las alcantarillas. La cuestión es: ¿por qué?

Claudedeu dijo...

Suscribo las palabras de Cecilia al cien por cien. El asesinato de Miguel Ángel Blanco sirvió para que los asesinos de mierda vieran que estábamos unidos, dejando de lado las ideologías, y que nunca podrían con la rebelión cívica que había comenzado contra esa cloaca repugnante de asesinos. Lo malo es que hoy en día Zapatero se ha encargado de hundir ese espíritu -no hay más que ver cómo impiden al Foro de Ermua llevar el nombre del pueblo de Miguel Ángel Blanco- y, quizás a medias, lo ha conseguido, dando de nuevo protagonismo a los etarras en la vida pública -véase ANV- y dándoles esperanza para conseguir sus caóticos sueños.

Calandria dijo...

Porque quieren perpetuarse en el poder y todo lo demás no tiene ninguna importancia para ellos.
Sólo la unión de todos los ciudadanos contra ETA podrá erradicarla. Por eso es tan importante que vuelva a resurgir el perdido espíritu de Ermua. Por eso es necesario que se castigue duramente la nefasta política proterrorista del infame Zapatero y de todos aquellos que la aplauden. Mientras eso no ocurra seguiremos inmersos en la indignidad.

Anónimo dijo...

Miguel Angel como tantas otras victimas debe ser recordado, es nuestro deber, exigir justicia.
Al recordar esos momentos, al volver a ver las imagenes,al leer tu post,gutiforever, se me ponen los pelos de punta.
Veo lo que tenemos ahora;gente asustada suplicando diálogo a los asesinos y dispuesta a arrastrar la palabra democracia por "la pazzzzz", a los terroristas crecidos y convencidos de que pueden ganar, de que sus crimenes han valido para algo.
Como dice Baltanás,que tristeza y que impotencia.

Anónimo dijo...

Ójala Miguel Ángel pueda saber, diez años después y allá donde esté, que muchos jóvenes como él han tomado, en su nombre, el relevo. Mientras le recordemos, estará vivo. Y no le olvidaremos nunca.
Aunque Zapatero y los suyos,hayan traicionado su memoria.

Anónimo dijo...

A pesar de la traición de Zapatero, y de que tu muerte fuera en vano, las personas decentes y dignas no te olvidamos.
La Paz a cualquier precio no es Paz, sino rendición.

El Cerrajero dijo...

Siempre honraremos su recuerdo.

Memoria, Dignidad, Libertad y Justicia.

Anónimo dijo...

El jueves en Madrid hay un homenaje en Colón de 12 a 14 horas.

Diez años después todos recordamos con horror aquellos días. Todos no, hoy el gobierno los considera hombres de Paz.

Butzer dijo...

¿Es que quedan tan lejos los días en los que surgió el Espíritu de Ermua?
¿Es que es imposible una unión real contra el terrorismo? No podremos seguir así por mucho tiempo. Los españoles no nos merecemos esto.

Persio dijo...

Nuestra Roma parece que sí paga traidores. Votos veredes.

Híspalis dijo...

Es triste comprobar como ese espíritu de Ermua lo han roto, al igual que entristece ver cómo después de diez años, todo sigue igual con ETA, no perdón, peor.

Anónimo dijo...

Hace 10 años todos creíamos que ETA se había ahogado en la sangre de Miguel Angel. Los policías se quitaron los pasamontañas, el pueblo vasco les defendía a gritos y acorraló a unos etarras que se habían escondido en un hotel y si los policías no les hubiesen protegido a la salida, el pueblo hubiese acabado con ellos.
Zapatero le ha dado la vuelta a la situación,y lo más triste,es que hay muchos,muchísimos militantes socialistas,que son cómplice de ello,y que justifican todo lo ocurrido y lo refrendan,además,con su voto.