Con la muerte en los talones

Angelo Dundee, mánager y mano derecha de Muhammad Ali , odiaba las revanchas por que era "como volver a ver dos veces la misma película", y los rivales quedaban retratados en sus defectos.
Si algo quedo meridianamente claro en el debate celebrado anoche, es que Zapatero ha salido retratado para la posteridad.
Si su llegada a la Moncloa se produjo gracias a un atentado y 192 muertos, ayer llegó al colmo de la infamia volviendo a desenterrar los cadáveres mutilados, ensangrentados y apilarlos como trampolín y reclamo a esa jauría incauta y radical que reclamaba una verdad que consistía en unos restos de terroristas suicidas imaginarios, un golpe de estado, y un periodista apellidado Gabilondo animando a un asalto de las sedes del PP.
Envuelto en sangre y visceras, con una moderadora que parecía una estatua etrusca e interrumpiendo a Rajoy en cuanto mentaba a la bicha, a la negociación/rendición con ETA , a De Juana, al "hombre de paz" Otegi o a la T-4, Zapatero imitaba a Forrest Gump y se agarraba a un "no es verdad", "no es verdad", entre el patetismo y la comicidad.
Con los gayumbos de la credibilidad a la altura de las rodillas, Rajoy le mostró la resolución de la ONU que aprobaba el envio de tropas a Irak, y que el mentiroso, el falaz, aprobó con una manita de gorrión, mientras con la otra sacudía la pancarta del "No a la guerra" y retiraba a las tropas.
A esas alturas, y con la mirada torva, engulló el hecho de que se multe a quien rotule en castellano en Cataluña, en una cesión en forma de guiño, a sus socios nazionalistas, que debería provocar sonrojo y vómitos al votante socialista de Mérida o Bormujos.
Se rebozó aún más en la mentira al presumir de educación, cuando el informe PISA deja a la altura de Zimbabue el nivel de los alumnos masacrados por una LOGSE, que ha destruido dos generaciones.
"Usted no se entera de nada" le espetó Rajoy, mientras la mirada de Zapatero oscilaba en un esfuerzo de comprensión, de asumir cada mentira y acojonar al personal con I+D y lineas ADSL, mientras el ciudadano ve como el litro de leche está más caro que el de gasoil, y los tomates oscilan a precio de " Beluga".
No pasa nada. El " hooligan" progre aplaudirá frenético, entusiasmado con el embustero y farsante, casi como Olga Viza, deseosa de darle un beso a tornillo, con lengua y todo, a este indigente intelectual que como guinda se la trae floja el que haya Comunidades sin agua que llevarse a la boca.
La despedida fue digna de "kleenex". Con lágrimas en las ojos, casi como Pilar Manjón y sus célebres mocos, anunció que luchará por el cambio climático y la paz, pero eso si, con sensibilidad.
Rajoy cerró como un estadista, y hasta volvió a hacer mención a la niña.
Pero esta no pudo escucharlo: estaba abortando en una clínica del Doctor Morín.

Coda:
La encuesta apresurada entre los presos encarcelados de ETA, dió como vencedor del debate a Zapatero.
Txapote le envió un beso, e Iñaki de Juana, con lágrimas en los ojos, hizo el gesto de la ceja.
Conmovedor.

gutisiempre@hotmail.com