La decisión de Rajoy de no incluir a Gallardón en las listas populares al Congreso por Madrid, anunciada la pasada noche, ha dado lugar a una multiplicidad de hipótesis que no manifiesta sino su tracendencia y la certeza de que nadie sabe con seguridad a qué responde.
Los medios más cercanos a la izquierda apelan a la cesión de Mariano tras la presión del núcleo más duro y radical del partido, representado en la amenaza de dimisión de Esperanza Aguirre y auguran crisis en el PP. Los demás, se mueven entre la valentía del propio Rajoy, el deseo de zanjar posibles problemas internos, la eliminación de la sombra adherida del ávido heredero... Para todos los gustos.
Tengo la sensación de que ha habido un poco de todo y un todo de nada. Los estatutos del PP, norma endógena cuya obligatoriedad -por esa misma naturaleza- adquiere un plus, establecen la incompatibilidad entre la ostentación del cargo de alcalde y el de diputado. Era motivo suficiente el respeto a dicha claúsula para amparar la decisión sin necesidad de más justificaciones.
Tomada sobre esta base, las consecuencias son las que se señalan en prensa como motivaciones. Rajoy aparece incontestablemente como quien manda con determinación dentro del partido, anulando la contaminación socialista de mostrarlo como no líder. Cuenta -a buen seguro- con el respaldo de los populares menos blandengues, aquéllos cuyas posiciones son claras y nítidas. Además será aplaudida por los medios más ideológicamente cercanos al PP. Aniquila el argumento de la sucesión creado y expandido por la izquierda. Respeta sus propios estatutos. De cara a los votantes, manifiesta su respeto a la legalidad -aunque sea interna-; su concepto del deber de respetar la confianza depositada por los electores; su idea de anteponer el cumplimiento puntual del cargo sobre la carguitis, que conllevaría la imposibilidad de atender dos responsabilidades de cierto nivel aunque se cobran ambos sueldos (sería difícilmente explicable cuando Arenas ha hecho la propuesta y promesa de evitar las acumulaciones de puestos en Andalucía).
Acierto total. Roderarse de un equipo de buenos gestores, de capacidad probada e indubitable, honrados, eficaces, solventes, fiables (véase Pizarro). Excluir a políticos profesionales ya ocupados, hambrientos de poder, en exceso orgullosos y dudosos, sombríos y soberbios, indeterminados y por ello problemáticos. Fija la posición del partido, demuestra su capacidad de liderazgo, su valentía, elimina la baza por algunos inventada de crisis o enfrentamientos internos. Simplemente cumple las normas, respeta la voluntad de los electores, suprime la idea de la política como vía de enriquecimiento -pecuniario o de poder-. Y al que no le guste, que se vaya donde se sienta más cómodo.
natpastor@gmail.com
Los medios más cercanos a la izquierda apelan a la cesión de Mariano tras la presión del núcleo más duro y radical del partido, representado en la amenaza de dimisión de Esperanza Aguirre y auguran crisis en el PP. Los demás, se mueven entre la valentía del propio Rajoy, el deseo de zanjar posibles problemas internos, la eliminación de la sombra adherida del ávido heredero... Para todos los gustos.
Tengo la sensación de que ha habido un poco de todo y un todo de nada. Los estatutos del PP, norma endógena cuya obligatoriedad -por esa misma naturaleza- adquiere un plus, establecen la incompatibilidad entre la ostentación del cargo de alcalde y el de diputado. Era motivo suficiente el respeto a dicha claúsula para amparar la decisión sin necesidad de más justificaciones.
Tomada sobre esta base, las consecuencias son las que se señalan en prensa como motivaciones. Rajoy aparece incontestablemente como quien manda con determinación dentro del partido, anulando la contaminación socialista de mostrarlo como no líder. Cuenta -a buen seguro- con el respaldo de los populares menos blandengues, aquéllos cuyas posiciones son claras y nítidas. Además será aplaudida por los medios más ideológicamente cercanos al PP. Aniquila el argumento de la sucesión creado y expandido por la izquierda. Respeta sus propios estatutos. De cara a los votantes, manifiesta su respeto a la legalidad -aunque sea interna-; su concepto del deber de respetar la confianza depositada por los electores; su idea de anteponer el cumplimiento puntual del cargo sobre la carguitis, que conllevaría la imposibilidad de atender dos responsabilidades de cierto nivel aunque se cobran ambos sueldos (sería difícilmente explicable cuando Arenas ha hecho la propuesta y promesa de evitar las acumulaciones de puestos en Andalucía).
Acierto total. Roderarse de un equipo de buenos gestores, de capacidad probada e indubitable, honrados, eficaces, solventes, fiables (véase Pizarro). Excluir a políticos profesionales ya ocupados, hambrientos de poder, en exceso orgullosos y dudosos, sombríos y soberbios, indeterminados y por ello problemáticos. Fija la posición del partido, demuestra su capacidad de liderazgo, su valentía, elimina la baza por algunos inventada de crisis o enfrentamientos internos. Simplemente cumple las normas, respeta la voluntad de los electores, suprime la idea de la política como vía de enriquecimiento -pecuniario o de poder-. Y al que no le guste, que se vaya donde se sienta más cómodo.
natpastor@gmail.com
Abandonará el PP y entrará en el PSOE.
ResponderEliminarEs de lo que tiene ganas hace ya tiempo.
¿Quiénes están defendiendo a Gallardón? Los que nunca van a votar al PP, ergo Rajoy ha acertado.
ResponderEliminarGallardon es como Vestringe, o peor. Estos progretas que critican la decisión de no incluir al caballo de troya del psoeta ha sido un gran acierto.
ResponderEliminarHay que tener en cuenta que si el PP pierde las elecciones habrá un terremoto en la cúpula y rodarán muchas cabezas, incluida la de Rajoy, quizá Gallardón pueda recolocarse al no sufrir el desgaste electoral. En cuanto al fichaje del Sr. Pizarro, era suponible que éste luchaba en Endesa por quien luchaba, o sea, el PP. Ahora tratan de recompensarle, no con dinero, pues tiene un montón, pero sí con poder político. Lo raro es que no hayan metido por ahí al tal Alcaraz, que también ha hecho méritos para ello.
ResponderEliminarNatalia, debo decirte que me he quedado impresionado cuando al encender mi ordenador y cargarse la página de inicio, Libertad Digital por supuesto, leía esta noticia. Que grata noticia para comenzar el día, la recibida con el fichaje de Pizarro ayer y hoy con la no inclusión de Gallardón en las listas. No tengo mucho que añadir ya que tu análisis es esplendido, solo recalcar que el anuncio de Gallardón de abandonar la política, demuestra las ansias de poder que este tenía y la obsesión de sustituir a Mariano Rajoy, el fallo es que Gallardón no se ha dado cuenta que Polanco descansa en paz hace unos meses.
ResponderEliminarSaludos.
La economia un desastre anunciado, la inercia Aznar se acaba, y ahora 4.2 IPC del mes
ResponderEliminarPizarro sabrá sanear las cuentas.
Gallardón,el alcalde de la ciudad del 11m que no quiere saber qué estalló en los trenes.
Un submarino prisaico.
Esperanza Aguirre obtiene una valoración más alta entre los votantes y simpatizantes del PP que Ruiz Gallardón. Repito, entre los votantes y simpatizantes del PP en toda España, no entre los votantes del PSOE e IU.
ResponderEliminarHace tiempo que Gallardón debía estar fuera del PP.
Prefiero a Pizarro mil veces antes que a Gallardón.
ResponderEliminarSi les gusta a los sociatas,está todo dicho....
Por traidor, por pedir que se olvidarán los madrileños de los atentados de la T4 negociados antes y despues con ZP.
ResponderEliminarDeberia meterse en el PSOE ya, y no marear la perdíz.
La elección de Pizarro para número 2, perfecta, un genio de las finanzas, y que ya tiene pagada la factura de la luz por 15 o 20 años máximo, o sea que no va a meter la mano en el cajón.
ResponderEliminar¿Cuál es la alternativa de Gallardón, aparte de casar a dos gays ante la cámara y mutiplicar por 6 la deuda del ayuntamiento que dejó Del Manzano?.
ResponderEliminarMe alegro porque siempre pensé que este chico está en el partido equivocado, con dos o tres más me pasa lo mismo, como Piqué.
Ningún socialista votará nunca a un Gallardón líder del PP.
ResponderEliminarUna magnífica decisión la de Rajoy,la de quitarse a este Judas.
Sea cuál sea, la razón de la decisión de Rajoy, me parece simplemente perfecta!!!Hace muy bien Rajoy, al quitarse de en medio un politico progre prisaico.
ResponderEliminarSaludos
Lo que es la vida, acabo de dejar un comentario en HDZP referente a que con la decisión que había tomado Mariano Rajoy había dejado carta abierta para que Gallardón se cambiara de chaqueta y lo cierto es que no se ha hecho esperar, buen comienzo dejándo la política.....entre comillas.
ResponderEliminarCuando Polanco se creía William Randolph Hearst, alardeaba en los reservados de "Jockey",de que su idea era que Gallardón fuera el lider del PP,e ir alternando,ora PSOE,ora PP,el paso por Moncloa,según los designios de Don Jesús como "capo di capi".
ResponderEliminarGallardón siempre ha estado más cerca del PSOE que de ningún otro partido, no sólo por coincidencias ideológicas,si no por sus amistades con los Polanco.
Amén de ambicioso,ha calculado mal sus fuerzas,por que dentro del PP no le quiere nadie;ni las bases,ni los dirigentes.
Toda la progresía que lamenta su caida,enseñan al patita.
Jamás un progre o "hooligan" del PSOE votaría a Gallardón, pero sueltan la milonga de que arrastra esa entelequia,esa soplapollez,que es el llamado voto de centro.
Si se va,lo celebraré con champán.
Tanta paz lleve,como tranquilidad deja.
Sin duda un gran acierto de Mariano, Gallardon cada día se parecía mas a Pepiño, era un "topo" socialista en el PP.
ResponderEliminarSaludos...
Pues soy votante del PP , y Gallardón me cae bien, en cambio Esperanza no demasiado. A mi me parece, que Rajoy hubiera hecho mejor no siendo tan drástico, hay que tener más cuerda. Y no sería nada raro, que si Rajoy ganara las elecciones, le hiciera ministro de algo, es un suponer. En ningún libro te dice que no tengas derecho a aspirar más en tu trabajo, es lo normal.
ResponderEliminarSaludos.
Es lo mejor que ha podido hacer Rajoy: quitarse a una persona del medio, que piensan más en la sustitución que en ayudarle.
ResponderEliminarGallardón no esta bien visto entre los votantes del PP,ni entre las bases,como se demostró cuando confrontó con Esperanza Aguirre.
ResponderEliminarOtra cosa son los que nunca votarán al PP, y sacan a relucir esa estupidez del "centro",que por favor,a estas alturas,ya no se traga nadie.
Gallardón ha sido víctima de sus intrigas y de sus ambiciones desmedidas,de sus compañias peligrosas(que menciona Gutiforever)y de postularse como sucesor si Rajoy no gana.
Un viejo amigo,que trabajó durante años en la SER,me comentó que a Gallardón,entre los colegas de PRISA,le llamaban "nuestro hombre en La Habana".
ResponderEliminarTodas las filtraciones que se producían durante el mandato de Aznar,a los medios de Polanco,eran cosa suya,o de Cobo(amigo íntimo de Jose Ramón de la Morena).
Le sugiero a Gallardón que se vaya con Rosa Díez a su nuevo partido. PP y PSOE lo mismo es. Necesitamos nueva política en este país.
ResponderEliminarun abrazo.
Personalmente creo que ha pagado el ir tan descaradamente de trepa dentro del PP.
ResponderEliminarEsperanza queda como futura reina, sin duda alguna.
Pues yo no estoy muy de acuerdo, la verdad. Ese tipo de político medio ambiguo: Gallardón, Paco Vázquez, Bono, Piqué, Rosa Aguilar, etc… son los que definitivamente atraen a ese que grupo de indecisos, esa “soplapollez que le llaman voto de centro“ (gitiforever dixit) que al fin y al cabo son los que te ponen o te quitan del poder.
ResponderEliminarDesde el desapasionamiento y el hastío hacía la política española, que me parece de una mediocridad insuperable, creo que Rajoy se lo pone a huevo a ZP. Voy a empezar a creer que este tipo tiene una flor en el culo….
Voy a explicar esto, por que veo que hay mucha juventud,y el personal no se entera.
ResponderEliminar¿Qué es el "centro"?,¿alguien puede definirmelo?.
En España, existe un momento histórico,la Transición en que la gente no quiere posicionarse junto a AP,(supuestos herederos del franquismo con Fraga a la cabeza)y del otro lado el PSOE,el coco,el partido prohibido durante cuarenta años.
Ese es el éxito de Suárez,que pasado el tiempo,y cuando la gente pierde el miedo y se posiciona,ve como su partido desaparece.
Igual que fracasó el CDS.
Igual que fracaso la "Operación Roca",donde hasta figuraba Florentino Pérez,concejal de UCD en el Ayuntamiento de Madrid.
En España,al igual que en Inglaterra o en Francia,existe un bipartidismo basado en partidos moderados de derecha e izquierda.
Y no hay más,señores.
Lo del "centro" y esos cuatro millones de votos fantasmas,es una milonga,una entelequía que manejan Pedro J en sus encíclicas,y los gurús de la demoscopía,que de algo tienen que comer,como Arriola,el marido de Celia Villalobos.
El rollito de Gallardón,es simplemente la historia de un tipo ambicioso,desleal,amigo de los enemigos de su partido, y que no tiene otra intención que posicionarse en una posible sucesión.
Ahora,los que quieran seguir tocando el oboe del "centrismo",que sigan.
Juventud…. y chavalería, como diría mi abuela.
ResponderEliminarGUTIFOREVER: ¿me vas a decir ahora que en España no existe una cantidad considerable de gente bisagra (o veleta) que una vez vota al PP y en la otra vota al PSOE? Hombreeeeeee, explícame entonces como ganan los partidos porque por esa regla de tres, los votantes serían holligans y no habría cambio. Explícame por favor porqué ganó el PSOE el 11-M cuando el día antes el PP rozaba la mayoría absoluta.
Creo que lo que discutes es semántica: tú dices que no existe el centro como tal, yo digo que llámalo “gente que le da igual 8 que 80”, pero que al final, son los que inclinan la balanza para un sitio u otro.
¿Gallardón un tipo ambicioso? Ah, Aguirre es todo filantropía; una señora desinteresada. Dime algún político, de los que llegan alto, que no sea interesado
Yo creo que no es un acierto. Los que tanto critican a Gallardón votarían al PP tanto con él en lista como con él fuera. Sin embargo, su no inclusión da mucho juego a los socialistas.
ResponderEliminarMis saludos Natalia y al equipo.
ResponderEliminarPara todos los gustos. Veo que ahora hay unos cuantos que están revirando por la decisión tomada, faltando pocos días para las generales, no se si pudiera inferir cuantitativamente.
Por lo expresado en la parte final, ojalá así se entienda.
Bueno, esperemos que sea para bien.
Un gran abrazo, Martha Colmenares
Buenos días Natalia:Y ¿por qué queriendo presentarse a diputado se presentó en las municipales?.Irse de alcalde ahora para ser diputado me pareceria traicionar a sus votantes.
ResponderEliminarDicho lo cual,Gallardón me importa poco,sólo me importa que ZP no repita.
Te lo voy a explicar amigo Gazpacho;el 14-M,tras la más gigantesca manipulación mediática jamás conocida(terroristas suicidas,restos con calzoncillos,Gabilondo,la SER,...el gobierno miente,caceroladas frente las sedes del PP....)muchos,muchísimos votantes del PP,optaron por esa "ola pacifista" y de buenismo simplón,votar a Zapatero.
ResponderEliminarMuchos votantes,que desde principio,se opusieron a la guerra de Irak, y que con la manipulación de PRISA,acbaron relacionando guerra-.atentado.
A eso,Gazpacho,tienes que sumar,toda la izquierda radical,lo más ultra,que jamás vota,pero que ese dia salió a al calle.
Anda que no van a aprovechar este filón los socialistas, se creen que la gente es tonta. Han defenestrado a Gallardón porque siempre ha ido por libre, no por sus ideas, no simpatizo con el PP pero me indigna la manipulación de unos y otros.
ResponderEliminarSuscribo lo que dicen amaya y gutiforever: Gallardón tenía unas relaciones "sospechosas" (Polanco, el "Rey" del grupo PRISA, que en paz descanse) y Gallardón ha cometido el error de... no de ser ambicioso, que es algo humano, sino de repetirlo con descaro una y otra vez, una y otra vez.
ResponderEliminarRespecto a mi simpatía por Gallardón... no se, me resulta una persona algo ambivalente. No tengo del todo claro de qué pié cojea. Por un lado tiene cierto carisma (entre el electorado al menos), por otro lado me rallan enormemente algunas posturas pro-laicas absurdas (como la de quitar los adornos de Navidad en Madrid desde hace unos años y sustituirlo por un galimatías de palabras "inconexas", sin sentido aparente). Por otro lado, me parece un bueno gestor (al menos de cara a la galería), aunque reconozco que me falta información al respecto.
¿Un caballo de troya? ¿Un nuevo Vestringe? Es posible, no descartaría esa posibilidad. Ni los socialistas tampoco.
Mr. Gazpacho, únicamente un matiz: yo soy una de esas personas de "centro" que como bien dice gutiforever realmente no existe. Uno de esos "veletas". En mi caso ese "veletismo" no es, ni mucho menos "porque me da igual 8 que 80". Nada más lejos de la realidad. Símplemente considérame un "escéptico político". NO ME CREO NI A UNOS NI A OTROS, ni me siento representado por ningún partido, ni de derechas ni de izquierdas. Otra cosa es que mis valores sean fundamentalmente cristianos, que lo son.
ResponderEliminarEn cualquier caso, decir que en antes de ocurrir lo del 11M, por mi gran desacuerdo con las formas y algunas decisiones de Aznar (tropas españolas guerra de irak y su apoyo "incondicional" a Bush y Blair), decidí cambiar mi voto, INTENCIONADAMENTE, buscando la alternancia política. Craso error, visto lo visto.
Cumpliendo estatutos... qué lejos de los cargos regalados a la familia, por ejemplo, Chavez.
ResponderEliminarTengo relación con el llamado sector ultraderechista fascista y tal y cual pascual, vamos, la Flanage, y os aseguro que esta decisión de Rajoy ha acercado votantes a su partido, no todo lo contrario como vaticina el PSOE, o al menos, no me he encontrado con níngún retirado de las filas del PP. Será que no conocía a ningún pro-gallardón, será que no hay tanta crisis como pintan. Hace unas semanas muchos pensaban en cambiar de papeleta en las elecciones dejando a un lado las gaviotas por complejos y 'mariconeo'. Han cambiado de opinion.