Cumpleaños

¡¡Felicidades!!. Cumplimos un año de blog; y utilizo la primera persona del plural porque este aniversario es de todos.

Simultáneamente doy las gracias, con toda sinceridad, a mis excelsos colaboradores por su generosidad y empeño. Y, con la misma sinceridad, a todos vosotros por vuestra fidelidad, perseverancia y puntualidad, así como por los valiosos y enjundiosos comentarios y reflexiones que aquí dejáis.

Como estamos de celebración -por cierto, felicidades a todos los que celebran su día onomástico bajo cualquiera de las formas de Francisco-, contaré una anécdota jocosa, si bien trasluce la plena ineficiencia de la Administración Pública, concretamente del SAS (y eso que está dotado con sistemas informáticos). No entraré en la falta de medios humanos y materiales, en la en ocasiones pésima atención (que le pregunten a la familia de Antonio Puerta, a ál ya no pueden... y no es el único), en el oscurantismo de la gestión, en el silenciamiento mafioso por parte de la Junta de Andalucía, en el despilfarro de euros, etc., pues si lo hago arruino la fiesta. Retomando la historia, cada cierto tiempo -el preciso para que conozca el historial a la perfección- cambian el médico de cabecera, de modo que nunca se deje de ejercitar la memoria de los males y dolencias. A mi abuela, que tiene 95 magníficos años, acaban de asignarle uno nuevo. Hasta ahí, normal. Lo surrealista es que ese nuevo médico, es ¡¡un pediatra!!.

Dicen que los ancianos se convierten en niños de nuevo, pero ¡¿hasta ese punto?!. Lo de la altura, lo tenemos controlado, siempre hay niños que superan la talla media. Hemos hecho lo posible por erradicar las arrugas, embalsamándola con cremas rejuvenecedoras, pero algo queda y no creemos que cuele. ¿Qué sugerís?.

natpastor@gmail.com