Hace tiempo llegué a la terrible conclusión de que a Rodríguez Zapatero lo único que le importa es mantenerse en el poder como sea -siguiendo sus expresiones-. Los pasos que ha ido dando en estos dos años y medio han puesto de manifiesto que no cree en el modelo de Estado del 78 y que España le importa menos que un comino.
Para legitimarse recurre a la perversión del lenguaje y de las ideas, confunde democracia con partitocracia identificando las decisiones de los partidos con lo que quieren los ciudadanos, incluso en cuestiones que ni siquiera estaban incluidas en los programas electorales; y en ese proceso le siguen los demás, de modo que se autoerigen vox populi, como Bonaparte se autonombró emperador. Toma decisiones absolutamente partidistas, sectarias, considerando prioritariamente las necesidades o beneficios del Psoe en un primer momento, y la exclusión del PP en los últimos tiempos. Ha encontrado el respaldo de nacionalistas y comunistas que odian, como buenos totalitaristas, todo aquello que sea distinto de sí mismos. Y, mientras tanto, los ciudadanos de España van perdiendo su propia identidad como españoles sin darse cuenta; van dejando que se diluyan los cimientos de nuestra Nación, configuradores por evolución de lo que somos -o éramos- hoy. Pero como todo se oculta bajo una persona dialogante, sonriente, con talante -indefinido-, con la frialdad del acero y la tranquilidad basadas en la más burda demagogia, pues encantados. Es un manjar envenenado.
Si para consolidar su poder, obtener apoyos, y lograr aislar "al otro" es necesario pisar el principio de legalidad, lo aplasta; si el principio de separación de poderes se convierte en obstáculo, lo salta (y siempre hay un Cándido que reinterpreta la función establecida legalmente para los fiscales: defender la legalidad; añadiendo él: pero dependiendo del contexto político; y nos quedamos sin seguridad jurídica de un plumazo). Y así sucesivamente hasta que los principios dejan de serlo y se convierten en finales. Se aniquila la democracia -imperfecta- que teníamos. La prueba más evidente de que la voluntad popular real no se tiene en consideración siquiera, es lo acontecido con el Defensor del Pueblo; dado que lo que solicita -sobre la base de las quejas y peticiones recibidas directamente de los ciudadanos- es contrario a los deseos del Gobierno, a pulsar la tecla delete y sea eliminado hasta dar con otro que la pulse por el Psoe y sus socios, para ahorrarles el trabajo.
Si para desintegrar la España configurada en el 78 y recibir el apoyo de los nacionalistas hay que hacer Estatutos aberrantes, pues se hacen, y sin inmutarse.
Si para enfrentar más todavía a los españoles hay que abrir fosas -aunque sean falsas- y hacer que los testigos reales supervivientes de la atrocidad de la Guerra Civil revivan aquel horror, pues adelante. Ponen en marcha la Ley de la Media-Memoria Histórica, se hacen homenajes a un bando, y se trae al presente con un parche en un ojo, demagógica y sectariamente algo que, si bien no se puede olvidar, está desatando vívidos rencores y odios entre personas que ni siquiera eran un proyecto de existencia cuando España se mataba a sí misma. Resulta inverosímil ver a diario esquelas rememorando a personas que fueron asesinadas hace 70 años. Lo peor de todo es que este Gobierno, y su secuaz IU, siembra no tormentas, sino tempestades, de manera que las consecuencias son imprevisibles y lo que puede recoger, ignoto aunque seguro que nada bueno.
Si para obtener el título de pacifista hay que negociar con terroristas aun volviendo a matar a las víctimas, humillando a las demás víctimas, traicionando a víctimas, resto de españoles y ley, y rendirse, pues también se hace. Se impone el derecho a recordar a los muertos de hace 70 años y simultáneamente se impone olvidar a los asesinados por la ETA. Se quiere ganar una guerra perdida y se deja de luchar contra los etarras. Se acusa al PP de no haber superado la derrota de marzo de 2004... irónico, ¿no?; ¡superen comunistas y socialistas pro-marxistas (Zapatero y afines) la derrota del 39!.
Si para hacer viable su idea de Estado federal republicano y no sé cuántas adjetivaciones más, hay que vender la mentira de la II República como ideal de democracia, paz, concordia, riqueza, estabilidad, igualdad, etc., pues se vende, que alguien puede comprarla.
Si para recibir el Nobel de la Paz hay que recurrir a una absurda e imposible Alianza de Civilizaciones, pues se desarrolla la sandez.
Si...
Así, tenemos a la población escindida en dos bloques ante cualquier cosa, bloques que no tienen porqué coincidir siempre; ya se sabe: divide y vencerás. Lo que está por ver es qué se ganará, si es que se gana algo, y cómo se van a pegar las trizas.
3 comentarios:
Si para cumplir lo que dije tengo que comentar, lo hago. Sánchez Monteseirín, dimita como presidente de la Fundación Jiménez Becerril.
Nuestro gobierno,resulta de la elección democrática surgida en un régimen constitucional que emana del referendum de 1978.
La constitución aprobada en ese momento fue redactada por unas Cortes de representantes votados por el pueblo español en Junio de 1977.
Y esas elecciones fueron convocadas en el marco de la ley de reforma política de 1976,que tambien se voto en referendum.
Esta ley del 76 era la octava de las leyes fundamentales franquistas durante su etapa de gobierno.Es decir que el llamado "régimen franquista" nunca fue disuelto ni por la violencia ni por la política.
El Régimen de Franco se reformó a si mismo sin violar su propia legalidad.
El Jefe del Estado,el Rey Juan Carlos I,fue nombrado por el propio Generalísimo como su sucesor en 1969.
De ahí arranca todo este movimiento revisionista,evocador de una Memoria Histórica sectaria y fraudulenta;de la no aceptación por parte de esa izquierda resentida del origen de la Transición,de acatar las reglas de juego que nos dimos los españoles para superar un periodo de enfrentamiento y una guerra fratricida.
Zapatero ha dinamitado todo esto;se ha aferrado a los planteamientos más oscuros de la II República,alimentando el secesionismo catalán,alimentando el gallego,rindiendose al terrorista etarra hasta pasar por el aro de la autodeterminación y la salida de presos.
Este sectarismo,nos lleva a la marginación y al desprecio de la mitad de España y a evocar la Memoria de lo que sucedió hace 70 años,ignorando los recuerdos recientes de 1000 muertos y miles y miles de heridos,mutilados y afectados,por los mismos que quieren fracturar España con la connivencia de un Presidente felón y traidor.
El libro se llama "Spain Betrayed"(España Traicionada) de la historiadora norteamericana Mary Habeck, y el profesor Ronald Radosh.Es imprescindible,por que contiene documentos inéditos desclasificados de los archivos del Ejercito Rojo y del Kommiterm.
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