¿Qué se esconde bajo la bata de cola?

La detención de Isabel Pantoja fue vaticinada hace tiempo en este blog por sempietnos, a quien por cierto tengo que agradecer su generosa y fructífera dedicación, pues me ha permitido un relativo asueto durante la Feria. No nos ha sorprendido ni escandalizado lo más mínimo. El hecho estaba premeditadamente decidido, sólo quedaba fijar la fecha a conveniencia.

Lo que realmente es un escándalo, escándalo, escandalazo -que diría Fernández de la Vega-, es cómo se ha llevado a cabo. Precisamente por los puntos del test al que me sometí en la última entrada. No afirmo la inocencia ni la culpabilidad de la afectada, pero presumo su inocencia, tal como establece la ley. No presumo, sin embargo, la buena fe ni el buen hacer del juez Torres.

Rodríguez Zapatero ha acertado, por primera vez, en una de sus predicciones. Aseguraba horas antes de la detención, allí mismo, en Marbella, que el PSOE (no Policía, Guardia Civil, jueces, ni tribunales) acabaría con la corrupción, añadiendo que se detendría a quien fuera, incluso si se trataba de un famoso. Posteriormente, visita inesperada a la comisaría, felicitación incluida a quienes están actuando en el caso Malaya (en sentido policial, no artístico). Finalmente, a horas intempestivas, se detiene a la cantante en su casa y sale esposada.

Casualmente, pasaban por la zona unas cámaras que, prestas y diligentes, recogen el documento gráfico. ¡Ya tenemos material para pintar las mentes de rosa!. Y es que se preocupan por el bienestar de los españoles. Siempre será más gratificante disfrutar de la desgracia ajena -especialmente si es el drama de una popular tonadillera compartiendo trullo con su amante- que sentir indignación, humillación y rabia por constatar que los terroristas y filoterroristas se presentarán a las municipales, o que De Juana se regodea paseando su palmito junto a su querida novia. De Juana es feliz, su novia también, los demás terroristas más aún, y eso no alegra a unos ciudadanos que le pueden montar el número al Gobierno.

Hasta aquí la maniobra de la tapadera de la bata de cola, es normal en el PSOE. Un PSOE que habla de liquidar la corrupción cuando hay 50 imputados en las listas de Andalucía; un PSOE que, en Andalucía, lleva siendo sinónimo de corrupción desde hace 28 años y en el resto de España, cuando ha gobernado. Y lo dice un Presidente que está rodeado de corruptelas y corrupción e intenta culpar de tal delito al oponente político, demostrándose la falsedad de tal conato con el fracaso de las persecuciones.

Isabel es detenida en Marbella, trasladada a un calabozo en Málaga donde pernocta, para ser llevada de nuevo a Marbella por la mañana. ¿Era necesario tanto ir y venir?. ¿Era necesario esposarla?. ¿Era necesaria tanta publicidad?. Para el Gobierno, obviamente sí. Pretende ganarse la imagen de defensor de la limpieza (la mujer ya quedó atrás), luchador acérrimo contra la corrupción. Y es que lo de Ibiza, por mucho que se posponga, es de dimensiones colosales.

Esa es la diferencia: el trato. A la Pantoja no se la cita, se la detiene directamente. El presunto delito es el de blanqueo de dinero (peligrosa delincuente, sin duda...), el peligro de fuga es claro y notorio (sin duda, también...). Tan grave y tan evidentes son los indicios de criminalidad, que es puesta en libertad bajo fianza de 90.000€. Otegi, por delito de enaltecimiento del terrorismo, pagó 15.000€. La equidad, ¿se quedó en la playa?. ¿Y en Ibiza no hay riesgo de eliminación de posibles pruebas o fugas?. La persecución fiscal paralizada ¡por las elecciones!. Eso es conculcar el Estado de Derecho, politizar la Justicia.

Algo al respecto creo que tendría que decir el CGPJ, más que nada por la tranquilidad de la población. De la noticia no me interesa lo rosaceo, lo cardíaco. Me preocupa, y mucho, la inseguridad jurídica que crea la situación. Porque está claro que como unos políticos (socialistas en éste y otros muchos casos) te necesiten para cubrir sus desmanes, estás perdido. Y si no que le pregunten a Pardillos, y lo que está padeciendo (este asunto os lo cuento en un post, porque tiene guasa).

El caso Malaya, mientras no llame el juez Torres a declarar a Montaner (mencionado por 5 imputados) y a muchos miembros de la Junta de Andalucía, no tendrá credibilidad ninguna. No sería extraño que, al final, no pasara nada, bien por defectos de forma, por haberse conculcado derechos, o bien porque no se va a permitir que salpique a los junteros y afines.

Miguel Ángel Blanco fue la víctima que sacrificó España para no satisfacer a los terroristas. La Pantoja es la víctima para cubrir la satisfacción de los terroristas y la corrupción socialista.