Gabilondo y el porro

Si Larry King inició por los ochenta una manera de hacer entrevistas, denominada "warm interview", por la calidez con la que se enfrentaba al invitado, anoche en la entrevista a Zapatero en Cuatro, Iñaki Gabilondo inaguró un nuevo género; la entrevista/felación.
El horario no era muy oportuno, ya que había niños frente al televisor y deambulando por el salón, y que en cuanto comenzó la entrevista, los padres los enviaron directos a la cama;"ea, niños, que no podeis ver esto tan fuerte".
Y es que Gabilondo se transmutó anoche en Linda Lovelace ,hasta el punto que Garganta profunda parecía un capítulo de Barrio Sésamo al lado de la entrevista.
Sus miradas a Zapatero eran como las de Jesus Mariñas a Cantizano; derretían el hielo.
Por tanto nada de preguntas incómodas al seductor de cejas circunflejas. Nada de preguntarle "¿por qué mintió y siguió negociando tras la T-4?", o "¿se arrepiente de haber llamado hombres de paz a De Juana y Otegui"?, o "¿volverá a negociar con ETA si gana las elecciones?".
Iñaki cruzaba y descruzaba las piernas como Sharon Stone en "Instinto Básico", y mordisqueaba la patilla de sus gafas, la chupaba cuidadosamente, en un alegoría que mi amigo Franco Baldi, tacharía de XXX.
Zapatero se inclinaba hacia adelante buscando con la mirada la pupila azul de Iñaki, en uno de los momentos más románticos que se recuerdan desde "Memorias de África", hasta el punto que Gabilondo se empezó a hacer un lio con los papeles y sólo acertó a preguntarle ;"presidente,¿se ha fumado un porro?", lo que nos dejó con el alma en vilo, pues no sabiamos si se refería a momentos antes de entrar en plató, al estado de su mente durante toda la legislatura, o a una proposición entre los dos para cuando acabara la entrevista/felación.
No pude aguantar más.
La próxima entrevista que le pongan dos rombos.

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